Anuario iSanidad 2023
Luis de Palacio, presidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE)
La Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) ha estado luchando por los derechos de las farmacias y por una sanidad más eficiente. En este sentido, hay varias reivindicaciones clave emitidas durante 2023 que merecen nuestra atención. Primero, la FEFE ha pedido un precio mínimo que se actualice con la inflación de los medicamentos, de 1,93€ PVL. Esta medida garantizaría que las farmacias y la cadena de distribución reciban una compensación justa por los medicamentos que dispensan, protegiéndolas de las fluctuaciones del mercado y asegurando su viabilidad económica. En su defecto, es imperativo que el margen bruto mínimo del medicamento en la dispensación de un medicamento sea de 1€. De lo contrario no se están cubriendo ni los salarios mínimos que por convenio corresponden a los farmacéuticos.
En segundo lugar, se ha destacado que las farmacias aportan un 38% de valor sin contraprestación económica. Esto significa que las farmacias están proporcionando servicios valiosos a la comunidad sin recibir una compensación adecuada. Es esencial que se reconozca y se compense este valor.
En tercer lugar, la FEFE ha pedido la vuelta a la legalidad de los medicamentos de diagnóstico hospitalario (DH) en todas las farmacias. Esta medida permitiría a las farmacias dispensar estos medicamentos, lo que aumentaría la accesibilidad para los pacientes y reduciría la carga asistencial de pacientes ambulantes para los hospitales, que no les corresponde. Cada año que pasa con este asunto sin resolver, ahonda en la infrautilización de los farmacéuticos comunitarios, en su devaluación profesional, y por consiguiente, en su desmotivación para ejercer en farmacia comunitaria.
Las farmacias aportan un 38% de valor sin contraprestación económica
Para facilitar, la FEFE ha planteado una propuesta para realizar una compra compartida entre la oficina de farmacia y el hospital, donde la farmacia paga un tramo fijo al contado y obtiene su margen fijo en consecuencia. El sistema de dispensación puede estar tutelado y garantizado con los mecanismos propios de las recetas de estupefacientes, que hacen que no se acumulen cantidades en las farmacias.
De esta manera, la negociación secreta con la industria seguirá en el ámbito de los gestores públicos, con neutralidad de la oficina de farmacia. Se diversifica el riesgo financiero de los servicios que intervienen, hospitalaria y comunitaria, y se alinean todos los intereses legítimos, especialmente el de los pacientes en acceder a esta medicación en mejores condiciones. Esta medida podría permitir una disminución de coste en los presupuestos hospitalarios de hasta 570 millones de euros en las compras, y otra disminución considerable en las necesidades de estructura de ese servicio.
Durante toda mi presidencia en la patronal FEFE, he abogado por la eliminación del cupón precinto de la dispensación financiada. Aún a la espera de que este hito se alcance, creo muy necesario para todo el sistema sanitario que desaparezcan las recetas médicas en papel. Que sólo exista Receta Electrónica, pública y privada. Esta medida elimina la burocracia, y aumentaría la eficiencia de muchos procesos repetitivos, permite un cumplimiento por parte de los prescriptores de la ley sobre recetas que en más de la mitad de las manuscritas no se da, y elimina los errores de lectura de la “letra de médico” que tienen los farmacéuticos. Pero es que además también permitiría implantar una comunicación eficaz entre médicos y farmacéuticos, y desarrollar el potencial de los farmacéuticos en materias de adherencia, reacciones adversas, e investigación clínica en consumos en comunitario.
Las farmacias están proporcionando servicios valiosos a la comunidad sin recibir una compensación adecuada. Es esencial que se reconozca y se compense este valor
Esta reivindicación la hago extensiva a la orden de dispensación enfermera y a la receta de medicamentos veterinarios, porque así igualarán los estándares de calidad y seguridad que establece el Real Decreto 1718/2010, ¡y encima se cumplirán! En resumen, las farmacias están en una posición única para contribuir a un sistema sanitario más eficiente y centrado en el paciente. Sin embargo, para que esto ocurra, es esencial que se reconozca y se compense adecuadamente su valor, se elimine la burocracia innecesaria y se implementen medidas que permitan a las farmacias desarrollar todo su potencial. La receta electrónica es un paso de gigante en la dirección correcta.