“Pierrot Lunaire” en el Teatro de la Abadía

Un merecido homenaje al compositor Arnold Schonberg con motivo de la celebración del ciento cincuenta aniversario de su nacimiento

Fotografía: Javier del Real

Luis H. Serrano
El Teatro Real  y el Teatro de la Abadía, dos clásicas  instituciones teatrales madrileñas, se han unido por tercera vez para rendir un merecido homenaje al compositor Arnold Schonberg con motivo de la celebración del ciento cincuenta aniversario de su nacimiento. En él han dado luz luz a la obra Pierrot Lunaire. Se trata de una interesante composición que se ha ofrecido al público en la Sala San Juan de la Cruz.

Pierrot Lunaire está basada en el ambiente del cabaret vienés cuyo contenido se centra en tres grupos de siete poemas cada uno. En el primero Pierrot canta sobre el amor, el sexo y la religión; en el segundo, sobre la violencia, el crimen y la blasfemia; y en el tercero a las peripecias sobre el regreso a su casa en Bérgamo, con su pasado acechándolo. Schoenberg, que estaba fascinado por la numerología, hace un uso extensivo de motivos de siete notas a lo largo de la obra.

Pierrot Lunaire está basada en el ambiente del cabaret vienés cuyo contenido se centra en tres grupos de siete poemas cada uno

Su desarrollo musical tiene la particularidad de que se realiza a través de solo siete intérpretes (incluyendo el director). Su contenido se centra en la exposición de 21 poemas, que empezaron a prepararse el 12 de marzo de 1912. Otros números clave en la obra son el tres y el trece debido a que  cada poema consta de trece líneas (dos versos de cuatro de ellas seguidos por otro de cinco), mientras que la primera línea de cada poema aparece tres veces.

El intérprete solista canta los poemas en el estilo sprechstimme, una novedosa forma de emisión vocal que realza el contenido de los mismos y da cuerpo a las canciones en un registro similar al que utilizaban los clásicos cantantes de cabaret alemanes. Musicalmente la obra es atonal, pero no dodecafónica- como algunos críticos han pretendido sostener, debido a que que Schoenberg comenzó a experimentar con el dodecafonismo en una etapa muy posterior a su primera actividad como compositor. La reacción del público del estreno fue bastante diversa: Anton Webern comentó que, al principio, la audiencia la silbó y se burló de ella, pero que al final fue un éxito sin reservas. También se criticaron los textos por blasfemos.

Al principio la obra fue criticada por sus textos blasfemos

La obra pertenece a la etapa atonal del compositor (1908-1921), en la que la atonalidad era usada de forma libre, sin seguir un método específico. Pierrot Lunaire es una obra cambiante y muy variada: Los instrumentistas, por ejemplo, son solistas y parte de la orquesta a la vez.

Schoenberg usa también una variedad de formas y procedimientos antiguos, entre ellos el canon, la fuga, el rondó, la passacaglia y el contrapunto libre. Los poemas están escritos en forma de rondel, una versión alemana de un rondeau del antiguo estilo francés con un doble estribillo. De ella se han realizado, hasta ahora, numerosas y atractivas grabaciones.

La versión de Xavier Sabata, dada su amplia capacidad actoral, hay que considerarla, sin ninguna duda, de sublime, lo mismo que el desarrollo de la escasa escenificación  que precisa  este denso título de A. Schoenberg.

Opinión

Multimedia

Especiales

Atención primaria

Sanidad privada

iSanidadental

Anuario

Accede a iSanidad

Síguenos en