Redacción
Un reciente estudio ha analizado los mecanismos moleculares involucrados en el daño tisular secundario al envejecimiento y el posible efecto protector del cannabidol (CBD), frente a lesiones generadas en hígado, pulmón, músculo y sistema inmunitario. El trabajo se ha llevado a cabo en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en colaboración con Phexia, la primera marca de CBD y melatonina creada por un equipo médico.
El envejecimiento se caracteriza por la acumulación progresiva de daño oxidativo que conduce a la inflamación y apoptosis en las células. Esto afecta a todos los tejidos del cuerpo provocando el deterioro de varios órganos. De hecho, estudios anteriores observaron que el CBD podría prolongar la vida útil y la salud por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y autofagias. Sin embargo, la investigación sobre el efecto antienvejecimiento del CBD aún se encuentra en las etapas iniciales.
Con el fin de investigar este efecto del CBD sobre los procesos que conducen al envejecimiento, los investigadores dividieron en dos a un grupo de 14 ratas viejas Long Evans de 15 meses de edad. A la primera mitad se les administró 10 mg/kg de CBD en la comida al día, durante 10 semanas, y, a la mitad restante se les dio comida standard. Una vez terminadas las 10 semanas de tratamiento con CBD o comida standard en los animales viejos para estudiar las funciones inmunitarias, los investigadores determinaron la actividad citotóxica de las células natural killer (NK), la linfoproliferación y el estrés oxidativo tras realizar un cultivo de sangre, bazo y timo.
Estudios anteriores han observado que el CBD podría prolongar la vida útil y la salud por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y autofagias
“Las personas nos oxidamos porque una parte del oxígeno que respiramos, en vez de irse a la fabricación de energía del organismo, el adenosín trifosfato (ATP) concretamente, se va a la fabricación de los radicales libres. Éstos no solamente actúan sobre la piel y la estropean, sino que también dañan todos los tejidos y órganos del cuerpo, lo que nos va deteriorando gradualmente. Por tanto, una sustancia como el CBD es una gran aliada puesto que es capaz de bloquear el proceso de oxidación, el cual, secundariamente, conduce a un proceso de inflamación y, por tercera derivada, a un proceso de muerte celular programada”, asegura el Dr. Jesús A. Fernández-Tresguerres, responsable e investigador principal del estudio.
En este sentido, el tratamiento crónico con CBD en ratas de 15 meses de edad mostró efectos beneficiosos en pulmón y más significativamente en hígado al reducir los niveles de mediadores inflamatorios, oxidativos y apoptóticos, y, por tanto, el daño celular asociado a estos tres procesos inherentes al envejecimiento.
Los expertos aseguran que no existen diferencias en el nivel de estrés oxidativo en sangre medido en forma de Malonildialdehido (TBARS) entre los dos grupos de animales jóvenes de 2 meses. Sin embargo, en las ratas de 15 meses se produce un aumento significativo que se neutraliza parcialmente por el tratamiento con CBD. Asimismo, se observa un aumento en los animales viejos de glutatión oxidado que es neutralizado totalmente por el tratamiento con CBD. Por el contrario, el glutatión reducido disminuye y se reestablece por el tratamiento con CBD.
El tratamiento con CBD en ratas mostró efectos beneficiosos en pulmón y en hígado al reducir los niveles de mediadores inflamatorios, oxidativos y apoptóticos
Según los investigadores, en lo que respecta a la actividad de las células NK, se produce una disminución significativa en los animales viejos con respecto a los jóvenes que se restablece de manera muy evidente con el tratamiento con CBD. Por su parte, la quimiotaxis se ve incrementada en el bazo de las ratas de 15 meses, mientras que el tratamiento con CBD lo restablece.
“Todo ello nos indica que el CBD es capaz de restablecer casi totalmente la función inmunitaria en los animales viejos de la misma forma que se había demostrado anteriormente por nuestro grupo con la administración de melatonina y otras hormonas”, concluye el Dr. Fernández-Tresguerres