Diego Gómez-Costa: “Durante mi gestión hemos pensado en la odontología del siglo XXI, incorporando aparatología puntera y repotenciando equipos”

Exdirector general de la Fundación Clínica de la Universidad Rey Juan Carlos

Pablo Malo Segura
Jennifer Casado (fotografías y vídeo)
Diego Gómez-Costa ha decidido no postularse a la consolidación de la plaza de su puesto como director general de la Fundación Clínica de la Universidad Rey Juan Carlos al cumplirse los 3 años de su llegada a ese cargo. En una videoentrevista con iSanidad ha realizado un balance de la evolución de la clínica durante el periodo en el que ha ostentado este cargo, en el que destaca que se ha pensado en la “odontología del siglo XXI” y donde tuvo que hacer frente a la época postpandemia.

En concreto, ha repasado el trabajo realizado en formación, investigación y divulgación sanitaria y los desafíos de cara al futuro para terminar el proceso de modernización del centro, subrayando que los pacientes y los estudiantes tienen que ser los ejes en los que se enfoque su gestión. Finalmente, ha reivindicado que “se ha demostrado con creces que un odontólogo preparado y con experiencia, puede realizar una gestión excelente de un centro sanitario”.

¿Cómo ha evolucionado la Clínica Universitaria de la Universidad Rey Juan Carlos durante su etapa como director general?
La clínica ha evolucionado de una manera ascendente. Empezamos por la estructura de la clínica, organizando los departamentos por áreas que no fueran tan jerarquizadas, dependiendo solamente de un director general. Creamos una estructura más parecida a una institución sanitaria como la que somos, para poder delegar las funciones correctas y que la operatividad de la clínica mejorase y así ha sido.

“Hemos combinado la gestión y la atención al paciente con una formación de calidad a los estudiantes, y a la vez, incrementado el número de atención a pacientes y mejorado en el desarrollo de las prácticas académicas”

¿Cuáles han sido las principales iniciativas realizadas en materia de formación en este periodo donde las nuevas tecnologías cada vez adquieren una mayor importancia?
Durante mi gestión hemos intentado crear una sensación de grupo con el equipo que conforma la toma de decisiones de la clínica, pensando en la odontología del siglo XXI y en dar una gestión operativa y al día a los títulos de formación de otras ramas sanitarias. Hemos incorporado aparatología puntera en cada una de las clínicas y repotenciado los equipos dentales de la clínica y de las zonas donde destinamos o hay gabinetes destinados para la cirugía. Con respecto a iluminación, contamos con equipamiento con motores más avanzados y adecuados para evitar incidencias. Además, hemos trabajado mucho en el flujo digital para que puedan utilizarlo los alumnos de grado, incluso desde los preclínicos. También en los másteres para poder incluir la ortodoncia invisible, como se lleva haciendo desde hace dos años, y trabajar cada vez más con el flujo digital con los laboratorios.

En otras áreas se ha trabajado colaborando con investigadores e instituciones afines para reconvertir espacios y dejar instalaciones punteras en áreas de fisioterapia y de rehabilitación neurosensorial, así como redistribución de consultas psicológicas y pequeñas adaptaciones para convertirlas en espacios más acogedores.

¿Qué importancia tienen las actividades de investigación en el día a día de la Clínica Universitaria? ¿Destacaría alguna que haya tenido una especial relevancia en su trayectoria al frente de la clínica?
La investigación, que es uno de los pilares que desde el rectorado quieren impulsar en la clínica, fomenta la participación entre el equipo docente y el equipo de gestión de la clínica. Nosotros facilitamos recursos y los docentes plantean los proyectos, ideas o protocolos. Esto sitúa a la clínica junto con la URJC, ya que somos adscritos a ellos, en una posición de aportar conocimiento y avanzar un poco más en la odontología y otras áreas de la salud desde dentro para poder venderlo al exterior con un punto de vista que me permite mi perfil académico y de gestión, que me ha dado mucha ventaja en esta institución.

“La investigación fomenta la participación entre el equipo docente y el equipo de gestión de la clínica. Existen varios proyectos muy novedosos, sobre todo a nivel de materiales”

En este periodo, la petición de colaboración para participación en proyectos ha incrementado cada vez más. Prefiero no mencionar ningún proyecto en particular, pero existen varios muy novedosos, sobre todo a nivel de materiales. La idea es ver si es posible que la Fundación abarque más de la investigación que se hace en ciencias de la salud.

¿Cuáles han sido los principales objetivos de la clínica universitaria en materia de divulgación sanitaria?
Uno de los departamentos que tuve que transformar cuando llegué fue el de comunicación. Era un departamento que se utilizaba solamente para hacer comunicados internos a los trabajadores y en las redes sociales solamente existía un pequeño blog o foro que tenía algunos seguidores, pero no era lo que buscaba para el siglo XXI.

Se realizó una reestructuración que era necesaria en ese momento. Desde entonces hemos intentado dar voz a personas expertas en el campo de la divulgación sanitaria para que nos ayuden a la difusión de lo que hacemos y de lo que acontece alrededor de la odontología y de todas las áreas que tienen relación con nosotros como es la fisioterapia, la psicología, la neuropsicología y la terapia ocupacional. Cuando llegué, la Clínica Universitaria no la conocían ni siquiera algunos de los propios estudiantes de la URJC. Somos campus muy diversos, pero la relación con el equipo de comunicación de la URJC y a través de las redes sociales (antes simbólica) ha avanzado. En la lectura de las memorias anuales se puede ver que cada vez hay más divulgación.

