J.P.R. (Salamanca)
Las vacunas son una herramienta clave en la reducción del uso de antibióticos. Desde la implementación del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN) en 2014 se ha conseguido reducir el uso de antibióticos en humanos un 13% y en animales un 70%. Pese a esta disminución el consumo, España cuenta con un amplio margen de mejora. La inmunización de la población puede ayudar a sacar a nuestro país del ranking de los países que más antibióticos utilizan.
“Sólo la vacuna de la gripe puede reducir el consumo de antibióticos en casi un 40%, esto es fundamental puesto que las resistencias antibióticas causan 35.000 muertes al año en la UE y están consideradas como una de las amenazas a la salud global por parte de la OMS en 2019”, expuso el Dr. Jaime Pérez, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), durante el seminario Diálogos MSD Inventing for Life: Un mundo, una salud.
El incremento del uso de vacunas puede ayudar a sacar a nuestro país del ranking de los países que más antibióticos utilizan
El Dr. Pérez defiende un cambio de criterio en la evaluación de nuevas vacunas para incorporar indicadores de reducción de uso de antimicrobianos. “De igual forma que en los planes sobre resistencias se mencionan las vacunas, en los planes de vacunación debe incorporase la disminución de consumo antibiótico”, añadió.
Las cifras de fallecidos por multirresistenias incluso podrían ser más altas. Un estudio reciente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) estima más de 22.000 muertes este año en nuestro país por bacterias multirresistentes. “Cuantas más infecciones podamos evitar, mejor podremos frenar esta pandemia silenciosa”, insistió el presidente de la AEV. El coste también se puede medir desde la perspectiva económica. “Un paciente que ingresa en el hospital por una bacteria multirresistente permanece más tiempo en el hospital. El coste provocado por una bacteria multirresistentes es 2,3 veces superior al de una bacteria sensible”, explicó el Dr. Rafael Cantón, coordinador clínico del European Committee of Antimicrobial Susceptibility Testing.
Enfoque OneHealth
Las vacunas es solo uno de los escalones para la reducción de las resistencias a los antimicrobianos. Los estados y las organizaciones supranacionales trabajan para la incorporación del enfoque One Health a sus políticas de salud. “A través de la fabricación de vacunas y medicamentos para la prevención de enfermedades en personas y animales, así como la reducción de la población de vectores, mostramos cómo la salud de todas las especies está intrínsecamente relacionada. Al mismo tiempo, es necesario contribuir al fomento de políticas públicas capaces de garantizar una mayor protección de la salud de las personas, animales y su entorno”, subrayó el Prof. Bruno González-Zorn, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid y asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en resistencia a los antibióticos desde una perspectiva One Health.
Este enfoque ha generado una necesidad de una mayor colaboración entre los profesionales implicados en este objetivo. “Las resistencias es una asignatura pendiente y seguimos suspendiendo. No solo queremos aprobar sino que queremos nota. Los profesionales tenemos que trabajar con esa perspectiva One Health y llegar a la población”, añadió el Dr. Cantón.
Este trabajo multidisciplinar va más allá de los profesionales sanitarios. “Estamos incorporando sociólogos y antropólogos para entender la relación de los españoles con los antibióticos. En España, un 95% tiene un antibiótico en casa, en Suecia un 0%. Un antibiótico no es una aspirina. Necesitamos entender por qué los médicos prescriben antibióticos cuando no es necesario”, insistió.
Los nuevos antimicrobianos han permitido afrontar parte del problema pero resulta necesario el desarrollo de nuevas moléculas. “Se han conseguido nuevos antimicrobianos, asociaciones de betalactámicos conocidos con nuevos inhibidores de betalactamasas y una nueva cefalosporina, que evitan de forma eficiente resistencias con elevado impacto. No obstante, necesitamos seguir investigando en nuevas dianas, explorar estrategias innovadoras como la fagoterapia, la trasferencia de microbiota o los sistemas de edición genética, así como potenciar proyectos que nos hagan entender mejor los mecanismos de transmisión y selección de bacterias resistentes y multirresistentes”, destacó el Dr. Cantón.