Gema Maldonado
La actividad política en el ámbito sanitario lleva días de discrepancias a la hora de aplicar una medida de salud pública como es el uso de mascarillas en centros sanitarios por el pico de infecciones respiratorias agudas que ha vuelto a poner en dificultades a centros de salud y urgencias. En cambio, organizaciones médicas y sociedades científicas han mostrado en estos días una visión diferente, prácticamente unánime, sobre la necesidad de usar esta medida preventiva en espacios sanitarios.
Así lo entiende también el Dr. Rafael Ortí, jefe del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Clínico, que vivió en primera línea la pandemia de Covid-19 y cree que si los consejeros de sanidad “consultan a sus especialistas en medicina preventiva y salud pública, no hay tanta discrepancia sobre las mascarillas”. Unas diferencias que para el expresidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva Salud Pública e Higiene (Sempsph) “surgen cuando empezamos a politizar”.
Por eso defiende el papel de una Agencia Estatal de Salud Pública “independiente” que marque pautas “evitando la politización”. Ante el actual pico de infecciones respiratorias agudas y la decisión de Sanidad de imponer las mascarillas en hospitales y atención primaria, el Dr. Ortí cree que la obligatoriedad se convierte en “necesidad” cuando “se piensa que la situación epidémica puede alterar la atención de otro tipo de pacientes”.
El Dr. Rafael Ortí cree que el uso de mascarillas debería ampliarse a farmacias y centros sociosanitarios
¿Considera necesarias las mascarillas en centros sanitarios y hospitales?
Sí. Una de las actividades que hacemos en nuestro servicio de Medicina Preventiva es la de vigilancia, prevención y control de infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria. Indicamos o prescribimos precauciones de aislamiento para evitar la transmisión en el ámbito sanitario, ya sea entre pacientes, de pacientes a profesionales y también entre los familiares. En esas precauciones se incluye el uso de mascarillas. No veo razón para no poder utilizarlas en otros medios donde hay muchos pacientes con infecciones respiratorias agudas que, lógicamente, se concentran tanto en atención primaria como en hospitales y en farmacias.
¿Ampliaría entonces su uso a farmacias y centros sociosanitarios?
Claro. Ahora hablamos de la gripe, que suele aparecer con el frío, pero si en un futuro hubiera un pico epidémico de Covid-19 en cualquier época del año, ¿por qué no tomar esta precaución? No es una medida para siempre. En una situación de epidemia, la prescripción ha de hacerse en función de la situación concreta y cada Administración sanitaria sabe cuándo se generan problemas.
“Con un aumento de ingresados por infecciones respiratorias, se centraliza el foco de atención en ellos, de la misma manera que ocurre en atención primaria, donde se bloquea el sistema y deja de atenderse a otras personas”
¿Cree que es acertada la idea del Ministerio de imponer las mascarillas en los centros de atención primaria y hospitales de todas las comunidades?
Una infección respiratoria aguda llega a matar a una pequeña proporción de la gente y genera problemas a nivel laboral, familiar y escolar. Pero hay un aspecto más, el nivel comunitario en el ámbito sanitario: cuando hay un aumento de pacientes ingresados por infecciones respiratorias, se centraliza el foco de atención en ellos y consumen muchos recursos, de la misma manera que ocurre en atención primaria, donde también se bloquea el sistema y deja de atenderse a otras personas.
En un mundo ideal donde tuviéramos todos los recursos sanitarios necesarios para la atención individualizada no necesitaríamos tomar medidas tan drástica, pero en una situación de precariedad de recursos sanitarios se pone más en evidencia la necesidad sanitaria de recomendar en alta medida, como ha hecho nuestra sociedad científica, e incluso obligar el uso de mascarillas si se piensa que la situación epidémica puede alterar la atención de otro tipo de pacientes.
“En una situación de precariedad de recursos sanitarios se pone más en evidencia la necesidad de recomendar, incluso obligar, el uso de mascarillas si se piensa que la situación epidémica puede alterar la atención de otro tipo de pacientes”
Algunos consejeros de Sanidad han pedido mayor aval científico para imponer la obligatoriedad de mascarillas en centros sanitarios y no se han mostrado a favor de la medida. ¿Por qué cree que hay estas discrepancias?
