Factores psicológicos como la ansiedad pueden estar detrás del exceso de medicación en adolescentes con dolor crónico

Un estudio de la Universidad Rovira i Virgili demuestra la importancia de los pensamientos en la gestión del dolor crónico en las personas de 12 a 18 años

Adolescentes-dolor

Redacción
El consumo de medicamentos para controlar el dolor crónico entre la población adolescente puede deberse a factores psicológicos como la ansiedad o los pensamientos negativos que sufren los adolescentes. Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por investigadores de la Cátedra de Dolor Infantil de la Universidad Rovira y Virgili por el que han identificado factores psicológicos que explican, en parte, el uso de medicamentos para controlar el dolor crónico entre los adolescentes.

Así, la investigación evidencia que para mejorar el tratamiento y la gestión del dolor crónico hay que tener en cuenta estos factores psicológicos, como la ansiedad y, sobre todo, los pensamientos negativos que acostumbran a tener las personas con dolores persistentes. “Más allá de la intensidad y la interferencia del dolor, los pensamientos negativos, catastróficos, que tienen relación con el dolor explican significativamente el uso de medicamentos para mitigarlo. Los datos ponen de manifiesto que quizás los fármacos no se utilizan adecuadamente, como se podría esperar en función de la intensidad o del impacto del dolor”, asegura Jordi Miró, director de la Cátedra de Dolor Infantil y coordinador del grupo de investigación Algos de la URV.

Para mejorar el tratamiento y la gestión del dolor crónico hay que tener en cuenta factores psicológicos, como la ansiedad y los pensamientos negativos

Según el especialista, los pensamientos catastróficos y que el paciente piense en posibles repercusiones futuras o que muestre desconfianza en la capacidad propia para afrontarlo, es lo que hace que se perciba el dolor como más intenso y que se abuse de la medicación. Además, recuerda que los adolescentes con estos pensamientos más negativos son quienes toman medicamentos con más asiduidad.

Si en futuras investigaciones se confirmasen estos datos, “los programas de tratamiento tendrán que tener muy en cuenta los pensamientos de los pacientes, puesto que, si se consigue modificarlos, hacer que tengan una actitud menos negativa, se podrá ayudar a gestionar mejor el dolor y a utilizar la medicación de una manera más adecuada”, detalla Miró.

Jordi Miró: “Los programas de tratamiento tendrán que tener muy en cuenta los pensamientos de los pacientes para ayudar a gestionar mejor el dolor

El trabajo se ha realizado a partir de encuestas a 320 adolescentes de 12 a 18 años de Reus. Todos ellos forman parte de un estudio epidemiológico longitudinal realizado en escuelas e institutos que inició hace cinco años el grupo de investigación Algos. En este se recogen de forma periódica datos diversos para tener la máxima información y así desarrollar programas que mejoren la prevención y el tratamiento del dolor crónico.

En este sentido, el Camp de Tarragona cuenta con el programa para el estudio y el tratamiento del dolor crónico infantil del Hospital Sant Joan de Reus, gestionado por el equipo de Jordi Miró. Se trata de un servicio gratuito, único en España y de los pocos en el ámbito europeo, que desde la Cátedra de Dolor Infantil de la URV reivindican por su gran utilidad a la hora de hacer frente a una problemática que va en aumento. Según estudios recientes de esta cátedra, el dolor crónico entre la población infantil y juvenil ha aumentado nueve puntos los últimos 15 años.

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