J.P.R.
Las plazas de difícil cobertura y el plan de choque para reducir las listas de espera en cirugía y consultas son dos de los grandes ejes de la consejera de Sanidad de Islas Baleares, Manuela García. “Con los médicos que formamos ya no cumplimos las expectativas con los que se jubilan, por lo que la situación es preocupante. Para solucionar este problema dimos cobertura jurídica a las zonas de difícil cobertura de forma que estos profesionales tienen un complemento retributivo”, ha expresado durante un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum.
Las localidades baleares donde más difícil resulta encontrar profesionales en la actualidad son Menorca, Ibiza y Formentera. Para hacer frente a este problema se está ofreciendo a los profesionales contratos de al menos tres años con el fin de “facilitar la atención continuada”. Las necesidades no solo corresponden a atención primaria, sino que los hospitales de estas ciudades también requieren otros especialistas y enfermeras.
La consejera admitió que existe hoy una competencia por la contratación de profesionales y que el requisito del catalán no ayuda. “Vivimos en una sociedad bilingüe y todo el mundo tiene derecho a recibir asistencia en su lengua materna”, ha señalado, no obstante.
Las localidades baleares donde hay mayor número de plazas de difícil cobertura son Menorca, Ibiza y Formentera
Otro objetivo es la atención del profesional sanitario que conforma la plantilla del Servicio Balear de Salud, ya que las últimas estadísticas hablan de un 60% de personal “quemado”. Para hacer frente a esta realidad, se creó la Dirección General de Salud Mental que, en opinión de la consejera, “esta ya no es una pandemia silenciosa, sino que es una pandemia a voces del siglo XXI”. Por ello, se creó este organismo. Entre sus líneas estratégicas destacan la promoción y la prevención de la salud donde “se trabaja en la drogodependencia y en la enfermedad mental, así como en el bienestar emocional”.
La comunidad autónoma ha puesto en marcha un plan de choque para hacer frente al incremento de las listas de espera. “Hay demasiados pacientes que esperan demasiado tiempo. Cuando llegamos a la Consejería, no sé había vuelto a la misma actividad previa a la pandemia”, relató. El Plan de choque gira sobre diferentes ejes: quirófanos abiertos por la tarde con una compensación retributiva para los profesionales; derivar a centros concertados, y concertación con la sanidad privada.
“La sanidad privada es indispensable y complementaria. Para enfrentarnos a la listas de espera quirúrgicas y de consultas debemos tener una colaboración público-privada porque solos no podemos”, relató. Baleares se enfrenta a un problema añadido en verano. “El índice de presión humana aumenta en periodo estival. Pensamos que todos estos pacientes que vienen con cartilla europea pueden ser atendidos en sanidad privada”, argumentó. La consejera destacó que están ultimando un plan para poder derivar a todos estos pacientes.