El bruxismo, un posible indicador de trastornos más profundos o enfermedades subyacentes

El I Simposio internacional de bruxismo, organizado por la Sociedad Española de Disfunción Craneomandibular y Dolor Orofacial (Sedcydo), ha reunido a cerca de 400 especialistas de diferentes áreas

Redacción
El I Simposio internacional de bruxismo, celebrado en Madrid, confirma el giro en el enfoque científico en el contexto de la salud bucal, especialmente en lo que se refiere a la definición del bruxismo, no como una enfermedad sino como un concepto que abarca muchas actividades de la musculatura masticatoria. “Este gesto, lejos de ser un fenómeno aislado, puede servirnos como indicador de trastornos más profundos o enfermedades subyacentes, como la apnea obstructiva del sueño”, señala el Dr. Juan Manuel Prieto, presidente de Sedcydo.

El bruxismo va más allá del apretamiento y rechinamiento involuntario de dientes. Hasta ahora, se había concebido el bruxismo no como un trastorno en sí mismo, sino como una acción involuntaria de rechinar y apretar los dientes. “Desde que vio la luz en 2013 el Consenso internacional sobre la definición y gradación diagnóstica del bruxismo, seguido por su actualización en 2018, el entendimiento del bruxismo ha experimentado una notable transformación”, manifiesta Eva Willaert Jiménez-Pajarero, coordinadora del grupo de trabajo bruxismo de la Sociedad Española de Disfunción Craneomandibular y Dolor Orofacial (Sedcydo).

El bruxismo requiere un enfoque transversal por su etiología multifactorial que implique la participación de odontólogos, neurólogos, psicólogos y fisioterapeutas

La transformación de paradigma insta a reconsiderar estrategias de diagnóstico y tratamiento, generando un diálogo sobre la auténtica naturaleza del desgaste dental y las opciones efectivas para mantener la salud bucal. Una medicina más personalizada en la que intervienen odontólogos, psiquiatras, psicólogos, neurólogos y fisioterapeutas.

Uso de férula y bótox

El uso de bótox no constituye una cura para el bruxismo, si bien tiene indicaciones aceptadas para pacientes con “rompedores” o “hipertrofia muscular”. Según Willaert, ayuda a reducir la intensidad de la contracción, pero la actividad cerebral persiste, siendo una forma de gestionar las secuelas. “Aún no hay estudios que guíen la frecuencia de las inyecciones ni claridad sobre posibles problemas óseos o falta de estímulo. Todo queda por determinar”, señala la Dra. Willaert.

El desgaste dental no siempre se origina en el bruxismo ni la férula está siempre recomendada

Es esencial determinar la importancia de considerar la posibilidad de qué problemas dentales, como el desgaste, puedan estar vinculados a la apnea del sueño en lugar del bruxismo. “Por ejemplo, pacientes que desconocen su condición de apnea del sueño, son propensos al ronquido y muestran desgaste dental”.

El uso de una férula, basada en la suposición de bruxismo, podría agravar el trastorno respiratorio, sufrir una luxación del disco articular con la consiguiente limitación de la apertura bucal, lesiones en el tejido mucoso o dolores en la articulación temporomandibular. La férula requiere un ajuste extremadamente preciso que solo puede llevar a cabo un dentista”, concluye el Dr. Prieto.

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