Anuario iSanidad 2023
Dr. José Luis Cebrián Carretero, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial de Cabeza y Cuello (Secom CyC)
Durante el año 2023, los profesionales sanitarios hemos dejado atrás, en cierta medida, los efectos devastadores de la pandemia. Esto ha permitido que muchos avances que se habían ido gestando en los últimos tiempos, hayan podido consolidarse ahora de forma efectiva. Hoy me gustaría traer aquí el tema de los laboratorios 3D hospitalarios en los que tanto la cirugía oral y maxilofacial como otras especialidades estamos teniendo una participación muy activa.
El concepto actual de nuestra especialidad se ha modificado mucho con los nuevos avances tecnológicos, de forma que una parte importante se desarrolla con el uso de datos e imágenes 3D, planificación en un ámbito virtual, impresión de biomodelos, etc. Herramientas como software de imagen 3D, planificación, simulación y navegación, así como el empleo de impresoras 3D, entre otros, han entrado en nuestra práctica clínica diaria y lo han hecho para quedarse porque ofrecen la posibilidad de simular intervenciones, realizarlas de forma más precisa y con más seguridad para el paciente.
En nuestro medio, estamos acostumbrados a recurrir a la industria cuando necesitamos un determinado desarrollo tecnológico, pero en muchas ocasiones sentimos que podríamos participar más en su diseño, elaboración y puesta en marcha. Sabemos lo que queremos, pero no si su realización es factible o no. En este sentido, cada vez más hospitales de nuestro entorno han apostado en este año por el establecimiento de laboratorios 3D acreditados y certificados en los que desarrolla tecnología “in house” que puede ser beneficiosa para el paciente, los profesionales y el hospital. No se trata simplemente de un tema económico, que también, sino de mejorar significativamente el conocimiento y las habilidades de la nueva generación de médicos en su relación con el paciente, y la enfermedad a tratar.
Cada vez más hospitales de nuestro entorno han apostado en este año por el establecimiento de laboratorios 3D acreditado
El laboratorio pretende ser un entorno que puede abarcar todo el proceso, desde el diseño hasta la fabricación de ciertos dispositivos en nuestras instalaciones. Esto supone un cambio radical en el flujo de trabajo de los servicios implicados, que serán autosuficientes para el diseño y generación de modelos 3D con fines clínicos, de investigación o educacionales.
La implantación de un laboratorio 3D plantea diversas necesidades que no son fáciles de solucionar: Lo primero es establecer un organigrama de funcionamiento con una serie de perfiles que se responsabilicen de su gestión y trabajo diario que junto con los responsables del hospital se encarguen de encontrar y acondicionar un espacio físico adecuado.
A partir de aquí, es imprescindible un control exhaustivo de la documentación para obtener la licencia de fabricante de dispositivos médicos a medida y la certificación en las normas de calidad pertinentes. Es muy recomendable diseñar un plan de formación que se pueda ofertar a todos los profesionales del hospital para captar a aquellos que tengan inquietudes relacionadas con la Medicina 3D y puedan aportar ideas y encontrar situaciones en las que el laboratorio pueda ayudarles.
Cualquier laboratorio 3D exige que se establezca una íntima sinergia entre médicos e ingenieros
También es necesario documentar y poder almacenar todo el conocimiento generado en un repositorio que permita su consulta y asegure la trazabilidad. Y, por último, sobre todo, se requiere contar con el personal adecuado y cualificado para su gestión, funcionamiento y mantenimiento. Este es quizás el principal problema. Cualquier laboratorio 3D exige que se establezca una íntima sinergia entre médicos e ingenieros.
En nuestro país son cada vez más las universidades que ofertan el grado de ingeniería biomédica y, sin embargo, sólo en muy pocos centros hospitalarios está establecido su perfil de apoyo a la clínica como se precisa en los laboratorios 3D. Muchos de estos profesionales tienen que recurrir a becas y otras ayudas sin que realmente estén incluidos en las plantillas hospitalarias. Este será un tema para tratar en el futuro y que, indudablemente exigirá, la concienciación por parte de las administraciones y directivos hospitalarios de su absoluta necesidad. A pesar de las dificultades, y como dije anteriormente, es una realidad sin vuelta atrás. Seguro que en unos pocos años, los laboratorios 3D hospitalarios serán un Servicio Central más a disposición de los médicos y pacientes.