Anuario iSanidad 2023
Concepción Saavedra Rielo, consejera de Salud del Principado de Asturias
El Gobierno del Principado de Asturias encara la década del cambio y en este marco, la sanidad pública asturiana tiene un papel esencial, al ser uno de los pilares del Estado del Bienestar, y junto con la educación o los servicios sociales, ser un factor determinante en la vertebración del territorio.
Bajo el paraguas de la década del cambio, es momento de tomar decisiones sobre todo en las que son nuestras tres prioridades: la salud mental, la reducción de las listas de espera y la atención primaria. Sin duda, son retos ambiciosos que demandan reformas que tienen en cuenta a las personas de una manera individual pero que miran a la colectividad. Reformas que son necesarias para adaptarnos a las realidades de la sociedad actual.
En este sentido, es necesaria la modificación del mapa sanitario que nos permitirá reordenar y hacer una correcta asignación de los recursos, mejorando la atención del paciente independientemente de donde resida, sin que vivir lejos del centro de Asturias pueda suponer un hándicap a la hora de tener acceso a los mejores especialistas o a los tratamientos más adecuados. Y se hará con una premisa: Asturias mantendrá toda la red de dispositivos garantizando todas las prestaciones y la cartera de servicios.
Nuestras tres prioridades son la salud mental, la reducción de las listas de espera y la atención primaria
En esta hoja de ruta la atención a la salud mental es una prioridad. Así, en la propia estructura de la consejería, hemos ampliado la dirección general de Salud Pública a la Atención a la Salud Mental, dirección que también contará con un servicio de planificación de la Salud Mental para el desarrollo de estas políticas. Igualmente, en la nueva estructura del Servicio de Salud, se da otro salto cualitativo importante al pasar de una Unidad de Coordinación de Salud Mental a una Dirección de Salud Mental. Y por qué, porque es necesario potenciar la organización y servicios en el ámbito de la salud mental, la gestión y el desarrollo de los recursos. Con estos cambios visibilizamos la importancia de ir hacia un enfoque comunitario coordinado de forma intersectorial e interdepartamental. Dada la importancia de dar voz a todos los agentes y grupos políticos, trabajaremos además para contar con una Ley Asturiana de Salud Mental.
Reducir las listas de espera es otro de los cometidos que nos proponemos en esta legislatura. Tenemos una de las mejores listas de espera del país en lo que se refiere a demoras pese a tener la mayor presión asistencial debido al envejecimiento. Sin embargo, no nos conformamos y planteamos un plan estructural de gestión de listas de espera, integrado dentro del sistema sanitario público. Y para ello se pondrán todos los recursos que sean necesarios.
Es necesario potenciar la organización y servicios en el ámbito de la salud mental, la gestión y el desarrollo de los recursos
La atención primaria es la tercera de nuestras prioridades. Tenemos una oportunidad clara de mejora como es el Proyecto Regional Integral del Plan de Acción de atención primaria y Comunitaria 2022-2023, que define unas acciones y objetivos con un presupuesto y un cronograma marcado y con una línea de financiación, que irán acompañadas de las acciones planificadas en el ámbito de la salud digital. La reciente crisis sanitaria del Covid-19 ha puesto de manifiesto que Asturias se encuentra en el camino correcto al quitar burocracia y darle a la atención primaria, mayor capacidad de resolución y más protagonismo en el cuidado de las personas.
Ahora hemos de reforzar su papel nuclear, el trabajo multidisciplinar y la cooperación de los servicios sanitarios con los servicios sociales, favorecer la accesibilidad con el refuerzo de las unidades administrativas, potenciar el liderazgo con la nueva figura de la Dirección de Equipos de Atención Primaria y una nueva forma de autogestión y toma de decisiones. También desarrollaremos y reorganizaremos la atención urgente hasta tener un sistema común. A lo largo de estas líneas, he tratado de resumir los compromisos adquiridos con nuestra ciudadanía en un modelo de sanidad pública que no deja a nadie atrás, capaz de atender con calidad y dar una respuesta ágil, eficaz y basada en la mejor evidencia científica.