Redacción
Investigadores del Hospital Universitario de Okayama (Japón) han descubierto que la salud bucodental influye en el bienestar subjetivo de los adultos mayores a través de sus efectos sobre el estado nutricional y el entorno del individuo. “Mantener una buena salud bucodental puede ayudar a mejorar el estado nutricional, lo que a su vez puede mejorar el bienestar psicológico subjetivo”, ha asegurado Noriko Takeuchi, del departamento de Odontología Preventiva del Hospital Universitario de Okayama, que ha dirigido el estudio publicado en PLOS ONE.
El equipo examinó cómo estas mediciones están relacionadas con el bienestar psicológico auto-reportado de los participantes. También midieron el estado nutricional de los participantes y las características de su entorno, incluidas sus relaciones sociales, hábitos e historial médico. Además, analizó las condiciones orales como la carga bacteriana en el revestimiento de la lengua, la capacidad de masticación, la capacidad de deglución, y más, entre los adultos mayores que visitan una clínica dental en el Hospital de la Universidad de Okayama.
“Las pruebas científicas de la relación entre la salud bucodental y el bienestar psicológico son limitadas. Para superar las limitaciones de los estudios anteriores y como paso hacia la promoción de la salud, evaluamos la asociación entre las características individuales y ambientales, el estado bucodental y el estado nutricional en relación con el bienestar subjetivo entre los adultos mayores“, ha explicado Noriko Takeuchi.
Salud bucodental y entorno social
Además, este estudio aporta pruebas de una conexión bidireccional entre la salud bucodental y el entorno individual y social de una persona. Esta conexión puede explicarse por el hecho de que unas malas relaciones sociales se asocian a un estrés psicológico que conduce a hábitos como el tabaquismo y el consumo de dulces, aumentando así el riesgo de caries, enfermedades de las encías y pérdida de dientes.
Asimismo, se informa de una conexión entre las características ambientales de una persona y su estado nutricional. En conjunto, los resultados sugieren que la salud bucodental puede no influir directamente en el bienestar subjetivo, sino indirectamente, a través del estado nutricional o las características ambientales.
En un momento en el que la población envejece rápidamente, la atención geriátrica está recibiendo cada vez más atención por parte de los profesionales sanitarios. El estudio aporta datos cruciales sobre cómo la salud bucodental ejerce efectos prolongados sobre la salud mental y sugiere que la inversión sanitaria en salud bucodental puede tener crecientes beneficios para la salud, especialmente en la vejez. “Nuestro estudio transversal tiene algunas limitaciones. Sin embargo, los resultados ponen de relieve que una buena salud bucodental puede mejorar el bienestar psicológico subjetivo a largo plazo”, concluye Takeuchi.
