Redacción
El cáncer de pulmón de células pequeña representa entre un 10% y un 15% de todos los tumores pulmonares. Se caracteriza por una evolución más agresiva que la variante más común, el cáncer de pulmón no microcítico. Datos de la Sociedad Americana del Cáncer ponen de manifiesto que la mayoría de los casos debutan con metástasis. El tabaquismo es la principal causa de esta enfermedad, pero existen otros factores como la radiación, la exposición al radón, el contacto con el asbesto o la radiación.
Su incidencia es creciente. En la actualidad, es la segunda neoplasia más frecuente después del cáncer de mama en todo el mundo. El 12,2% de todos los tumores diagnosticados en nuestro planeta se originó en el pulmón, mientras que en la mama, el 12,5%. En España se trata del tercer tumor con mayor incidencia. Se prevé que este año se diagnostiquen 31.282 casos en nuestro país, según los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Afecta mayoritariamente al hombre. De hecho, un 71% de todos los tumores corresponden a varones. Su prevalencia a cinco años resulta más baja debido a su alta mortalidad. En el año 2020, el número de pacientes con esta enfermedad ascendía a 28.617 pacientes.
Una combinación de quimioterapia e inmunoterapia de origen español ya está disponible en Estados Unidos, pero no en la Unión Europea
En los últimos años han surgido nuevas opciones de tratamiento para todos los tipos de cáncer de pulmón, incluido el de células pequeñas. El estudio fase I/II Luper pone de manifiesto que la combinación de quimioterapia e inmunoterapia pueden ser eficaces contra este tumor con un perfil de seguridad manejable y sin nuevas señales de toxicidad emergentes en pacientes que no recibieron inmunoterapia previa. “La combinación representa una oportunidad para aquellos pacientes con cáncer microcítico de pulmón metastásico que no pudieron ser tratados con inmunoterapia en primera línea”, explicó el Dr. Antonio Calles, médico especialista en Oncología Médica del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, durante el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica, celebrado el pasado mes de octubre en Madrid.
El tratamiento obtuvo una tasa de respuestas confirmada del 46,4%, incluidas respuestas profundas y duraderas que sobrepasaron el año en algunos pacientes. La mediana de supervivencia libre de progresión (SLP) fue significativamente mayor para los pacientes sensibles al platino en comparación con los pacientes resistentes al platino, con una SLP de 10 frente a 3 meses, respectivamente. “En la actualidad, el único tratamiento aprobado para esta indicación en las últimas dos décadas tiene una tasa de respuestas de sólo el 20% y una SLP de cuatro meses, además de una toxicidad muy significativa. Por otro lado, no se observaron efectos secundarios inesperados y se pudo combinar de forma segura y a dosis completas ambos fármacos”, añadió el Dr. Calles.
A pesar de los resultados presentados en el estudio Luper y de que no se han producido innovaciones en los últimos 20 años, este tratamiento no se encuentra disponible ni en la Unión Europea ni en España en la actualidad. Por el momento ha recibido luz verde por parte de la Administración para la Alimentación y los Medicamentos (FDA) de Estados Unidos. El país norteamericano concedió en 2020 una aprobación acelerada a este tratamiento de origen español al considerarla como una necesidad médica no cubierta. Tras la aprobación estadounidense le han seguido otros 13 países: Emiratos Árabes Unidos, Australia, Singapur y Canadá en 2021; Qatar, Corea del Sur y Ecuador en 2022, y Taiwán, México, Israel, Suiza, Omán y Perú en 2023.