Dra. Lucrecia Yañez: “La LLC es una enfermedad que podemos tratar y controlar en más del 95% de los pacientes”

Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander)

Lucrecia-Yañez

Anuario iSanidad 2023
Redacción
La leucemia linfocítica crónica (LLC) es el tipo de leucemia más frecuente en los países occidentales. Se diagnostica generalmente a partir de los 70 años y en el 80% de ocasiones el diagnóstico se realiza de manera incidental. La Dra. Lucrecia Yañez, del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander), explica cómo ha evolucionado el tratamiento de esta enfermedad, que se puede tratar y controlar en más del 95% de los pacientes, y las últimas novedades en este ámbito. “Durante 2023 ha habido dos novedades terapéuticas en LLC: un inhibidor de la tirosina quinasa de Bruton (BTK) que ha ofrecido resultados de eficacia superiores, y la combinación de un inhibidor BCL2 con inhibidor de BTK con posibilidad de discontinuar la terapia”, resalta. Además, aborda las líneas de investigación más importantes en LLC, así como los retos pendientes en esta enfermedad.

La LLC es una de las patologías de su tipo más prevalentes en España, ¿cómo es la situación en nuestro país?
La leucemia linfocítica crónica es el tipo de leucemia más frecuente en los países occidentales. Y, en el caso específico de España, su incidencia es similar a la de otros países europeos y Estados Unidos. En este sentido, es importante destacar que, aun siendo el tipo de leucemia más común, no es reconocida así dentro de la sociedad. Cuando hablamos de esta enfermedad, nos quedamos con la idea de la leucemia en población infantil y el trasplante de médula. Por eso, la información sobre enfermedades hematológicas es una asignatura pendiente y debemos hacer hincapié en la necesidad de darlas a conocer a la población general.

¿Cómo es el perfil de paciente actualmente?
El perfil del paciente es muy homogéneo. Se le diagnosticará a partir de los 70 años y, en el 80% de las ocasiones, el diagnóstico se realizará de una manera incidental; es decir, se detecta la alteración analítica mediante pruebas rutinarias o de control de otras patologías, como puede ser un análisis de sangre para vigilar el colesterol. Para la mayoría de los pacientes, el diagnóstico es una sorpresa.

“El mayor conocimiento de la parte biológica de la LLC nos ha permitido diseñar tratamientos más específicos y eficaces”

¿Qué opciones de tratamiento existen una vez diagnosticada la enfermedad? Aproximadamente, la mitad de los pacientes, aunque han sido diagnosticados, no van a necesitar nunca ningún tratamiento. La LLC es una enfermedad indolente, que evoluciona lentamente y en la que el paciente es asintomático, por lo que puede vivir con ella, continuando con su ritmo de vida normal y sin necesidad de ser tratados. Pero la otra mitad de pacientes sí que lo necesitan. Hasta hace unos años, el tratamiento se basaba en regímenes de quimio e inmunoterapia. Hoy en día, esta opción terapéutica ha desaparecido y ha sido sustituida por tratamientos dirigidos, más específicos a las alteraciones que tiene la célula de la LLC y que actúan frente a dos vías: BTK y proteína BCL2.

La LLC es una patología que ha evolucionado mucho en los últimos años, ¿Cómo ha sido esta evolución?
La evolución se ha producido gracias a un mayor conocimiento de la parte biológica de la enfermedad. Esto nos ha permitido diseñar tratamientos más específicos y eficaces frente a este tipo de patología.

En 2023, ha habido novedades incorporadas al SNS para esta patología, ¿qué aportan?
El año pasado ha habido, fundamentalmente, dos novedades: dos tratamientos de primera línea. Se les conoce de esta manera, ya que están destinados a pacientes que no han recibido hasta el momento ningún tipo de terapia. Uno de ellos es un inhibidor de BTK, que nos ha ofrecido resultados de eficacia superiores, en comparación con otros inhibidores de BTK como el de primera generación. La otra novedad es la combinación de tratamientos: un inhibidor BCL2 con inhibidor de BTK con opción de tratamiento finito, es decir, con posibilidad de discontinuar la terapia. También ha dado buenos resultados en pacientes de mejor pronóstico y más jóvenes.

“La mitad de los pacientes, aunque han sido diagnosticados, no van a necesitar nunca ningún tratamiento”

¿Cuáles son las próximas líneas de investigación para tratar la LLC?
Fundamentalmente, las futuras líneas de investigación se centran en ver si hay diferentes combinaciones de los fármacos ya disponibles, cuál sería la mejor combinación con la finalidad de poder discontinuar tratamiento y buscar otras dianas dentro de las células de la enfermedad. Además, sería muy interesante explorar el uso de terapias celulares como las CAR-T ya que, hasta el momento, los resultados que hemos recibido en LLC no son comparables a otro tipo de enfermedades hematológicas.

¿Cuáles son los principales retos de los hematólogos en el tratamiento en esta patología?
Hoy en día, la leucemia linfática crónica es una enfermedad que podemos tratar y controlar en más del 95% de los pacientes, un porcentaje muy alto en comparación con otros subtipos. Por ello, nuestros principales retos podrían ser tener la capacidad de elegir la mejor opción de tratamiento en función del perfil de cada paciente, desarrollar nuevas estrategias acorde a los nuevos tratamientos que han aparecido en estos últimos años (para los pacientes que están recayendo) y para necesidades no cubiertas como el síndrome de Richter.

Este síndrome es una afección poco frecuente que puede afectar a entre el 1 y 3% de todos los pacientes y es la personación de la LLC a un linfoma de alto grado. Hoy en día, es una necesidad médica no cubierta, ya que no disponemos de un tratamiento específico para este grupo de pacientes. Es una cuestión que debemos investigar y mejorar en estos próximos años.

“En los últimos 15-20 años se han diseñado tratamientos muy específicos para diferentes enfermedades hematológicas que han cambiado la supervivencia y la calidad de vida”

¿Qué valoración hace a nivel hematológico de este 2023? ¿Cómo ven el 2024?
La valoración de este último año es muy positiva. La hematología está creciendo desde el punto de vista de la investigación. A nivel internacional, no deja de ser puntera. Además, en los últimos 15-20 años, se han podido diseñar tratamientos muy específicos para diferentes enfermedades hematológicas que han resultado muy eficaces y han cambiado la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes con estas enfermedades hematológicas. Incluso, podemos llegar a curar a un porcentaje importante de ellos. El año 2024 va en la misma dirección. Tenemos las mismas inquietudes y ganas de trabajar para mejorar la calidad de vida y la supervivencia de los pacientes, buscando diferentes estrategias de tratamiento, con un foco claro en la curación, sabiendo que cada año estamos un poco más cerca.

Una entrevista impulsada por BeiGene

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