Anuario iSanidad 2023
Dr. Javier García Fernández, presidente Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (Sedar)
Este año hemos celebrado el 70 aniversario de la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación, UCIs quirúrgicas y Unidades de Dolor (Sedar), ya que nuestra sociedad, junto al Colegio Británico de Anestesistas, fue de las primeras sociedades médicas en empezar a formar médicos anestesiólogos. La prestigiosa revista New England (NEJM), en su editorial de enero del 2000, (N Engl J Med. 2000 Jan 6;342(1):42-9), para celebrar el cambio de todo un milenio destacó, entre los 10 hitos más importantes de la medicina, el desarrollo de la moderna especialidad médica de anestesiología. Poniendo en valor cómo ha sido la especialidad que ha permitido el desarrollo de las cirugías más complejas, así como por haber elevado los niveles de seguridad del paciente a los máximos conocidos hasta el momento.
Protección del paciente, compromiso inquebrantable
La seguridad del paciente ha sido una prioridad fundamental para los anestesiólogos en las últimas décadas. Se han implementado rigurosos protocolos y prácticas para minimizar los riesgos asociados con la administración de los fármacos anestésicos. Desde la individualización de cada técnica hasta la monitorización más avanzada. Los anestesiólogos han demostrado un compromiso inquebrantable con la seguridad del paciente, reconociendo que cada vida confiada a su protección es el máximo valor que una persona tiene.
Salvar vidas, la esencia de la anestesiología moderna
El papel de los anestesiólogos ha evolucionado más allá de la romántica idea que aún la población y el resto de los profesionales sanitarios tienen de nosotros como unos meros administradores “de anestesia durante la cirugía”. Son verdaderos guardianes de la vida, desempeñando un papel clave en la atención perioperatoria y en situaciones de máxima gravedad. La rápida toma de decisiones, el manejo efectivo de las complicaciones, las competencias en manejo de vía área, cuidados intensivos, reanimación cardiopulmonar (RCP), y junto la coordinación interdisciplinaria han llevado a un aumento significativo en la tasa de supervivencia y la recuperación exitosa de los pacientes.
Es obligatorio poner en conocimiento explícito a los pacientes, antes del consentimiento informado, de quién y cuál es la especialidad que tiene el profesional responsable de realizar el acto anestésico
El valor incalculable de la seguridad y la vida del paciente
En un mundo donde el coste de la atención médica a menudo está en el centro de la discusión, la anestesiología ha reafirmado que la seguridad y la vida del paciente no tienen precio. Los anestesiólogos han abogado por la implementación de medidas de seguridad, incluso cuando falsa y aparentemente puede pensarse que aumenta el coste inicial, reconociendo que cada inversión en la protección del paciente es una inversión rentable, ya que cada daño y muerte evitada tiene un retorno directo mucho mayor en costes para el sistema sanitario, y por supuesto, un valor incalculable para cada paciente que podría haber sido lesionado.
Tiempos complicados para la seguridad del paciente
La evolución de todas las sociedades a lo largo de la historia tiende a ser cíclica. Tras periodos de máximo éxito, suelen seguir épocas convulsas. Es curioso destacar, que cuando hemos llegado al récord de menor mortalidad de causa puramente anestésica (actualmente la mortalidad de causa anestésica es de tan sólo un paciente cada 150.000 – 200.000 actos anestésicos), y debido a que ahora la sensación que tiene todo el mundo es que “la anestesia es muy segura”, empezamos a ver cómo todo tipo de personal sanitario, médico y no médico, reclama su “derecho” para “hacer ellos las anestesias”. Hay que tener en cuenta que la anestesia “sigue siendo mortal”, como lo ha hecho y lo hará siempre, y son los médicos anestesistas con su formación actual, tan completa y ampliada, los que han llevado a que los actos anestésicos sean hoy día tan seguros.
Es fundamental advertir a la población, a la administración y a todos los profesionales sanitarios de la obligación de poner en conocimiento explícito a los pacientes, antes de firmar el consentimiento informado, de quién y cuál es la especialidad que tiene el profesional responsable de realizar el acto anestésico; que este profesional siempre debe ser independiente del que está realizando la intervención, y que la única formación de máximo nivel y garantía en un acto anestésico es un médico formado en la especialidad de anestesiología.
En resumen, los últimos 20 años han marcado una era dorada para la anestesiología, donde el compromiso con la seguridad del paciente, para salvar vidas, y la expansión de competencias han llevado a la evolución de una especialidad médica esencial. Mientras avanzamos hacia el futuro, es crucial reconocer y celebrar estos hitos, al tiempo que seguimos trabajando juntos para elevar continuamente los estándares de atención y garantizar la seguridad y el bienestar de cada paciente. Estamos orgullosos de nuestro pasado durante estos últimos 70 años y miramos con ojos de esperanza y ambición hacia el futuro, para conseguir los cinco años de nuestra especialidad.