“Romper el techo de cristal”: el Consejo General de Enfermería se manifiesta contra la discriminación que sufren las enfermeras

El Consejo General de Enfermería lanza una campaña con el fin de acabar con la doble discriminación que sufren las enfermeras por su condición de mujer y profesionales sin acceso al A1

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Redacción
Bien es sabido que la enfermería es una profesión muy feminizada, más del 84% son mujeres. Por ello, con motivo del Día Internacional de la Mujer, que coincide con el día del patrón de la Enfermería: San Juan de Dios, el Consejo General de Enfermería lanza la campaña #Enfermeras8M con el fin de acabar con la discriminación y romper con el doble techo de cristal que limita a estas profesionales por su doble condición de mujer y profesionales encasilladas en una categoría administrativa inferior a la que les corresponde .

La campaña de este 2024 muestra el puño de una mujer impactando en un cristal, el cual representa ese doble techo que quiere derribar, pero para lo que necesita ayuda. El primer techo de esta profesión tan feminizada sería por la discriminación que sufren por  ser mujer mientras que  el segundo sería por ser enfermera, ya que a estas profesionales, por el hecho de no estar incluidas en el grupo A1 de la Administración, se les limita su desarrollo profesional. Esto les impide alcanzar todo su potencial, limitando su crecimiento profesional y su capacidad de gestión. En cambio, a otros colectivos, con la misma formación universitaria, sí se les permite un desarrollo pleno.

La campaña #Enfermeras8M busca romper el doble techo de cristal que limita a las enfermeras

Para la vicepresidenta del CGE “el 8M es un día para visibilizar y defender la situación de las mujeres, de las mujeres enfermeras, para eliminar los estereotipos de género, velar por su respeto y prestigio, y por la equidad de oportunidades sin discriminación en el ejercicio de la profesión, teniendo en cuenta la perspectiva de género, rompiendo los techos de cristal”.

A su juicio, “resulta fundamental que nos posicionemos con una doble intencionalidad de transformación social, no sólo para romper esos techos de cristal que tienen como enfermeras, sino que aparte de su desarrollo profesional, como mujeres, se sientan seguras, hacerlas visibles como mujeres y enfermeras y en cómo las limita ese doble techo de cristal”, aspectos en los que incide la campaña de este año.

“Seguiremos reivindicando a todos los niveles de las instituciones sanitarias la necesidad de que la enfermería tenga la calificación de A1″

El presidente del CGE, Florentino Pérez Raya, se ha reunido con las principales autoridades sanitarias para reclamar el ascenso de categoría de las enfermeras y su inclusión en la A1. “Es injusto que las enfermeras estén limitadas por pertenecer a una categoría que no les corresponde y que les impide el desarrollo profesional pleno. Seguiremos reivindicando a todos los niveles de las instituciones sanitarias la necesidad de que la enfermería tenga la calificación de A1”, declara Pérez Raya. 

Su condición de mujeres implica, además, otros lastres que impiden también su avance profesional, como la invisibilidad, los problemas de conciliación de la vida laboral y familiar, o directamente el machismo de la sociedad en la que vivimos que, en muchas ocasiones, lleva a la resignación ante la situación.

Piden a las administraciones públicas que se fijen en las enfermeras y que sean conscientes de que son la profesión mayoritaria en el sistema sanitario

 “Para romper con ese doble techo de cristal hace falta compromiso y ser conscientes de la situación de discriminación que viven las enfermeras, sometidas a mucho estrés y mucha sobrecarga laboral que se ve agravada por su doble condición, lo que puede comprometer tanto su salud como su desarrollo profesional”, detalla la vicepresidenta I del CGE.

Por ello, “a las administraciones públicas les pedimos voluntad política, que se fijen en las enfermeras y sean conscientes de que somos la profesión mayoritaria en el sistema sanitario, que nuestra labor es imprescindible e insustituible y merece un reconocimiento. No sólo deben valorarnos los pacientes y la sociedad, también han de hacerlo las instituciones sanitarias realizando una reclasificación de nuestra categoría profesional, no sólo por lograr el A1,  sino para que las enfermeras no tengamos ni un solo límite a lo largo de nuestra vida profesional”, concluye Rodríguez Llanos.

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