Habría que preguntárselo a ellos, porque si consultan a sus especialistas en medicina preventiva y salud pública, no hay tanta discrepancia. Estas surgen cuando empezamos a politizar. Y te pondría ejemplos que hemos vivido. Cuando se quería instaurar el casco en la moto, o el cinturón de seguridad para los conductores, se estuvo debatiendo si hacerlo o no, y las medidas preventivas para reducir el tabaco y minimizar la aparición de cánceres relacionados ha costado muchos años de debate. Cuando los políticos piensan en la expresión social y no tanto en las indicaciones sanitarias se generan este tipo de conflictos.
No fue posible un acuerdo en el Consejo Interterritorial, una situación que recordó a la pandemia. ¿Qué se puede hacer para tomar decisiones de salud pública que sean comunes?
Después de la pandemia se habló de hacer muchas cosas, entre ellas, la creación de la Agencia Estatal de Salud Pública. Una agencia que pedíamos que fuera independiente, técnica, que tuviera capacidad de asesorar e informar adecuadamente a los gobiernos y a los respectivos niveles administrativos. Con una entidad de este tipo, con una voz unánime que marque las pautas evitando la politización, hubiéramos ganado muchísimo en este momento.
“Si los consejeros de Sanidad consultan a sus especialistas en medicina preventiva y salud pública, no hay tanta discrepancia sobre las mascarillas. Estas surgen cuando empezamos a politizar”
Hay que potenciar y poner en el nivel que corresponden todos los servicios de medicina preventiva y de salud pública en el ámbito sanitario y también en la Administración. Si los comparamos con otras especialidades, un servicio de cardiología no es cuestionado por nadie. Cuando hablamos de medidas de este tipo en prevención y salud pública, tenemos evidencia de sobra, más allá de las discusiones científicas, que siembre las habrá.
Por otra parte es muy importante la educación sanitaria. La salud pública no es un problema médico, es un problema social y tiene que estar en la educación, en el mundo laboral, etc. Cuando hablamos de One Health, de relacionar diferentes ámbitos de la salud pública, no se trata de una opinión, sino de algo sobre lo que tenemos cada vez mayor evidencia científica.
¿Deberían marcarse umbrales de incidencias de infecciones respiratorias agudas a partir de las que imponer la mascarilla en centros sanitarios y hospitales?
Sería estupendo. Todo lo que sea tener protocolos y procedimientos globales a partir de cierta situación epidemiológica y en función de los recursos sanitarios que tengamos, que podamos adaptar a cada comunidad, claro que ayudaría.
“Es triste que tengamos que esperar a tener un pico epidémico para empezar a vacunar cuando desde octubre tenemos la campaña abierta para todo el mundo”
¿Está menos dispuesta la sociedad a vacunarse después de la pandemia?, ¿Qué se puede hacer para aumentar tasas de vacunación?
En la Comunidad Valenciana llama la atención que hay menos gente que se pone la vacuna del Covid que la vacuna de la gripe. ¿Por qué? La vacuna de la gripe la conocían de antes y la vacunación en mayores no era cuestionada. La vacuna del Covid-19 generó rechazo, no se hizo una buena comunicación y planificación sobre esta vacuna. No es extraño que la gente diga que de la gripe sí se vacuna, pero del Covid-19 no. Hay un rechazo o un miedo latente.
En general, hemo percibido que la pandemia pasó y ahora no queremos saber nada de ella. No nos gusta lo que nos dijeron de vacunarse o de ponerse mascarillas. Es necesario hacer educación sanitaria, empezando por los colegios, pero a todos los niveles. Eso implica explicar bien las cosas, tener profesionales de la educación, probablemente sociólogos, psicólogos y antropólogos para que se vea que la vacunación es como cualquier otra medida preventiva o terapéutica. Ahora, con todo lo que está ocurriendo, vemos que la gente se está vacunando. Es triste que tengamos que esperar a tener un pico epidémico para empezar a vacunar cuando desde octubre tenemos la campaña abierta para todo el mundo.