Especialidad de medicina de urgencias y emergencias, una realidad en España

Dr. Tato Vázquez, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes)

Medicina-Emergencias

Anuario iSanidad 2023
Dr. Tato Vázquez, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes)
En julio de 2022 fue publicado el RD 589/22 que regulaba el acceso a especialidades de nueva creación. Establecía con carácter formal los requisitos (anexo 1 del citado RD) que precisaba cualquier especialidad para su reconocimiento como tal.

Por múltiples razones ampliamente expuestas, Semes era perfectamente conocedora de que la especialidad de medicina de urgencias y emergencias (EMUE) debería ser reconocida en España, siguiendo la realidad de la inmensa mayoría de los países de su entorno sociocultural y las recomendaciones de numerosas instituciones nacionales y europeas. Además, Semes disponía de un excelso conocimiento de esta evidencia desde hace muchos años, gracias al trabajo continuado de sus socios y respectivas JD durante este tiempo.

Por tanto, la publicación del 589/22 supuso la oportunidad de reflejar formalmente una evidencia incontestable y una necesidad absoluta del sistema sanitario español, lejos de opiniones carentes de fondo informativo; una especialidad “no se cuestiona con el estómago y se ejecuta con el cerebro”. Se redactó por tanto un amplísimo dossier referenciado que daba respuestas a todas las cuestiones planteadas por el anexo 1 y se aportó dicha información a las consejerías de sanidad de las diferentes comunidades autónomas y al Ministerio de Sanidad. Finalmente se constituyó un grupo de trabajo que elaboró una propuesta que fue aprobada en el pleno de la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud (de manera unánime) en marzo de 2023.

La creación de la especialidad de urgencias y emergencias es una apuesta evidente de futuro y de mejora del sistema sanitario

Tras dicha presentación, el Ministerio de Sanidad recabó los informes pertinentes del Ministerio de Universidades, Consejo General de Colegios Médicos (Cgccom) y Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud (Cnecs). En junio de 2023 la Dirección General de Ordenación Profesional (DGOP) estima la solicitud e inicia la elaboración de la norma para la creación de la especialidad. El 6 de junio se inicia el proceso de consulta pública que finaliza 15 días después. El antiguo ministro de Sanidad, el Sr. Miñones, acude al Congreso Nacional de Semes en Madrid y, ante un auditorio abarrotado de urgenciólogos, anuncia dicha resolución.

El 8 de septiembre se publica el proyecto en audiencia e información pública, finalizando el plazo de alegaciones el 28 de septiembre. Concluido este proceso, el proyecto de Real Decreto debe ser enviado al Consejo de Estado, aprobado posteriormente por la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios y, finalmente, por el Consejo de Ministros. Estamos en la recta final de un largo camino.

Nuestra sociedad siempre ha mantenido que la creación de la especialidad de urgencias y emergencias es una apuesta evidente de futuro y de mejora del sistema sanitario, terminando así definitivamente con un error histórico de este país. Porque lejos de discursos polémicos, el gran beneficiado de esta medida será el ciudadano. Como se ha repetido en numerosas ocasiones, la existencia de una formación reglada, homogénea y estructurada en todos los servicios de urgencias y emergencias es la mejor garantía posible de seguridad y calidad en la asistencia para los miles de pacientes que cada día deben ser atendidos en nuestros servicios. Y es además una garantía de equidad para el ciudadano; una consideración fundamental en patologías tiempo dependientes que condicionan el devenir inmediato de nuestros congéneres.

Por otra parte, nos permitirá planificar adecuadamente los RRHH de las diferentes especialidades (cabe recordar que la EMUE será la más deficitaria desde el año 2030 y con los profesionales más envejecidos según el informe de oferta y necesidad de especialistas del SNS 2022-2035 del MSC) y realizar una oferta de plazas acorde a dichas necesidades. Adicionalmente permitirá la integración definitiva en nuestro espacio común europeo.

La publicación del 589/22 supuso la oportunidad de reflejar formalmente una evidencia incontestable y una necesidad absoluta del sistema sanitario español

La EMUE será una especialidad independiente con su propio Plan Oficial de la Especialidad (POE) y su propia Comisión Nacional, como no puede ser de otra forma, y a la que accederán aquellos médicos que vocacionalmente quieran dedicarse a ella (un 10% de los estudiantes de medicina como primera elección). Una especialidad compleja, difícil, de alto grado de compromiso y dedicación, que precisa de una forma diferente de entender la medicina y con un valor determinante del factor tiempo, En definitiva, la especialidad más bonita que existe. Pero no somos ajenos a la flexibilidad que debe tener el sistema sanitario y a la posible existencia de pasarelas entre especialidades (como anticipaba la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias) basadas en la adquisición de competencias que pueden ser compartidas entre ellas.

Por eso hemos impulsado esta forma de entender el futuro de la medicina desde una perspectiva nueva, innovadora y aperturista, lo que creemos es un reto y una necesidad para nuestro sistema sanitario. Y en este camino hemos encontrado el entendimiento con nuestros colegas de múltiples sociedades científicas y muy particularmente las de nuestros compañeros de atención primaria.

Sabemos de los múltiples problemas de los que está aquejada nuestra sanidad, sin duda uno de los pilares de nuestro estado de bienestar, y estandarte único (con la educación) de la igualdad de oportunidades. Por eso reiteradamente hemos pedido un pacto de estado por la sanidad que garantice el futuro de nuestros hijos. Este colectivo médico, el segundo más numeroso de este país, el que ha soportado en numerosas ocasiones “incidentes de múltiples víctimas” (algunas veces casi diario) y alguna que otra catástrofe de origen biológico, mira con esperanza su futuro y está dispuesto a ser uno de los motores que revitalice completamente la sanidad de este país.

Y permítanme que en un año como el que despedimos exprese mi más sincero agradecimiento a tantos profesionales que durante años han hecho posible esta realidad llamada EMUE. Sin duda “el futuro pertenece a aquellos que creen en la belleza de sus sueños”.

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