Cristina Cebrián
Uno de los tumores de mama para el que se han desarrollado nuevos tratamientos en la última década es el cáncer de mama metastásico HER2+. En España, existen múltiples tratamientos aprobados y disponibles, de acuerdo con las guías de tratamiento internacionales. “Tenemos la suerte en nuestro país de que los fármacos más novedosos, aunque más tarde de lo que nos gustaría, también se han aprobado y están disponibles en el Sistema Nacional de Salud”, destaca el Dr. Rodrigo Sánchez-Bayona, oncólogo de la Unidad de Cáncer de Mama y Ginecológico del Hospital 12 de Octubre de Madrid.
Gracias a este acceso, se está alcanzando uno de los objetivos para este tipo de tumor, que afecta a alrededor de un 20% de las pacientes: prolongar la supervivencia. En concreto, el Dr. Sánchez-Bayona recuerda que muchas de las pacientes llegan a ser largas supervivientes, con más de cinco años de supervivencia desde que reciben el diagnóstico de enfermedad avanzada. Uno de los nuevos tratamientos disponibles es tucatinib, un inhibidor reversible de la tirosina quinasa, en combinación con trastuzumab y capecitabina, que aumenta y estabiliza los niveles de HER2 en la
superficie celular revirtiendo las resistencias generadas por ADCs previos.
¿Las pacientes con cáncer de mama metastásico HER2+ tienen menos visibilidad que otras patologías oncológicas? ¿A qué se debe?
El cáncer de mama es una enfermedad muy presente en los medios, quizás influido en gran parte por su alta incidencia y prevalencia. Las asociaciones de pacientes y las campañas de concienciación contribuyen a dar visibilidad al cáncer de mama.
Para las pacientes con cáncer de mama metastásico HER2+, en España existen múltiples tratamientos aprobados y disponibles según las guías de tratamiento internacionales
No obstante, sabemos que no todos los tipos de cáncer de mama son iguales. En concreto, el cáncer de mama HER2 positivo es un tipo de cáncer que afecta a aproximadamente un 15-20% de las pacientes. A veces también es más desconocido, a pesar de que es uno de los tumores de mama donde más se han desarrollado los nuevos tratamientos en la última década.
¿Cuál es el contexto actual de estas pacientes en España?
La mayor parte de las pacientes con cáncer de mama metastásico en nuestro país han tenido previamente un tumor primario de mama y, posteriormente, una recaída a distancia. Las pacientes metastásicas al diagnóstico son muy poco frecuentes y representan menos del 10% de los casos de cáncer de mama metastásico. En concreto, para las pacientes con cáncer de mama metastásico HER2+, en España existen múltiples tratamientos aprobados y disponibles de acuerdo con las guías de tratamiento internacionales.
Tenemos la suerte en nuestro país de que los fármacos más novedosos, aunque más tarde de lo que nos gustaría, también se han aprobado y están disponibles en el Sistema Nacional de Salud. Este acceso a las nuevas terapias está consiguiendo prolongar la supervivencia de nuestras pacientes y muchas de ellas llegan a ser largas supervivientes, con más de cinco años de supervivencia desde el diagnóstico de la enfermedad avanzada.
Cada nuevo fármaco es una nueva oportunidad y una posibilidad de prolongar la supervivencia en este tipo de pacientes
¿Qué supone la llegada de nuevos tratamientos como tucatinib?
Principalmente, tener una nueva línea terapéutica disponible para nuestras pacientes. No hay que olvidar que para las pacientes con cáncer de mama HER2+ metastásico, aunque el pronóstico ha mejorado mucho en los últimos años, sigue siendo una enfermedad prácticamente incurable. Es por ello por lo que muchas de las pacientes pasan por varias líneas sucesivas de tratamiento. Por tanto, cada nuevo fármaco es una nueva oportunidad y una posibilidad de prolongar la supervivencia en este tipo de pacientes.
