Dra. Milagros Díaz, especialista en medicina oral, directora OralmeDX: diagnóstico en medicina oral y directora OralmeDX Academy
Generalmente cuando hablamos de prevención siempre se nos viene a la cabeza la prevención frente a la caries y en concreto todo aquello que se relaciona con el paciente infantil. Lo cierto es que no solo se puede llevar a cabo en el paciente infantil, sino que también podemos llevar a cabo protocolos preventivos en pacientes adultos. Especialmente, en aquellos pacientes que presentan ciertas enfermedades sistémicas como la diabetes, hipertensión o en pacientes inmunosuprimidos u oncológicos, ya que estos son más susceptibles de presentar determinadas alteraciones orales como enfermedades de las encías, caries y enfermedades que afectan a las mucosas.
La mejor prevención que podemos hacer es informar a los pacientes de las alteraciones que pueden presentar y que ellos sean parte activa de ese programa de prevención. No solo explicar una correcta forma de cepillado, también analizar de manera individual en función de las particularidades de cada uno los productos de higiene oral como el dentífrico, el uso de cepillos interdentales y la seda dental.
Un aspecto al que se presta poca atención en los pacientes de edad más avanzada y con patologías como las anteriormente mencionadas son las alteraciones de saliva, que en numerosas ocasiones pasan desapercibidas tanto para los pacientes como para muchos profesionales.
La mejor prevención que podemos hacer es informar a los pacientes de las alteraciones que pueden presentar y que ellos sean parte activa de ese programa de prevención
No podemos olvidar que la saliva juega un papel fundamental en la hidratación y protección de la mucosa oral. En este sentido, hay que conocer que existen muchos fármacos que producen disminución del flujo salival como los antidepresivos y ansiolíticos, diuréticos, antihipertensivos, etc. Por ello, es imprescindible que en la historia clínica prestemos atención a estos y monitoricemos la saliva así como indagar sobre si el paciente ha notado ciertas alteraciones como el nivel de dificultad que experimenta al hablar, al tragar, el nivel de saliva que tiene en la boca, sequedad de su boca, en la garganta, en los labios, la lengua o el nivel de sed que siente el paciente.
Estas preguntas dirigidas van a permitir llevar a cabo un mejor diagnóstico y poner en marcha estrategias para disminuir esa sequedad así como disminuir el riesgo de caries y de aparición de infecciones fúngicas que son tan frecuentes en pacientes con problemas de saliva.
La saliva juega un papel fundamental en la hidratación y protección de la mucosa oral
En relación con el cáncer oral, la autoexploración es fundamental. El odontólogo como profesional de la salud debe enseñar a los pacientes como tienen que mirarse la cavidad oral y que aspectos o alteraciones deben llamar su atención. Es imprescindible que todo el mundo sepa que apariencia tiene el cáncer oral o en que situaciones tenemos que sospechar de alteraciones que puedan ser malignas o que tengan potencial de transformarse en lesiones malignas.
Es importantísimo conocer que si tenemos úlcera persistente más de 15 días eliminado agente causal o lesiones blancas o rojizas que no se desprenden al raspado o lesiones orales con rápido crecimiento, inducción, adhesión planos profundos o dolor al tragar más de tres semanas sin causa aparente o tumoración aparición reciente en cuello sin causa aparente o lesión pigmentadas localizadas que presenten cambios en color, dimensiones o los bordes, deben acudir inmediatamente a su odontólogo o especialista en medicina oral.
