Redacción
Nombres, direcciones, fechas de nacimiento, historial de compras, anuncios en los que se ha hecho clic, preferencias y aversiones en redes sociales, amigos, interacciones, actividad en Linkedin o información de correo electrónico son informaciones personales que vamos dejando en la red, nuestras huellas digitales que, paso a paso, con cada visita a un sitio web o cada interacción en línea, va conformando el relato del historial digital de cada uno.
La proveedora de servicios informáticos Zenshield advierte de que un reciente estudio global indicaba que el 85% de los entrevistados no sabían que sus huellas digitales privadas se recopilaban y comercializaban en grandes cantidades por empresas tecnológicas. Mediante la compilación sistemática de las huellas digitales crean perfiles de información que después se venden.
Mediante la compilación sistemática de las huellas digitales crean perfiles de información que después se venden
“Estos perfiles de datos pueden proporcionar una vista asombrosamente omnisciente de tu personalidad en línea. De manera preocupante, estos perfiles son regularmente intercambiados de forma lucrativa en el mercado de datos desregulado”, manifiesta Steffan Black, experto tecnológico de Zenshield.
El experto señala que este tipo de práctica “golpea el núcleo de los conceptos de privacidad y consentimiento”. Mientras los usuarios normalmente no son conscientes de la utilización no autorizada de su información personal. Son varios los efectos que tiene esta práctica.
Steffan Black: “De manera preocupante, estos perfiles se intercambian regularmente y de forma lucrativa en el mercado de datos desregulado”
Em primer lugar se incrementa la publicidad dirigida. Según un estudio realizado por el Pew Research Center, más del 80% de los usuarios de Internet en Estados Unidos sienten que anunciantes y plataformas de redes sociales les rastrean, lo que da lugar a publicidad dirigida. En segundo lugar, señalan el auge de los delitos cibernéticos. Según datos de la Comisión Federal de Comercio (FTC), las quejas por suplantación de identidad en Estados Unidos ascendieron a 1,4 millones en 2022, marcando un notable incremento en comparación con años anteriores.
En tercer lugar, la diseminación de desinformación y noticias falsas. Según una investigación de Proceedings of the National Academy of Sciences las falsedades se propagan seis veces más rápido que la información verídica en plataformas de redes sociales.
¿Qué se puede hacer? “La concienciación es el primer paso para resolver este problema”, ha afirmado Black. Aconseja tomar conciencia sobre el intercambio de datos, evitando proporcionar información personal innecesaria, especialmente en foros públicos y sitios web, y prestar atención a lo que se comparte online para minimizar el riesgo de mal uso de datos.
La utilización no consentida de las huellas digitales facilta el aumento de la publicidad dirigida, los delitos de suplantación de identidad y la diseminación de desinformación y noticias falsas
En segundo lugar, mantener las configuraciones actualizadas periódicamente y limitar la visibilidad de la información personal. También recomienda utilizar el cifrado y las redes privadas virtuales para proteger nuestras actividades en línea de miradas intrusivas, sobre todo si se usan redes Wi-Fi públicas. Por último, recomienda eliminar los datos innecesarios, ya que muchos sitios de intermediarios de datos almacenan grandes cantidades de información personal. Por lo que aconseja explorar las opciones para solicitar la eliminación de tus datos de los sitios web de los intermediarios de datos para minimizar su accesibilidad.
“Cada uno de nosotros tendrá que asumir la responsabilidad de proteger no solo nuestras huellas digitales, sino también las de nuestra sociedad en su conjunto”, afirma Steffan Black. Recuerda, además, que la privacidad no es un privilegio, es un derecho básico.
