G.M.
Los trámites para desarrollar el real decreto que regule el cannabis para su uso medicinal han comenzado. Así lo ha anunciado este miércoles el Ministerio de Sanidad, que acaba de abrir la consulta pública previa del proyecto para recabar opiniones y aportaciones hasta el próximo cuatro de marzo. El futuro texto que dará lugar al real decreto está en fase de diálogo con representantes de la sociedad civil. El secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, ya ha mantenido reuniones con profesionales médicos y sociedades científicas, además de con el Observatorio Europeo del Consumo y Cultivo de Cannabis. También está previsto que se reúna con el Observatorio Español del Cannabis Medicinal.
La consulta pública previa a la elaboración del real decreto para regular el cannabis de uso medicinal está abierta a opiniones y aportaciones hasta el cuatro de marzo
Los consejos generales de colegios de médicos y farmacéuticos, y miembros de sociedades científicas de las áreas de dolor, cuidados paliativos, neurología, oncología, patología dual, psiquiatría, epilepsia, reumatología o medicina de familia, entre otras, asistieron al encuentro. Según el Ministerio de Sanidad estas organizaciones “aprobaban la nueva regulación”.
Estas organizaciones profesionales participaron en la Subcomisión del Congreso de los Diputados que analizó experiencias de regulación del cannabis para uso medicinal y pidió a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) que presentara una hoja de ruta para aprobar la regulación. La Aemps ya terminó de elaborarla y la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas ha validado el documento.
El secretario de Estado de Sanidad se ha reunido con los colegios de médicos y farmacéuticos y con numerosas sociedades científicas
El Ministerio de Sanidad afirma que la regulación que plantea “es una medida rigurosa y basada en la mejor evidencia científica disponible”. Actualmente, hay medicamentos de fabricación industrial que contienen extractos de cannabis y que están autorizados e indicados para tratar la espasticidad asociada a la esclerosis múltiple y para el tratamiento de ciertas formas de epilepsia, junto a otros medicamentos.
El Ministerio admite que existen otras indicaciones en las que “hay un menor grado de evidencia”, pero “hay expectativas” de que, en algunos pacientes con enfermedades graves o incapacitantes, el uso de cannabis junto al tratamiento que reciben, “pudiera suponer una mejora en sus síntomas y en su calidad de vida”. Considera “necesario” tener un marco regulatorio que asegure la calidad de los preparados que se emplean en las posibles indicaciones de uso.
El objetivo es tener vías legales para disponer de compuestos terapéuticos a base de preparados estandarizados de cannabis que “hayan mostrado evidencia para aliviar el dolor y el sufrimiento de los pacientes”
Así, la norma planteada busca establecer garantías sobre la calidad de los productos y la seguridad de los pacientes. El objetivo es tener vías legales para disponer de compuestos terapéuticos a base de preparados estandarizados de cannabis que “hayan mostrado evidencia para aliviar el dolor y el sufrimiento de los pacientes, contemplando la administración por vía oral de estos compuestos por ser la más adecuada en términos de efectividad terapéutica y seguridad para los pacientes”.
También regulará la evaluación de calidad de los preparados estandarizados de cannabis, como por ejemplo, los materiales de partida para elaborar las fórmulas magistrales, establecerá las indicaciones en las que se puedan utilizar estos medicamentos, también las condiciones de prescripción, elaboración y dispensación de fórmulas magistrales elaboradas con preparados estandarizados de cannabis y limitar la elaboración de fórmulas magistrales conteniendo cannabis a aquellas que cuentan con monografía en Formulario Nacional. El proyecto contempla que se hagan evaluaciones cada cierto tiempo para comprobar su eficacia.
La norma planteada busca establecer garantías sobre la calidad de los productos y la seguridad de los pacientes
El Ministerio afirma que con esta regulación España pasa a asemejarse a países del entorno que disponen de normativas que permiten el uso del cannabis medicinal como Portugal, Reino Unido o Noruega. Y también se posiciona en la línea de la Organización Mundial de la Salud y de Naciones Unidas, que reconocen las potencialidades terapéuticas de estos compuestos.