Los acuerdos PSOE-Junts podrían llevar a Toni Comín a Sanidad

Todo puede pasar en unos acuerdos entre PSOE y Junts por la investidura con demasiados aspectos que no serán tan públicos como otros

Luis de Haro. Director general de iSanidad
Carles Puigdemont se fugó de España en 2017 junto a otros protagonistas del proces. Junto al protagonista de estos días estaban Toni Comín, Clara Ponsatí, Lluís Puig y Marta Rovira. La salida hacia Bruselas tenía como objetivo evitar las consecuencias de la aplicación del artículo 155 en Cataluña. El riesgo de acabar en la cárcel era evidente y la fuga, por tanto, necesaria para todos ellos. El camino de la huida no fue seguida por otros que sí pasaron por las rejas. Oriol Junqueras, Joaquin Forn, Carme Forcadell, Jordi Turull, Dolors Bassa, Raül Romeva, Josep Rull, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart pasaron por el brazo de la justicia.

Toni Comín es uno de los líderes del proces que se fugó con Carles Puigdemont para evitar la cárcel

El protagonismo de Toni Comín comenzó el día de su toma de posesión como conseller en 2016. Sin embargo, más allá de su gestión, destaca por sus hitos y características personales. Toni Comín es padre de una niña tras un proceso de adopción junto a su pareja, Sergi, que comenzó en 2008 y culminó en 2012. Filósofo y pensador ha logrado ser vicepresidente ejecutivo del Consell per la República. Su carrera ha destacado por su perfil camaleónico, saltando de unas siglas a otras. Empezó en la plataforma Ciutadans pel Canvi del PSC. De allí salió para ser de los fundadores de Socialisme, Catalunya i Llibertat desde donde se acercó al entorno de ERC. Finalmente fue aupado por Puigdemont y llegó a la Generalitat a través de JxSí.

Su vinculación política viene de familia. Es nieto de Jesús Comín, amigo personal de Franco y principal cabecilla de la sublevación armada contra la República en Zaragoza durante el 18 de julio de 1936, e hijo de Alfonso Carlos Comín, un conocido falangista de Zaragoza que fue uno de los fundadores de Cristianos por el Socialismo.

Al frente de Salut manejaba un presupuesto de casi 9.000 millones de euros. Comín consiguió convertir la gestión de la sanidad pública en un  quebradero de cabeza por su empeño en acabar con los conciertos público-privados tan habituales en Cataluña. De hecho, llegó a anunciar la compra del Hospital General de Cataluña, cuestión que tuvo que ser desmentida por la propiedad. También quiso romper el convenio con el Hospital Sagrado Corazón. Comín ha destacado siempre por defender en sus discursos la independencia de Cataluña cuando hablaba de sanidad.

Sería una nueva muestra de que se puede gobernar con estereotipos con los que enfrentarse al futuro

Toni Comín, acostumbrado a la metamorfosis política, es ideal para ocupar la cartera de sanidad en este sainete de legislatura que vamos a ver. Sería una nueva muestra de que se puede gobernar con estereotipos con los que enfrentarse al futuro. Además, Toni Comín fue el primer conseller de Salut, desde Tarradellas, que no estudió medicina. Siguiendo las nuevas tradiciones, Pedro Sánchez puede poner otra vez a un filósofo al frente de la cartera de Sanidad. Solo falta el permiso de Mónica García, otra aspirante a traer un futuro tranquilo para la Sanidad en España.

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