Victoria Gálvez/J.P.R.
El diagnóstico de cáncer supone un gran impacto emocional para el paciente. La figura del psicooncólogo se ha ido consolidando en el Sistema Nacional de Salud durante los últimos años con el objetivo de cubrir necesidades no atendidas relacionadas con el estado emocional. Los efectos adversos de los medicamentos y las secuelas de la enfermedad afectan de manera significativa en la autoestima de los pacientes. “Uno de los principales miedos es la desfiguración, además del dolor”, explica la psicooncóloga Marta de la Fuente en una entrevista con iSanidad en colaboración con La Roche Posay.
¿Qué impacto emocional tienen las lesiones en la piel producidas por los tratamientos oncológicos?
Las lesiones en la piel producidas por los tratamientos oncológicos generan un gran impacto a nivel emocional en los pacientes. Uno de los principales miedos es la desfiguración, además del dolor. El tratamiento genera muchas veces dolor, irritación, quemazón y desfiguración, cambios muy visibles que afectan en la bajada de autoestima, de inseguridades, vulnerabilidades… En muchas ocasiones, tienen ansiedad social, es decir, más dificultad a la hora de relacionarse con otras personas, provocando ese aislamiento a nivel social por la vergüenza que sienten o la sensación de sentirse enfermos, por esos cambios visibles que afectan mucho a su seguridad personal.
“El psicooncólogo influye de una manera muy positiva en la mejora de la calidad de vida de los pacientes”
Los efectos adversos de los tratamientos oncológicos y las secuelas producidas también por la enfermedad repercuten tanto en la esfera física como psíquica del paciente. ¿Cómo influye el psicooncólogo en la mejora de la calidad de vida del paciente?
El psicooncólogo influye de una manera muy positiva en la mejora de la calidad de vida de los pacientes. En nuestra especialidad, intentamos trabajar en todas las esferas de la persona: a nivel personal, a nivel social, a nivel laboral, a nivel sentimental, familiar, relación con sus hijos. ¿Cómo lo intentamos hacer? Proporcionando recursos. Siempre digo que el sufrimiento que siente el paciente es como una balanza, en la que, en muchas ocasiones, sienten más percepción de amenaza ya que no tienen recursos.
Si nosotros disminuimos la percepción de amenaza proporcionando recursos, el sufrimiento disminuye. Queremos mejorar la calidad de vida fomentando un afrontamiento más activo ante la situación, generando recursos de gestión de sus emociones, sobre todo para intentar empoderar al paciente, para minimizar el impacto de todos los efectos secundarios.
¿Qué aspectos son necesarios trabajar con estos pacientes para mejorar su salud emocional?
Para trabajar la salud emocional en cualquier paciente oncológico y sus familiares es muy importante trabajar en varios niveles. A mí siempre me gusta decir que para trabajar la parte más emocional de identificación de sus emociones, análisis de lo que están sintiendo, fomentar esa expresión emocional, ventilación, esos espacios seguros para que puedan expresar lo que van sintiendo. Hay que trabajar mucho la parte física, la tensión, fomentar la desactivación fisiológica, las reacciones fisiológicas que tienen provocada por sus emociones. Debemos trabajar muchas técnicas dirigidas a eso.
“El sufrimiento que siente el paciente es como una balanza, en la que, en muchas ocasiones, sienten más percepción de amenaza ya que no tienen recursos”
Algo importantísimo es el manejo de los pensamientos y de las preocupaciones. Nosotros no podemos pretender que tengan buena salud mental si no trabajamos con sus inquietudes, preocupaciones, miedos y creencias. Y la última parte importante para el trabajo es la parte conductual, es decir, su comportamiento diario, sus actividades, su vuelta a la rutina, sus relaciones sociales, la parte de asertividad y defensa de sus derechos. Entonces, yo diría que para trabajar esa salud emocional tenemos que trabajar en esas cuatro esferas.
¿Cuáles son las principales necesidades no cubiertas que tienen estos pacientes?
Las principales necesidades no cubiertas que tienen los pacientes son muchas y va a depender realmente del tipo de paciente, de su entorno, de su patología… Pero en definitiva, hay una gran necesidad de acompañamiento emocional, incluso de recursos para la gestión de sus emociones. Es una de las principales quejas que tienen los pacientes y las familias: la atención en la parte emocional, sobre todo, también la parte de información, sentirse bien asesorados, bien informados.
