Joaquín Meléndez: “Pensar que las enfermeras valen para todo dificulta el buen funcionamiento de los servicios especializados en salud mental”

Director de Enfermería en el Centro Asistencial San Juan de Dios de Málaga

Cristina Cebrián
Empatía, escucha activa y profesionalidad son las principales herramientas que utilizan las enfermeras especialistas en salud mental para ayudar a vivir dignamente a los pacientes y a sus familiares. Pensar que “las enfermeras valen para todo” dificulta el buen funcionamiento de los equipos de trabajo en servicios especializados, advierte Joaquín Meléndez, director de Enfermería del Centro Asistencial San Juan de Dios de Málaga. Por eso, la especialización en salud mental es fundamental para responder a los graves problemas a los que se enfrentan los pacientes y para ofrecerles una asistencia de mayor calidad.

¿Cuál es el papel de los enfermeros en el ámbito de la salud mental?
Nuestra labor fundamental es proporcionar cuidados especializados a los problemas de salud mental de la comunidad, en sus diferentes niveles de atención: educación, promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación. Para ello, valoramos tanto situaciones individuales, como familiares y colectivas, en los medios intrahospitalarios y extra-hospitalarios. Las enfermeras debemos liderar los cuidados y, por tanto, poseer competencias profesionales basadas en una adecuada formación.

En el caso de las enfermeras especialistas en salud mental, responden a una alta cualificación tras dos años de estudios en la especialización por la vía de la residencia y los cuatro del Grado. Tienen presencia en el ámbito comunitario, no solo en los servicios socio-sanitarios clásicos, sino también con el trabajo de apoyo en otros estamentos como las consejerías de Sanidad de los Ayuntamientos y en el ámbito escolar, tanto en primaria como en secundaria.

Cada vez son más las comunidades autónomas que están abriendo bolsas de trabajo para las distintas especialidades de Enfermería en Salud Mental, aunque a distinto ritmo

¿Está suficientemente reconocida y consolidada la categoría de enfermera especialista en Salud Mental en España?
Pensando en el conjunto de España, se va incrementando el porcentaje de puestos para especialistas, pero aún es insuficiente. Cada vez son más las comunidades autónomas que están abriendo bolsas de trabajo para las distintas especialidades de Enfermería en Salud Mental, aunque a distinto ritmo.

¿Qué se puede hacer para mejorarlo?
La necesidad de seguir potenciando los cuidados de la salud mental en la comunidad, requiere que la formación especializada de las enfermeras sea fundamental dentro del sistema nacional de salud. Aún se puede caer en el error de que las enfermeras sean consideradas como generalistas, que valen para todo. Eso, sin duda, dificulta el buen funcionamiento de los equipos de trabajo en servicios especializados.

Se está invirtiendo en formación específica que luego no se rentabiliza. ¿Por qué muchas de las enfermeras especialistas están en otros puestos que no son los de su especialidad y en el puesto de su especialidad está un generalista? Habría que reflexionar sobre esta cuestión.

También sería necesario trabajar por tener mayor presencia en los medios de comunicación para sensibilizar a la población sobre lo que representa ser enfermera de salud mental. Las enfermeras debemos de estar convencidas de la responsabilidad que comportan nuestras competencias, asumiendo la independencia que requiere el desarrollo profesional desde el punto de vista individual y colectivo.

No podemos olvidarnos de aquellas enfermeras no especialistas que llevan muchos años de dedicación profesional en el ámbito de la salud mental y que atesoran una gran experiencia

¿Todos los profesionales de enfermería están capacitados para dedicarse a los cuidados en salud mental o se necesita una formación específica?
Por supuesto, todos los profesionales enfermeros que trabajen en todas sus facetas: prevención, promoción, atención comunitaria, hospitales de día, unidades de Aagudos, etc. Sin embargo, si queremos liderar los cuidados en salud mental y dar respuesta a los graves problemas a los que nos enfrentamos en este terreno, la especialización se hace imprescindible. Esto permitirá una mayor visibilidad en los avances de nuestra profesión, crecer profesionalmente en la esfera de los conocimientos y mejorar nuestro desempeño profesional. Esperamos que, en algunos años, el ser especialista sea un requisito para trabajar en estos servicios, porque daremos mejor calidad a las personas que atendemos.

No podemos olvidarnos de aquellas enfermeras no especialistas que llevan muchos años de dedicación profesional en el ámbito de la salud mental y que atesoran una gran experiencia y conocimientos. De alguna manera habría que generar algunas vías extraordinarias para normalizar su especialización.

¿Qué importancia tiene que los enfermeros trabajen de manera multidisciplinar con otros profesionales sanitarios?
En salud mental el trabajo multidisciplinar es un pilar fundamental, porque todos sus integrantes giran en torno a las necesidades de la persona y familia que atendemos. Cada profesional con sus competencias profesionales, pero todos igual de importantes. Formamos parte de un equipo más amplio de salud y atención social y trabajamos en colaboración con psiquiatras, psicólogos, terapeutas ocupacionales, psicoterapeutas, trabajadores sociales y muchos otros, para la mejora de la calidad de vida de las personas que padecen alguna enfermedad mental, logrando que puedan llevar una vida digna, independientemente de su enfermedad.

Nuestra función es acompañar y ofrecer las herramientas necesarias a las personas y familiares que padecen algún trastorno mental para lograr las máximas cotas de bienestar

¿Qué cuidados principales requieren los pacientes con trastornos mentales?
Las enfermeras de salud mental enuncian sus diagnósticos a partir de los problemas que presentan las personas con trastornos mentales. Son cuidados vinculados no solo a los aspectos físicos con los que muchas veces se identifica a la enfermera, sino también al aspecto psicosocial, muy ligado también a la recuperación para poder vivir gratificantemente en nuestra sociedad.

Para ello, nuestra función principal es acompañar y ofrecer las herramientas necesarias a las personas y familiares que padecen algún trastorno mental para que, de manera autónoma y potenciando su autocuidado, puedan lograr las máximas cotas de bienestar bio-psico-social-cultural y espiritual.

El ámbito de la salud mental es complejo no solo para los pacientes, sino para sus familiares y cuidadores, ¿cómo es la relación con el enfermero? ¿Se establecen vínculos más allá de la práctica asistencial?
La relación de enfermera-paciente-familia no solo es la interpretación de los signos y síntomas. También es preciso establecer una verdadera empatía, entendiéndola como la capacidad de reconocer y compartir emociones y estados de ánimo con la otra persona para comprender el significado de su comportamiento. Una buena relación enfermera-paciente-familia se traduce en una relación ética, en la que los valores de cada uno deben ser conocidos y considerados de igual importancia.

A través de nuestros cuidados, ayudamos a vivir dignamente el proceso en el que el paciente y su familia se encuentran inmersos por la enfermedad, estableciendo relaciones terapéuticas basadas en el respeto y la confianza mutua. Con empatía, escucha activa y profesionalidad.

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