Anuario iSanidad 2023
Dra. Marta Neira Álvarez, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Geriátrica (Semeg)
Después de unos duros años de pandemia que han castigado especialmente a la población más mayor, vamos recuperando la normalidad en la sociedad y en la actividad sanitaria. El enorme impacto de la pandemia en los mayores hizo que se pusiera la atención en la necesidad de transformar la atención sanitaria al adulto mayor, que mejoraran los sistemas de coordinación entre primaria y especializada y, especialmente, entre servicios sociales y sanitarios.
Esto ha significado un incremento en la dotación de servicios especializados de geriatría en algunas partes del territorio nacional; sin embargo, es importante destacar que no se ha hecho de forma homogénea, habiendo comunidades autónomas con una destacada presencia de geriatras frente a otras con una mínima representación. A día de hoy sigue habiendo personas mayores que, en caso de necesitarlo, no tienen acceso a un servicio de geriatría. Además de un aumento del número de geriatras, también se han desarrollado prestaciones que favorecen una mejor comunicación y coordinación con atención primaria y residencias.
La Valoración Geriátrica Integral es la herramienta que ha mostrado más eficacia para detectar la fragilidad de forma precoz y poder intervenir rápida y eficazmente antes de que se produzca el deterioro funcional
Por otro lado, al margen de las complicaciones inmediatas que tuvo la pandemia en la población más vulnerable, siendo el grupo de mayor mortalidad y con una letalidad mayor del 30% en mayores de 80 años en la primera ola de la enfermedad, también ha tenido otras complicaciones a medio plazo que ahora estamos observando; el aislamiento sufrido durante el confinamiento ha condicionado una reducción de la actividad física, relaciones sociales y actividades de ocio en esta población, que han supuesto la aparición de problemas clínicos tales como deterioro funcional, deterioro cognitivo, trastornos afectivos, soledad, detección de enfermedad oncológica no conocida o trastornos nutricionales entre otros, que determinan una enorme carga de discapacidad, mortalidad, pérdida de calidad de vida y riesgo de institucionalización.
Todo esto hace absolutamente necesario que se aborden estos problemas a la mayor brevedad, adaptando los servicios sanitarios a estas nuevas necesidades y al paciente, lo cual conlleva un enorme reto de cambio e innovación. La geriatría está creciendo y está desarrollando áreas nuevas de intervención; atención en urgencias, trabajo colaborativo con otras especialidades como oncología, hematología o cardiología, atención al paciente quirúrgico con programas de prehabilitacion prequirúrgica y postcirugía como la ortogeriatría o con servicios de cirugía vascular, cirugía general o urología.
Desde la Sociedad Española de Medicina Geriátrica, alineados con los objetivos de la Década del Envejecimiento Saludable 2020-30 y en aras de conseguir los Objetivos del Desarrollo Sostenible 2030, nos gustaría recalcar que es imprescindible centrar la atención al adulto mayor en el objetivo de mantener su capacidad funcional para fomentar el envejecimiento saludable de la población.
Es imprescindible centrar la atención al adulto mayor en el objetivo de mantener su capacidad funcional para fomentar el envejecimiento saludable
Para ello, la Valoración Geriátrica Integral es la herramienta que ha mostrado más eficacia para detectar la fragilidad de forma precoz y poder intervenir rápida y eficazmente antes de que se produzca el deterioro funcional. Y los servicios de geriatría, con sus diferentes niveles asistenciales, que dan respuesta a las necesidades específicas de la heterogeneidad de las personas mayores, son un recurso imprescindible. Poner el énfasis en la autonomía, en el envejecimiento saludable es absolutamente prioritario para que efectivamente entremos en una etapa de normalización de la sociedad tras la pandemia.
En paralelo al plano asistencial, el desarrollo de la Geriatría en el Pregrado, el aumento de plazas acreditadas de médico interno residente para la formación de geriatría (actualmente 42 hospitales cuentan con formación MIR) o el desarrollo de grupos de investigación en envejecimiento (en este momento son 20 grupos de investigación en el área temática de Fragilidad y Envejecimiento Saludable del Ciber) hacen que la geriatría este viviendo un momento crecimiento. Sin embargo, el envejecimiento de la población va mucho más rápido.
Es necesario que toda la sociedad, incluido el sistema de salud al completo, nos involucremos activamente en la transformación necesaria para poder abordar con éxito el aumento progresivo de personas mayores y poder aportarles un envejecimiento repleto de capacidad funcional, de salud.