Los hospitales privados madrileños acusan a la ministra de utilizar “la difamación” como estrategia contra el sector

La Asociación de Hospitales Privados de Madrid recuerda que las empresas de titularidad privada siempre han sido leales al Sistema Nacional de Salud

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Victoria Guillén
La Asociación de Hospitales Privados de Madrid ha respondido este lunes a las declaraciones hechas el pasado viernes por la ministra de Sanidad, Mónica García, en las que anunciaba que derogaría la Ley 15/1997 que permite la entrada del sector privado en la sanidad pública , alegando un “empeoramiento de la calidad en la asistencia sanitaria”. 

Dado que no ostenta ninguna competencia en gestión sanitaria, todo apunta a que su estrategia contra las empresas que legítimamente prestan servicios sanitarios bajo titularidad privada será la difamación, para crear un clima propicio a sus intenciones”, ha manifestado Isidro Díaz de Bustamante, presidente de la Asociación de Hospitales Privados de Madrid.

“Los que dirigimos entidades de asistencia y hospitalización privada no somos ingenuos”, ha advertido en referencia a las supuestas intenciones que tendría Sanidad respecto al papel de las gestión gestión privada en la sanidad pública. Díaz de Bustamante ha recordado que García ya hizo de esta cuestión “un caballo de batalla” durante su etapa en la oposición de la Comunidad de Madrid.

No obstante, desde la Achpm se han mostrados sorprendidos por que solo dos meses después de su llegada al ministerio haya proferido, desde su punto de vista, “afirmaciones dañinas y falsas” como las que emitió el pasado 26 de febrero durante su comparecencia de líneas generales en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados.

Del “caos” al “colapso” de la asistencia sanitaria 

En la carta, también se critica el uso de una “vieja táctica para generar alarma”, como es confundir privatización con recorte de derechos. “Ella sabe que la sanidad, universal y gratuita, está garantizada en España. Y que, desde la Asociación que presido y desde la sanidad privada en general, se apoya y comparte este modelo”, ha añadido.

En ese sentido, Díaz de Bustamante ha explicado que la ministra hace entender que “privatizar quiere decir que los ciudadanos no tengan acceso a ciertos servicios sanitarios, que se introduzcan fórmulas de pago por asistencia o se escatimen prestaciones”. Alega además que ninguna de las CC.AA. sobre las que recaen las competencias sanitarias ha recortado derechos aun manteniendo diversos tipos de acuerdos con la sanidad privada. Al igual que se han dado en Ceuta y Melilla, territorios cuya gestión depende del ministerio, ha concretado.

La asociación sugiere que que la ministra “confundió de manera intencionada” con el objetivo de adelantar una modificación legal “con la que, todo indica, pretende cometer una intromisión en las legítimas competencias de las CC AA”. Además, agrega que esta intención no será “más que otro intento de continuar lo empezado en 2022”.

“Extirpar los recursos de la sanidad privada supondría restar al total 70.000 profesionales, 49 centros con 6.800 camas, 250 quirófanos”

Por todo ello, el comunicado señala que García muestra “un sectarismo tal que parece ignorar” situaciones como las que se darían en la Comunidad de Madrid, ámbito de actuación de la Asociación: “extirpar los recursos de la sanidad privada supondría restar al total 70.000 profesionales, 49 centros con 6.800 camas, 250 quirófanos y una parte sustancial y puntera de la tecnología sanitaria”.

La sanidad privada madrileña asume el 31% de los ingresos y de las altas realizadas. Además del 27% de las estancias y el 37% de las intervenciones quirúrgicas del conjunto de las realizadas en la Comunidad de Madrid. “Más de 2,6 millones de ciudadanos podrían quedar desatendidos”, ha alertado Díaz de Bustamante.

La privada ha sido “siempre leal” al SNS

Durante la intervención, la ministra aseguró que “la sanidad pública es una de las principales preocupaciones de la sociedad española”. Pero, los representantes de los hospitales privados madrileños responden a la ministra que en realidad la encuesta del Centro de investigaciones Sociológicas (CIS) a la que hizo referencia no hablaba de sanidad pública sino de sanidad “sin apellidos”.

“A los ciudadanos, en definitiva, les inquieta conseguir cita con su médico de Atención Primaria, su profesional de enfermería o en la consulta de un especialista, por poder acceder a tratamientos innovadores cuando los necesitan, o a una cirugía con una lista de espera razonable. La preocupación por determinar si la persona al otro lado del mostrador es o no funcionario está bastante más atrás para la mayoría”, ha argumentado.

“La privada ha sido siempre leal al Sistema Nacional de Salud”, ha sentenciado Díaz de Bustamante. Así quedó demostrado, ha escrito, durante la pandemia de Covid-19 o en situaciones recientes como la que afecta a la UCI pediátrica del Hospital La Paz.

El comunicado finaliza con un apoyo a los “magníficos” profesionales con los que cuenta la sanidad pública y privada, “abiertos a la colaboración” como también lo están los pacientes.

“Por tanto, sólo nos queda reiterar, una vez más, que la colaboración público-privada es fundamental en todos los ámbitos de actividad de una sociedad desarrollada. En el caso de la sanidad, en el que, a menudo, la ayuda de la privada sirve para llegar donde la pública no puede y garantizar así el derecho de todos, esta colaboración ha sido y es indispensable. Tendemos la mano, una vez más, para continuar por este camino en beneficio de todos”, ha concluido la organización que aglutina a los hospitales privados madrileños.

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