“Hemos intentado dar voz a personas expertas para que nos ayuden a la divulgación de lo que hacemos y de lo que acontece alrededor de la odontología y tiene relación con nosotros como es la psicología, la fisioterapia, la neuropsicología y la terapia ocupacional”

Uno de los desafíos en su etapa como director general de la Clínica Universitaria ha sido hacer frente a la época postpandemia. ¿Cómo se ha afrontado esta situación y de qué forma ha afectado al funcionamiento de la clínica?
Soy de las personas que se quedan con lo bueno y eliminan lo malo. Sufrí la pandemia como director del Servicio de Odontología, plaza anteriormente consolidada. Tuvimos suerte porque como buen gallego, fui previsor e hicimos aprovisionamiento en diciembre y enero cuando ya se empezó a ver las noticias que venían de China. Por tanto, no nos faltó nunca ningún material ante la intuición de que algo malo se avecinaba.

Cuando me tuve que enfrentar a la postpandemia ya era director general y me tocó liderar un equipo más o menos de 80 personas. Tuve que lidiar con una carencia afectiva de muchas personas fruto de la soledad que vivimos en la época de pandemia, donde las personas venían con mucho miedo y no sabíamos a lo que nos íbamos a enfrentar. Lo primero era dar seguridad a los trabajadores con todos los equipos necesarios de protección personal para nuestros sanitarios y los pacientes, así como tratar de tener una comunicación muy fluida con la estructura diseñada y con todas las personas que no dependiendo de la Clínica ocupan puestos que necesitan de una relación estrecha.

Yo me he enfocado en un liderazgo de coaching que consiste en tratar bien a las personas que estén abiertas a la positividad, para que esas carencias que sufrimos durante la pandemia por el aislamiento social se superasen y poder volver a la normalidad que vivimos hoy en día. La parte de trabajar con equipos es algo que un gestor de proyectos debe saber enfrentar con acritud, las personas tienen muchas veces perspectivas auto-concebidas y mis puertas siempre han estado abiertas para poder ayudar a quién lo necesitara.

“Tuve que lidiar con una carencia afectiva de muchas personas fruto de la soledad que vivimos en la época de pandemia, donde las personas venían con mucho miedo”

¿Cuáles son los retos pendientes de cara al futuro para la Fundación de la URJC?
El reto pendiente es terminar con el proceso de modernización de la clínica. En mi etapa he intentado mejorar las áreas de espera. Pacientes y estudiantes tienen que ser los ejes en los que se enfoque la gestión de la clínica. Para ambos se están implementando herramientas que ya se ven en hospitales de gestión privada, y en algunos públicos, como la automatización de las citas. Esto permite llegar a una institución, recoger un papel, y que haya una llamada automática para dirigirse al sitio donde vas a ser atendido y dejar de lado toda la gestión engorrosa de acercarse al mostrador.

Tenemos que ir educando a la gente, pero estas herramientas van a ayudar y facilitar mucho el día a día a los profesionales, alumnos y pacientes que acuden a la clínica para seguir consolidándonos como un centro de referencia de la zona y poder crecer en las carteras existentes de servicios. Es necesario seguir trabajando y mucho con las personas, ya que una institución es un ente vivo que lo forman quienes están en ella y sus colaboradores.

“Se están implementando herramientas como la automatización de citas que van a facilitar mucho el día a día de profesionales, alumnos y pacientes”

¿Quiere trasladar algún mensaje de despedida tras su periodo al frente de la clínica?
Simplemente quiero dar las gracias por estos tres años en los que el equipo rectoral siempre me dio su apoyo. Quiero agradecer a las personas y trabajadores que han comprendido y colaborado con mi manera organizada de transformar los sitios, porque con su ayuda se han hecho realidad muchas de las cosas que deseaba.

Dentro de la gestión que ha habido durante estos tres años me he enfocado mucho en la calidad y la clínica se ha certificado con la norma ISO 9001. He intentado seguir el organigrama y esa estructura, basados en protocolos que ya están escritos, y ponernos al día con una analítica de costes precisa para saber hacia dónde podemos crecer y con cuánto contamos para ello.

Me siento orgulloso de que haya universidades de ámbito público que se fijan en nosotros y nos visitan para intentar copiar el modelo. Esto es una muestra de que lo hemos hecho bien y ya nos conocen fuera. Hemos combinado la gestión y la atención al paciente con una formación de calidad a los estudiantes, y a la vez, incrementado el número de atención a pacientes y mejorado en el desarrollo de las prácticas académicas. Esto es algo que sitúa la Universidad Rey Juan Carlos como la segunda universidad pública de Madrid con el grado de odontología en una posición de ventaja. Debemos saber que lo que ya funciona se debe mejorar, pero no retroceder en atención y formación.

“Me siento orgulloso de que haya universidades de ámbito público que se fijan en nosotros y nos visitan para intentar copiar el modelo”

Por último, quiero recalcar que el mito de que los médicos son los que están preparados para gestionar centros sanitarios conmigo se ha roto. Los odontólogos también pueden ser buenos gestores siempre que estén formados y preparados para ello. Muchas veces hace falta un punto de vista externo que permita llegar a consensos, por lo que un odontólogo experto es un gestor sanitario excelente.

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