Expertos advierten de que la obesidad afecta a la respuesta de los tratamientos para enfermedades reumáticas inflamatorias autoinmunes

la Sociedad Española de Reumatología ha elaborar materiales con información dirigida a personas con ambos problemas de salud: enfermedades reumáticas y sobrepeso u obesidad

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Redacción
La obesidad conduce a un entorno de inflamación sistémica de bajo grado que afecta directamente a las patologías reumáticas. En este grupo de enfermedades reumáticas inflamatorias autoinmunes, la obesidad y el sobrepeso puede influir de forma negativa en obre la actividad de la patología y la respuesta a algunos tratamientos.

La obesidad conduce a un entorno de inflamación sistémica de bajo grado que afecta directamente a las patologías reumáticas

Este impacto ha llevado a la Sociedad Española de Reumatología ha elaborar materiales con información dirigida a personas con ambos problemas de salud: enfermedades reumáticas y sobrepeso u obesidad. Son materiales que forman parte del proyecto Reumafit, con el que remarcan la importancia de realizar actividad física y ejercicio para estos pacientes.

La Dra. Raquel Almodóvar, reumatóloga del Hospital Universitario Fundación Alcorcón (Madrid) y una de las coordinadoras de esta iniciativa, explica que la obesidad y el sobrepeso “se debe combatir cuanto antes”, por lo que, en el manejo de las comorbilidades en personas con enfermedades reumáticas inflamatorias recalca “la importancia de identificar y tratar la obesidad y sobrepeso por los efectos perjudiciales que conlleva”.

La obesidad es un factor de riesgo para desarrollar enfermedades reumáticas como la artritis reumatoide y la artritis psoriásica

Tanto en artritis reumatoide como en artritis psoriásica hay estudios que han demostrado que la obesidad es un factor de riesgo para el desarrollo de estas enfermedades; así como un impacto negativo en la actividad, calidad de vida y respuesta a tratamientos. Además, la propia obesidad, por un aumento de la producción de citocinas en el tejido adiposo visceral, se suma a la inflamación sistémica que afecta a las personas con artritis.

“Aunque todavía controvertido, cada vez existe más evidencia de que tanto la obesidad como las dietas ricas en grasas se relacionan con el lupus eritematoso sistémico (LES), donde la frecuencia de obesidad es mayor y son más propensos a tener síndrome metabólico. De ahí la necesidad de trabajar en la prevención y el tratamiento, para el control de la enfermedad”, según la Dra. Almodóvar. Por otra parte, la experta señala que en la artrosis y en el dolor lumbar, uno de los factores de riesgo más influyente y modificable es la obesidad.

Dra. Almodóvar: “Cada vez existe más evidencia de que tanto la obesidad como las dietas ricas en grasas se relacionan con el lupus eritematoso sistémico”

La necesidad de reducir el peso en estas personas para “aliviar la carga en las articulaciones afectadas, disminuir la inflamación, mejorar la movilidad y la respuesta a los tratamientos, entre otros aspectos”, es una de las claves en las que incide la reumatóloga. En España un 16,5% de hombres y un 15,5% de mujeres padecen obesidad y un 44,9% de los hombres y un 30,6% de las mujeres sobrepeso, datos que, según las estimaciones, tenderían a aumentar en el futuro.

Los expertos que han elaborado la guía insisten en que la disminución de la ingesta de calorías combinada con ejercicios aeróbicos y de fortalecimiento como medida más eficaz en la prevención y el tratamiento del sobrepeso y la obesidad.

En la artrosis y en el dolor lumbar, uno de los factores de riesgo más influyente y modificable es la obesidad

Los dos tipos de ejercicios más importantes en las personas con sobrepeso u obesidad son el ejercicio aeróbico o cardiovascular como caminar, correr, bicicleta o natación, que es eficaz para disminuir la grasa, y los ejercicios de fortalecimiento en los que se utilizan bandas de resistencia, pesas, máquinas o el propio peso del cuerpo, con el objetivo de aumentar la fuerza o la potencia muscular.

Si bien, hacerlo de forma aislada es “poco eficaz”, por lo que se recomienda la continuidad y aumentar, en la medida de lo posible, la actividad física no relacionada con el ejercicio, es decir, evitar el sedentarismo, realizar tareas domésticas, andar, sustituir el ascensor por las escaleras, aumentar las actividades al aire libre, etc.

Además, los expertos destacan la importancia de no perder masa muscular independientemente de que aumente algo el peso corporal, porque mejora el rendimiento físico, favorece la producción de mioquinas y disminuye las adipocinas, aumenta el metabolismo basal y mejora la estética corporal.

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