“Hay una gran necesidad de acompañamiento emocional, incluso de recursos para la gestión de sus emociones”
Otra necesidad que muchas veces no tienen cubierta es la parte de más tiempo de calidad en las sesiones, intervenciones en sus profesionales sanitarios para tener esas tomas de decisiones compartidas. Es otra de las principales quejas que trasladan los pacientes. Y abordar, sobre todo, cómo darle recursos e información para minimizar los efectos secundarios de los tratamientos. Es importante que el paciente y la familia no tengan que buscar en Dr. Google, que es uno de los principales errores. El profesional de referencia tiene que asesorarle y acompañarle, cogerle de la mano y guiarle todo en todo el proceso.
Hace ya unos años que hablamos del psicooncólogo, ¿hasta qué punto está suficientemente implantada esta figura en el Sistema Nacional de Salud?
La figura del psicooncólogo ha mejorado y ha aumentado de manera significativa en todas las provincias, pero aún falta mucho. Es raro el centro en el que no hay un psicooncólogo, pero la carga asistencial sigue siendo muy alta y a lo mejor no pueden dar toda la atención de calidad. Necesitamos a muchos especialistas, formaciones, vivencias en congresos, reuniones y sobre todo, que todo el profesional sanitario que se dedique a la oncología tenga de referencia a un especialista en psicooncología. Es algo importante porque, a veces, aún se desconoce la labor del psicooncólogo dentro de la oncología.
La figura del psicólogo asistencial está también cada vez más presente. ¿Qué características debe tener diferente un psicooncólogo a un psicólogo? ¿Qué otras herramientas necesita?
No hay unas diferencias muy significativas en el abordaje. La importancia es la formación que tenga el psicooncólogo, sobre todo en la parte más médica. Existen herramientas de la psicooncología que no se suele abordar en la intervención clínica habitual de psicología, que es la parte de espiritualidad: las escalas de valores, de prioridades, los miedos… Nos encontramos con personas que están en contacto con mucho sufrimiento y que se están replanteando todo, incluso miedos relacionados con la muerte. Por eso trabajamos la parte de cuidados paliativos y la parte de espiritualidad para abordar ese tema de inquietudes que además no solamente nos lo encontramos con el paciente ya en la etapa final, sino lo encontramos en las etapas iniciales, porque pueden incluso estar experimentando lo que se llama un duelo anticipado.
“Nos encontramos con personas que aparentemente no necesitan la ayuda de un psicooncólogo, pero el especialista o la enfermera debe tener muy en cuenta si ese paciente está reprimiendo sus emociones”
¿Existe un perfil de paciente que requiere más los servicios del psicooncólogo?
No existe un perfil de paciente. Existen pacientes, a lo mejor más demandantes por sus rasgos de personalidad. Por ejemplo, personas con un rasgo más depresivo, u obsesivo o de ansiedad. Hay diferentes perfiles de personalidad. Nos encontramos con personas que aparentemente no necesitan la ayuda de un psicooncólogo. El especialista o la enfermera debe tener muy en cuenta si ese paciente está reprimiendo sus emociones. Tenemos que formar a los profesionales sanitarios en los diferentes perfiles de personalidad para saber distinguir y adaptar nuestra comunicación dependiendo del perfil del paciente.
¿Y qué signos deben alertar al oncólogo o al especialista que esté tratando al paciente para ver esa represión emocional y poder derivar al psicooncólogo?
Para poder derivar a un psicólogo ante cualquier enfermedad o dificultad de la persona, hay algunos elementos que debemos tener en cuenta como profesionales sanitarios. Cuando la persona está experimentando emociones intensas que están perdurando en el tiempo, siente que no está pudiendo controlarlas y que le está afectando significativamente a su funcionamiento diario, es el momento para derivar. En la práctica psicooncológica es importante que no derivemos solamente cuando haya afectación emocional significativa e intensa.
“En la práctica psicooncológica es importante que no derivemos solamente cuando haya afectación emocional significativa e intensa”
Y volviendo al tema de las lesiones en la piel, ¿cómo influye eso en la autoestima del paciente?
Hay muchos tratamientos en estos momentos que están mejorando de manera significativa la calidad de vida de los pacientes con afectación en la piel provocada por los efectos secundarios. Cuando nosotros tenemos esos tratamientos, esos recursos, hace que el paciente se sienta más seguro, más en paz, incluso más sereno, más satisfecho, con mejor autoestima, con mayor seguridad y eso va a repercutir en que van a tener más acercamiento social y va a haber unas mejores relaciones familiares. Esto muchas veces también afecta en gran medida, repercute mucho a nivel de su estado emocional. Por ejemplo, disminuye su irritabilidad, su tristeza, su apatía, su desgana… También eso repercute directamente en que, por ejemplo, esferas como la parte sexual de la pareja, que a lo mejor se ha visto muy mermada y con muchas más dificultades por todos los problemas relacionados con la piel, pues volvemos a activar esferas importantes en la persona que son significativas y fomentamos ese equilibrio.