Primera ola Covid, algunos se forraban mientras los médicos se morían

El dinero para las mascarillas, la formación o las nuevas contrataciones se ha ido a mariscadas, fincas o apartamentos en la playa

Rafael Belmonte Gómez, diputado a Cortes Generales por Sevilla del Grupo Parlamentario Popular y secretario Segundo de la Comisión de Sanidad del Congreso
La primera ola Covid dejaba unos números terribles. El 20 de marzo hubo 1.002 fallecidos, el 21 de marzo 1.326… y así hasta más de 120.000 fallecidos oficiales (no cifras reales). Eran unos días terribles, con el miedo metido en el cuerpo y encerrados en casa. Mientras los médicos, las enfermeras y los farmacéuticos daban la cara por todos nosotros. En total hubo más de 115.000 trabajadores sanitarios fallecidos en todo el mundo durante la pandemia. Parecía el fracaso de un sistema sanitario que no había podido detener a un virus que producía unos efectos letales. Una carta era firmada por más de 4.000 médicos pidiendo mascarillas para proteger sus vidas. Esas mascarillas se convirtieron en un bien escaso. EPIs, guantes, gel hidroalcólico, test… cualquier cosa servía para subir la moral.

EPIs, guantes, gel hidroalcólico , test… cualquier cosa servía para subir la moral durante la primera ola Covid

Así, después de esos más de 120.000 muertos oficiales por una ola tras otra del Covid, empiezan a aparecer los “caraduras”. Los Koldo, Ábalos, Armengol, Santos Cerdán, Tito Berni, Torres, Illa, Montero, Marlaska y una lista sin igual está en todos los medios. Son 2,5 millones por un lado, 4 por otro, 9 por otro, 2.500 por otro… No se sabe dónde acaba ni la lista ni el monto total del dinero defraudado. En lugar de ir a esos preciados bienes que eran las mascarillas, que podían salvar vidas, fueron a mariscadas, fincas o apartamentos en la playa.

Teníamos dudas de la gestión de esta primera ola Covid, pero la realidad supera la imaginación. Los medios están destapando una irregularidad tras otra, empezando por un estado de alarma declarado inconstitucional. A eso hay que sumar un comité de expertos inexistente o unas fases de desescalada tomadas por intereses políticos. A los profesionales sanitarios se les proporcionaban, a sabiendas, mascarillas defectuosas para afrontar una pandemia inicialmente incontrolable. Los laboratorios como AstraZeneca, Janssen, Pfizer, Moderna, Novavax y tantos otros invertían miles de millones en encontrar unas vacunas que salvaran a la sociedad. Mientras los miembros de esta trama se estaban forrando a costa de las arcas públicas. Veremos que pasa cuando salgan a la luz los contratos grandes de la compra de test, vacunas o antivirales. Se nos van a caer los palos del sombrajo.

Hay que valorar que los Koldo&Friends no perdieron el tiempo, pero con el tiro mal dado. Tan inservibles sus mascarillas como sus servicios a la sociedad. Tan malo es el que lo hace como el que lo permite, incluso el que no se entera. Están implicados altos cargos del PSOE, de los gobiernos de Baleares, de Canarias y ya se habla de Asturias, Extremadura y quien sabe quien más.

Eran tan inservibles las mascarillas de la trama de los Koldo&Friends como sus servicios a la sociedad

No hay dinero para formación médica, para mejorar los salarios, para aliviar la presión, para investigación o para contratar más enfermeras. Pero estos caraduras se lo llevan sin complejos, en comisiones, sin dar un palo al agua, engañando a todos los españoles. No les hace falta ser brillantes, estar preparados o tener experiencia laboral y títulos universitarios, ni siquiera les hace falta ser audaces. Hemos puesto al lobo a cuidar de las ovejas

Noticias complementarias

Opinión

Multimedia

Especiales

Atención primaria

Sanidad privada

iSanidadental

Anuario

Accede a iSanidad

Síguenos en