Dr. Martiniano Francischetti: “Los pacientes que son bien tratados con láser no vuelven a una técnica convencional”

Director Especialidad Láser Universidad Católica San Antonio de Murcia y director Fellowship Láser Universidad de Génova

Fátima Del Reino (Santiago de Compostela)
El uso de la tecnología láser en odontología ha supuesto un beneficio infinito para los profesionales, pero sobre todo para el paciente. Así lo asegura el Dr. Martiniano Francischetti, director Especialidad Láser Universidad Católica San Antonio de Murcia y director Fellowship Láser Universidad de Génova. “El profesional tiene que comprar un equipo de láser y tiene que aprender de láser. Los pacientes que son bien tratados con láser no vuelven a una técnica convencional”, destaca en una entrevista concedida a iSanidad durante el Primer Simposio Internacional de Láser Odontológico organizado por Láser Odontologico Academy, en el que recuerda que es fundamental recibir la formación necesaria para trabajar con estos equipos y que la única limitación de la utilización del láser es la ignorancia.

¿Cómo ha evolucionado el uso de la tecnología láser en odontología a lo largo de los últimos años?
La odontología láser no es nueva, es una tecnología que se utiliza en odontología en los últimos 28-30 años de nuestra profesión. Cuando te refieres a la evolución, realmente lo que son longitudes de onda, no han evolucionado mucho ya que en teoría lo que han evolucionado son los dispositivos y los equipamientos que nos permiten a nosotros hacer tratamientos más rápidos y predecibles que hace 20 años.

Esta tecnología es sencilla y básica. Tiene tres aspectos fundamentales que son claves para un odontólogo o incluso, en el aspecto médico. El aspecto número uno es la descontaminación, la eliminación de bacterias y de microorganismos en todos los aspectos de la odontología.

Otro aspecto por el cual la gente cree que la tecnología láser sirve solamente para esto, es la parte quirúrgica. Asocian el láser a lo que es cirugía, a corte y coagulación. Eso está muy bien, pero lo más interesante de esta especialidad o de esta tecnología es la medicina o la biología fotónica, donde con un buen dispositivo láser, nosotros podemos o permitimos que las células comiencen su desarrollo de una forma más rápida, más precisa y generando lo que se llama mitosis o miosis celular de mejor calidad. Esto significa que en odontología todo el tiempo necesitamos reparación de los tejidos y en la medicina también.

Hoy con la medicina fotónica trabajamos a nivel local y a nivel sistémico. Su evolución en los últimos seis años fue enfocada pura y exclusivamente, no solamente a la parte local, sino a ampliar el campo de la utilización de esta tecnología en distintas áreas de la odontología y de la medicina.

¿En qué formas la implantología dental y el láser odontológico pueden ser compatibles?
No es que sean compatibles, sino que prácticamente hoy la odontología, la implantología y el láser son una herramienta fundamental para mejorar la predictibilidad de ese implante para asegurarnos de que ese elemento extraño que colocamos en el cuerpo tenga una mayor tasa de éxito. También se acortan los tiempos, lo que supone que la cirugía sea menos invasiva y traumática que antes y, sobre todo, trabajar tanto lo que es la colocación de un implante como las posibles complicaciones de implantología de una forma lo más biológica posible.

“Los beneficios del uso del láser son infinitos, pero el más beneficiado aquí es el paciente”

¿Cuáles son los beneficios y las limitaciones del uso de láser en procedimientos odontológicos?
Yo te diría que no tenemos límites. Siempre digo que el límite de la utilización del láser es la ignorancia. El desconocimiento que hoy tenemos del láser hace que no creamos en esta tecnología. Otro gran problema es que esta tecnología se enseña muy poco, entonces la gente o el profesional piensa que comprando un dispositivo ya está todo hecho, y por eso no tenemos el resultado esperado.

Esto hay que estudiarlo y también hay que entenderlo. Una vez ya lo hemos estudiado entendemos que es un viaje de ida, pero que hay una curva de aprendizaje, y no es un mes. Una curva de aprendizaje en un láser de diodo básico es de tres a cuatro meses y una curva de aprendizaje en un Erbium Yag básico es de seis a ocho meses.

Por lo tanto, los beneficios son infinitos, pero el más beneficiado aquí es el paciente. El profesional tiene que comprar un equipo de láser y tiene que aprender de láser. Los pacientes que son bien tratados con láser no vuelven a una técnica convencional.

¿Puede proporcionar ejemplos específicos de casos en los que el láser ha marcado una diferencia significativa en el resultado del tratamiento?
El láser marca una diferencia significativa en casos como un paciente con neuralgia del trigémino, un paciente con una parestesia, un paciente con un sistema inmunológico deprimido, pacientes fóbicos, en niños y en pacientes con capacidades diferentes.

“El desconocimiento que hoy tenemos del láser hace que no creamos en esta tecnología”

¿Cómo ha cambiado la implantología dental con los avances tecnológicos y cuáles son los principales desafíos futuros?
Los principales desafíos del futuro para un odontólogo es el tiempo. Vivimos en un mundo de en el que todo lo queremos ya. Antes, nosotros cuando queríamos remplazar un diente fijo lo tallábamos, luego le poníamos un implante, y lo único que hoy la tecnología láser no logra es tallar un diente. Si bien la tecnología ha logrado hacer un escaneado para hacer un diente artificial de forma muy rápida y menos invasiva.

Yo creo que el próximo salto cuántico de los láseres van a ser los láseres de picosegundos, que ya están, y los de femtosegundos, que van a permitir en un femtosegundo o en tiempos muy reducidos, sin anestesia y sin que el paciente se de cuenta, que tengamos una superficie totalmente como la que queramos diseñar a través de un ordenador.

¿Cuáles son los principales errores que se cometen en tecnología láser en odontología?
Los principales errores que cometemos es que basamos todo nuestro futuro en una máquina, y la máquina simplemente es una herramienta. Necesitamos el conocimiento para hacer un buen diagnóstico, para hacer una buena planificación y buen tratamiento. El principal error es que la máquina no nos va a sustituir todo el conocimiento que nosotros debemos tener previo a hacer la intervención en el paciente. La máquina nos va a ayudar a que ese tratamiento sea más predecible, más corto y efectivo. El error principal es decir “esto no sirve” cuando no sabemos absolutamente nada, y no estudiamos si sirve o no sirve.

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