“La falta de sueño favorece la agregación proteica anómala que produce la muerte neuronal en la enfermedad de Parkinson”

Dra. Rocío García-Ramos, neuróloga del Hospital Clínico San Carlos de Madrid

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Anuario iSanidad 2023
Redacción

La enfermedad de Parkinson afecta a unas 160.000 personas en España, de las cuales el 37% la padecen en estado avanzado. Se trata de una enfermedad neurodegenerativa crónica que cursa con síntomas motores y no motores que perjudican en gran medida la calidad de vida y autonomía de las personas afectadas. Los trastornos del sueño son los síntomas no motores más frecuentes en esta enfermedad. “Hay evidencia de que la falta de sueño favorece la agregación proteica anómala que produce la muerte neuronal en la enfermedad de Parkinson”, afirma la Dra. Rocío García-Ramos, neuróloga del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Además, señala que la prevalencia de trastornos del sueño en pacientes con enfermedad de Parkinson es de aproximadamente el 80%. En este sentido, subraya que es responsabilidad del neurólogo preguntar por los trastornos del sueño en la consulta.

¿Qué incidencia tiene la enfermedad de Parkinson en España y cuáles son sus principales síntomas?
La enfermedad de Parkinson tiene una incidencia en torno a 8-10 por 100.000 habitantes, aunque varía según la zona geográfica. Es ligeramente más frecuente en hombres y aumenta con la edad sobre todo a partir de los 60 años. Además, menos de un 10% de los casos son genéticos. El principal síntoma de la enfermedad de Parkinson es la lentitud (al hablar, al moverse, al caminar, etc.), asociada a rigidez y temblor característicamente de reposo. Con el tiempo aparece también un trastorno de la marcha en forma de paso corto, inclinación anterior al andar y sin movimiento de brazos. Además de estos, la enfermedad de Parkinson tiene otros síntomas muy frecuentes asociados a trastornos del ánimo, sueño, rendimiento cognitivo y urinarios, entre otros.

¿Qué relación existe entre las enfermedades neurodegenerativas y los trastornos del sueño?
Los trastornos del sueño son los síntomas no motores más frecuentes en la enfermedad de Parkinson. Son consecuencia de la degeneración de estructuras relacionadas con el sueño. Además, ahora tenemos evidencia de que la falta de sueño favorece la agregación proteica anómala que produce la muer- te neuronal en la enfermedad de Parkinson. La relación entre la falta de sueño y la agregación proteica anómala en esta patología puede deberse a que el sueño desempeña un papel importante en la eliminación de desechos y la reparación celular. Cuando no se duerme lo suficiente, los procesos de limpieza y reparación pueden verse comprometidos, lo que podría contribuir a la acumulación anormal de proteínas.

La prevalencia de trastornos del sueño en pacientes con enfermedad de Parkinson es de aproximadamente el 80%

Los trastornos del sueño se encuentran entre los síntomas no motores de la enfermedad de Parkinson, afectando a la calidad de vida de los pacientes y a la carga de sus cuidadores. ¿Qué tipos de trastornos del sueño existen y cuáles son las características principales de cada uno de ellos?
Los síntomas del sueño más frecuentes en la enfermedad de Parkinson son: insomnio, nicturia (la necesidad de orinar frecuentemente por la noche) somnolencia diurna excesiva, trastorno de conducta del sueño REM y síndrome de piernas inquietas. El insomnio, tanto de conciliación de sueño, como fragmentado o por despertar precoz, se puede producir como consecuencia de la propia enfermedad o de efectos secundarios de algunos fármacos. También puede causarla otra sintomatología como depresión asociada a la enfermedad, acinesia y rigidez nocturna, etc. La nicturia es muy frecuente en la enfermedad de Parkinson y contribuye al insomnio. Por su parte, la somnolencia diurna excesiva es más normal que aparezca en pacientes con deterioro cognitivo y efecto secundario de los fármacos.

En relación con el trastorno de conducta del sueño REM, el paciente tiene sueños vívidos (habla y se mueve violentamente durante la fase del sueño REM). Estos síntomas preceden en años a la enfermedad y cuando aparecen también se asocian a una enfermedad con peor pronóstico cognitivo y motor. Además, hay riesgo de caídas nocturnas. Finalmente, estaría el síndrome de piernas inquietas. Los pacientes refieren sensaciones desagradables en las piernas que les obliga a moverse para que desaparezcan y esto evita conciliar el sueño o les despierta por la noche.

¿De qué forma repercute la calidad del sueño en la calidad de vida de los pacientes con enfermedad de Parkinson?
El descanso nocturno puede afectar a la calidad de vida del paciente provocando que durante el día pueda presentar fatiga, así como aumentar la ansiedad y trastornos del estado de ánimo. Además, puede hacer que la convivencia sea más difícil con la familia y afecte también a la calidad de vida de los familiares y cuidadores. La nicturia y el trastorno de conducta del sueño REM pueden aumentar el riesgo de caída y lesiones del paciente por la noche.

“El principal síntoma de la enfermedad de Parkinson es la lentitud (al hablar, al moverse, al caminar, etc.), asociado a rigidez y temblor característicamente de reposo”

¿Cuál es la prevalencia de trastornos del sueño en pacientes con enfermedad de Parkinson? ¿Varía en función del estadio de la enfermedad?
La prevalencia está en torno a un 80%. Conforme avanza la enfermedad todos los trastornos se hacen más frecuentes.

¿Hasta qué punto es importante diagnosticar este tipo de trastornos del sueño de forma temprana en pacientes con enfermedad de Párkinson? ¿Cómo afecta la calidad del sueño al periodo de vigilia? ¿Tienen en cuenta los pacientes la relación entre calidad del sueño y calidad de vida?
Es muy importante en la enfermedad de Parkinson atender no sólo al tratamiento de los trastornos motores, sino también el de los no motores. El sueño es especialmente importante por la re- percusión que tienen en la funcionalidad del paciente y la convivencia familiar. Los pacientes y la familia suelen comentar al médico estos problemas con más frecuencia de lo que refieren otros no motores, como alteraciones autonómicas o de ánimo.

¿Considera que existe suficiente formación e información para que estos pacientes puedan identificar la presencia de trastornos del sueño y comunicárselo al neurólogo para un correcto abordaje? ¿Qué falta y qué se puede hacer en este sentido?
El paciente, a veces, no asocia el trastorno del sueño como un síntoma de la enfermedad de Parkinson, sino que cree que es un problema diferente. Es responsabilidad de los neurólogos preguntar por ello en la consulta por la gran repercusión que tiene en el paciente. Por eso, es importante implicar al paciente más en su enfermedad para que sepa cuándo tiene que solicitar ayuda.

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