El uso secundario de los datos: una herramienta clave para el desarrollo de la salud

Cristina Nadal, directora ejecutiva de Policy en MSD en España

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Anuario iSanidad 2023
Cristina Nadal, directora ejecutiva de Policy en MSD en España
En MSD velamos por el bienestar de las personas y trabajamos para que la salud humana, animal y medioambiental esté garantizada. Para ello, empleamos el potencial de la ciencia de vanguardia para salvar y mejorar vidas en todo el mundo. Son muchos los caminos que nos llevarán a conseguir este objetivo y numerosas las medidas disponibles.

En concreto, el uso secundario de los datos va a suponer un cambio de paradigma en salud y es una oportunidad única que hará mejorar la investigación y la innovación para toda la sociedad. Sin embargo, queda mucho camino por recorrer y es un reto para el que queremos encontrar respuesta, mientras apostamos por impulsar la transformación digital del sector sanitario.

El uso secundario de los datos va a suponer un cambio de paradigma en salud y es una oportunidad única que hará mejorar la investigación y la innovación para toda la sociedad

La pandemia ha supuesto un antes y un después en este campo. Ahora entendemos más si cabe el potencial del uso secundario de los datos, ya que su aplicación en la toma de decisiones de salud puede suponer una verdadera oportunidad para impactar de manera generalizada en la salud de nuestra sociedad, aliviando la carga de los sistemas sanitarios y haciéndolos más sostenibles y, en consecuencia, mejorando la economía y la prosperidad del conjunto del país.

La Unión Europea está avanzando en la aprobación del reglamento del Espacio Europeo de Datos Sanitario, lo que nos brinda un futuro lleno de oportunidades y también grandes retos. Desde el sector biofarmacéutico, trabajamos en el desarrollo de soluciones que hagan frente a los retos que surgen a la hora de establecer el ecosistema digital y de datos. Esta colaboración público-privada debe intensificarse y la pandemia fue, precisamente, un claro ejemplo de que sin colaboración no hay desarrollo.

La colaboración público-privada debe intensificarse y la pandemia fue, precisamente, un claro ejemplo de que sin colaboración no hay desarrollo

Sin duda, gracias a estas colaboraciones es posible comprender no solo el impacto y beneficio del uso de los datos, sino que estas permiten conocer cómo los diferentes tratamientos y soluciones contribuyen a la salud de los pacientes reales, así como fomentar la investigación y desarrollo de nuevas terapias. El trabajo colaborativo y el impulso de innovaciones hacen posible que los nuevos fármacos y tratamientos lleguen, cuanto antes, a todas las personas que los necesitan, dando así respuesta a sus necesidades no cubiertas. Al fin y al cabo, lo que pretendemos, como Compañía innovadora es hacer posible un futuro seguro, sostenible y saludable para las personas y las comunidades de todo el mundo.

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