Hallan la manera de producir heparina de forma sintética en el laboratorio

Un estudio realizado por científicos del Instituto Politécnico Rensselaer han descubierto cómo producir este anticoagulante en un laboratorio

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Redacción
El anticoagulante más utilizado en el mundo es la heparina, se emplea durante procedimientos que van desde la diálisis renal hasta la cirugía a corazón abierto. Hasta ahora, la heparina siempre ha derivado de los intestinos de los cerdos, pero científicos del Instituto Politécnico Rensselaer (RPI) de Estados Unidos han descubierto cómo producirla en un laboratorio. También han desarrollado un camino hacia un proceso de biofabricación que potencialmente podría revolucionar la forma en que el mundo obtiene el suministro de este medicamento crucial.

Con su proceso patentado, detallado en un estudio publicado en la revista PNAS que recoge Europa Press, los investigadores ya están trabajando con la FDA y han iniciado una ampliación que conduce a la producción comercial. “En los últimos años, con problemas de enfermedades y contaminación que interrumpen la cadena de suministro global de heparina porcina y potencialmente ponen en riesgo a millones de pacientes, está claro que necesitamos diversificar la forma en que fabricamos este medicamento, afirma Jonathan Dordick, profesor del Instituto de Ingeniería Química y Biológica.

Jonathan Dordick: “Necesitamos diversificar la forma en que fabricamos este medicamento”

A diferencia de la insulina, otro medicamento muy importante que solía provenir de los cerdos y ahora es artificial, la heparina no es sólo una proteína o molécula, sino una cadena compleja de varios carbohidratos. Eso hace que sea muy difícil sintetizarlo de una manera que se traduzca en un entorno de fabricación a gran escala más tradicional.

“Comenzamos con el núcleo de la estructura de la heparina, que es como el árbol desnudo. Luego, usando varias enzimas, agregamos moléculas: los adornos, el oropel, las luces. Como se puede imaginar, hay muchas maneras de decorar un árbol, por lo que conseguir la decoración adecuada para producir heparina es el desafío”, explica Dordick.

La heparina es una cadena compleja de varios carbohidratos lo que hace que sea muy difícil sintetizarlo de una manera que se traduzca en un entorno de fabricación a gran escala más tradicional

“Las investigaciones anteriores utilizaron enzimas nativas para replicar lo que sucede en los intestinos de los cerdos para producir heparina. Sin embargo, esto produce una pequeña cantidad de heparina y no se puede hacer a escala. Nuestro mayor logro fue la idea de optimizar las enzimas para lograr un mayor rendimiento y estabilidad, añade Elena Paskaleva, científica investigadora senior de RPI y una de las coautoras del estudio.

“Si bien el estudio actual describe la producción de heparina a escala de laboratorio, también estamos avanzando hacia un proceso a escala comercial, que proporcione la misma heparina de alta calidad, para generar el fármaco para estudios clínicos”, concluye Robert Linhardt profesor emérito de Biocatálisis e Ingeniería Metabólica de Constellation en RPI y coautor del estudio.

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