Además, tucatinib es un fármaco muy activo en las metástasis cerebrales, un nicho clínico donde habitualmente los tratamientos sistémicos son menos eficaces. En el estudio que llevó a la aprobación de tucatinib se incluyó un alto porcentaje de pacientes con metástasis cerebrales y se vio que mejoraba la supervivencia global de estas pacientes en más de un año. Un dato muy interesante que se vio en este estudio es que el fármaco no solo controlaba las metástasis cerebrales ya existentes, sino que también reducía de manera significativa la aparición de nuevas metástasis.
¿Qué aporta la primera evidencia en práctica clínica real con tucatinib en la patología?
Los estudios de vida real, a diferencia de los ensayos clínicos donde existe una mayor selección de pacientes, aportan un valor más pragmático por el tipo de pacientes a los que se prescribe el fármaco en un escenario de práctica clínica habitual. Por ello, cuando los datos de vida real son consistentes con los datos del ensayo clínico, confirman la efectividad del fármaco en una población de pacientes no seleccionada. En estos estudios la población incluida es mucho más variada en cuanto a pronóstico y tratamientos previos recibidos.
Cuando los datos de vida real son consistentes con los datos del ensayo clínico, confirman la efectividad del fármaco en una población de pacientes no seleccionada
¿Cuáles son las principales conclusiones de los estudios Komodo y Flatiron?
El estudio Flatiron es un estudio retrospectivo de vida real en Estados Unidos, que incluye más de 180 pacientes tratadas con tucatinib. La mayor parte de ellas (71%) tenía metástasis cerebrales en el momento de empezar el tratamiento, y si bien las pacientes incluidas no se pueden comparar directamente con el ensayo clínico original, los datos de este estudio muestran una mediana de supervivencia global, mediana de tiempo hasta el siguiente tratamiento y mediana el tiempo hasta la discontinuación muy similar a los del ensayo clínico. Reforzando así los datos de la eficacia del fármaco.
Además, en este estudio se contaba con algunas pacientes que recibieron tucatinib tras los nuevos anticuerpos conjugados que se utilizan actualmente en cáncer de mama metastásico HER2+ y se vio que tucatinib mantenía su actividad incluso en líneas posteriores. El estudio Komodo, también un estudio retrospectivo estadounidense, incluyó más de 500 pacientes tratadas con tucatinib. Los datos de vida real en supervivencia global, tiempo hasta la siguiente terapia y discontinuación fueron también positivos, con aproximadamente el 50% de las pacientes en tratamiento después de 12 meses de haber iniciado tucatinib. Esto demuestra la tolerancia y efectividad del fármaco en un escenario de vida real.
La investigación actual se centra en el desarrollo de esquemas de combinación de terapias anti-HER2 que pueden evitar o retrasar la aparición de resistencias al tratamiento durante la fase de mantenimiento
¿Cómo impacta este tratamiento en la calidad de vida de las pacientes?
Tucatinib, al ser un fármaco oral que se administra en combinación con capecitabina también oral y trastuzumab, que se puede administrar por vía subcutánea, representa un esquema de tratamiento cómodo de administrar para las pacientes por no requerir una vía intravenosa. Además, es un esquema que no produce alopecia, algo muy relevante desde el punto de vista físico y del bienestar de las pacientes.
¿Qué perspectivas de futuro tiene esta enfermedad según la investigación actual?
La investigación actual se está centrando, por un lado, en el desarrollo de esquemas de combinación de terapias anti-HER2 que pueden permitir evitar o retrasar la aparición de resistencias al tratamiento durante la fase de mantenimiento. Esto consigue que las pacientes puedan estar más tiempo en tratamiento y prolongar cada vez más su supervivencia.
Así también surge una nueva necesidad del cuidado de las pacientes que son largas supervivientes. Por ello, la toxicidad tanto a medio como a largo plazo debe ser un tema importante para valorar cuando se discute con la paciente las opciones de tratamiento. Otras líneas de investigación son la integración de las nuevas plataformas genómicas y la detección de enfermedad mínima residual mediante la biopsia líquida. También se está investigando acerca de las metástasis cerebrales, tanto en su detección de forma precoz como en evitar su aparición.