Cómo contribuye la IA a la salud digital basada en valor

La novena jornada de la Asociación de Salud Digital aborda desde un enfoque holístico los impactos de esta tecnología en el sector, en el que se advierte un creciente peso de la capacidad de computación en detrimento del dato

Redacción
La inteligencia artificial (IA) está en boga y el sector busca nuevos enfoques como, por ejemplo, el de la Salud Digital Basada en Valor (Sdbv). Esta solución es la confluencia de dos tendencias innovadoras como la transformación digital y la atención sanitaria basada en valor. Y sobre esa relación “estrecha y prometedora” entre IA y salud digital basada en valor, ha reflexionado este jueves Marisa Merino, de la junta directiva de la Asociación Salud Digital (ASD) y directora gerente de OSI Bidasoa Osakidetza, durante la IX Jornada de la ASD, titulada ‘La (R)evolución de la inteligencia artificial (IA) en la Salud’.

La organización desarrolla varios proyectos con la intervención de la IA. Esta tecnología se aplica en la salud digital para el diagnóstico, el tratamiento personalizado, el análisis de datos clínicos y la toma de decisiones, lo que contribuye a la mejora de los procesos asistenciales y a la generación de resultados que importan. Sin embargo, su adopción plantea desafíos, como la necesidad de infraestructura tecnológica adecuada, la regulación, la responsabilidad y la protección de los derechos humanos en el ámbito de la salud digital.

“En ASD fuimos los primeros que hace cinco años comenzamos a hablar y a trabajar en la salud digital basada en valor. Hemos publicado ya dos informes y seguimos avanzando en diversos proyectos con la participación de profesionales de distintos ámbitos y procedencias”, ha explicado Merino, quien también es coordinadora del grupo de Salud Digital Basada en Valor de ASD.

Marisa Merino, de la junta directiva de la ASD: “Fuimos los primeros que hace cinco años comenzamos a hablar y a trabajar en la salud digital basada en valor”

El presidente de la Asociación Salud Digital, Jaime del Barrio Seoane, ha calificado la llegada de herramientas basadas en IA como “un cambio disruptivo digital, y la salud no es ajena. Ya hay problemas globales, como la atención sanitaria y social, que se pueden afrontar de la mano de la IA”.

Además, ha apuntado durante la inauguración que ha realizado junto a Javier Vello Cuadrado, socio responsable de EY Transforma y Business Consulting, que existe una necesidad de colaborar e incorporar al sistema sanitario a nuevos perfiles de profesionales que deben trabajar de la mano con los sanitarios. También se ha referido a “la calidad de los datos en el sector sanitario”, ya que, si no tienen el nivel suficiente, “no podrán extraerse conclusiones útiles”.

Del dato a la capacidad de computación

Beatriz Sanz Sáiz, EY Global Consulting Data and Analytics Leader, ha centrado su ponencia magistral en el que califica como “el nuevo petróleo”: la capacidad de computación. Según la experta, esta ya ha sustituido al dato porque, en la actualidad, no hay capacidad de computación o proceso suficiente en el mundo para analizar todos los datos disponibles. Algo que, en su opinión, “Europa se debería replantear”.

La capacidad de computación ya ha sustituido al dato porque, en la actualidad, no hay capacidad de computación o proceso suficiente en el mundo para analizar todos los datos disponibles

Ante ese contexto, Sanz ha augurado que la humanidad está “ante la década más interesante de la Historia”. “Somos unos privilegiados por poder vivirla en primera persona. El viaje ha empezado, y no sabemos muy bien dónde va a acabar”. Como ha dicho, y aunque el ciudadano no sea todavía consciente en su día a día, se están creando más de 4.000 patentes al mes, y en 6-8 meses comenzarán a notarse cambios muy significativos”.

Hoy, ha añadido, el valor se encuentra “en el conocimiento” que da contexto a los datos para especializarlos. Por ello, ha augurado un gran protagonismo al desarrollo de los modelos de lenguaje de gran tamaño (large language models), como OpenAI.

Infinidad de usos de la IA en salud digital

El director del grupo Varpa y coordinador del nodo tecnológico de IA del Hub de Innovación Digital de la Industria de Galicia, Marcos Ortega Hortas, además catedrático de Inteligencia Artificial de la Universidad de A Coruña, ha ahondado en los usos y los marcos regulatorios necesarios para una implantación segura y correcta en sectores “especialmente críticos” como el de la salud.

El auge de la IA, ha analizado, se debe a una conjunción en el tiempo de varios factores. “Una altísima disponibilidad de datos, una gran capacidad de procesado de estos datos y, lógicamente, la disponibilidad de algoritmos capaces de aprender las tareas que les indiquemos”. No obstante, quedan desafíos por delante como la privacidad y seguridad de los datos, los potenciales sesgos o inequidades que puede generar o la falta de transparencia y confianza en las decisiones terapéuticas que puedan tomar las máquinas basadas en IA.

En el actual contexto, la IA generativa despunta. Acerca de esta nueva revolución ha hablado Elena Torrente Segarra, directora de salud digital de DKV. La ponente ha expuesto algunos ejemplos de adopción de IA en DKV, como herramientas de cribado y de detección temprana, así como de predicción de descompensaciones en algunas patologías.

La privacidad y seguridad de los datos, los potenciales sesgos o inequidades que puede generar o la falta de transparencia y confianza en las decisiones terapéuticas que puedan tomar las máquinas basadas en IA, principales desafíos

Asimismo, ha cogido el relevo de Hortas al hablar de los desafíos que tiene por delante, entre los que ha destacado la fiabilidad, la ética y la labor que debería cumplir para no incrementar “las desigualdades en salud”.

Entre las barreras para la adopción de la IA en el sector sanitario, ha destacado “la falta de estándares, la falta de confianza y aspectos relacionados con la rendición de cuentas”. En este sentido, se ha preguntado quién es responsable ante un resultado que impacta negativamente en la salud del paciente: el fabricante de la solución o el proveedor sanitario.

Por tanto, ha resumido Torrente, el gran reto sería avanzar hacia una IA responsable, es decir, que sea fiable y minimice riesgos. Y, para ello, se debería reforzar la confianza, la capacitación (técnica y de los profesionales sanitarios) y la evaluación de su impacto”.

El papel de la IA en salud mental

De este aspecto ha hablado María Gómez, directora de Soluciones Clínicas para el Sur de Europa en BMJ Group y miembro de la Junta Directiva de la ASD. En concreto, ha presentado un innovador proyecto del Grupo de Trabajo de Salud Mental Digital de la ASD, liderado por Lucía Halty, directora de la Cátedra de Salud Mental Digital de la Universidad de Comillas.

“El incremento alarmante en las cifras de algunos trastornos mentales está llevando al borde del colapso al sistema actual. En este contexto, la tecnología y la inteligencia artificial emergen como aliadas potenciales tanto para los pacientes como para el sistema de salud, ha afirmado.

“Nuestro grupo de trabajo se ha propuesto trazar un panorama exhaustivo de la salud mental digital en España”, ha avanzado. En opinión de Gómez, “uno de los desafíos más significativos en el desarrollo de la inteligencia artificial en el sector sanitario es encontrar el equilibrio adecuado entre la libertad para avanzar y la protección necesaria”.

Por su lado, Nuria Pastor, CEO y cofundadora de humanITcare, ha comentado que esta empresa de salud conectada y telemonitorización avanzada con IA para decisiones clínicas ha sido seleccionada de entre las 10 mejores startups de Europa para participar en el Consumer Electronics Show (CES), un destacado evento tecnológico que se celebra anualmente en Las Vegas (Estados Unidos).

Para Pastor, la inteligencia artificial es “una aliada, una herramienta de los sanitarios, pero es el medio y no el fin”.

Regulación europea de la IA

Ante tal avalancha de nuevos sistemas basados en IA, la Unión Europea ultima su Reglamento Europeo sobre Inteligencia Artificial. Todavía en fase de propuesta que se tiene que debatir, se puede dilucidar, ha apuntado Pilar Nicolás Jiménez, coordinadora de la Red Cátedra de Derecho y Genoma Humano de la Facultad de Derecho de la Universidad del País Vasco, que el “eje de la regulación será la identificación de riesgos para establecer condiciones o incluso prohibiciones de uso de estas herramientas. La aplicación de IA al sector salud, en términos generales, se considera sensible”.

En su opinión, va a ser necesario actualizar y completar los procesos de control, que ya son complejos y rigurosos en este sector, tanto en la investigación como en la aplicación clínica cuando se incorporen herramientas de IA. “Esto requiere conocimiento de los nuevos requerimientos, formación, colaboración interdisciplinar e inversión”, ha añadido.

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