Juan León García
Por sus características particulares, como la “alta transmisibilidad y la potencial gravedad” además de su estacionalidad, las enfermedades respiratorias “obligan a actuar de manera preventiva” lo que, a juicio de Mariano Pastor, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias (Fenaer), debería propiciar una vacunación prioritaria frente a estas. La Sala Clara Campoamor del Congreso de los Diputados ha acogido este lunes la presentación de un trabajo que ahonda en este sentido y aporta una serie de propuestas para mejorar la estrategia de vacunación de este tipo de patologías.
El documento, de carácter multidisciplinar y que ha contado con la colaboración no condicionada de Pfizer, ha sido elaborado con la visión de siete expertos. Entre ellos, de los ámbitos de salud pública; vacunólogos; infectólogos; profesionales de la atención primaria; economistas y pacientes.
Uno de los portavoces de este último colectivo, Manuel Arellano, vicepresidente segundo de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP), ha señalado que el ministerio de Sanidad “ha mostrado mucho interés” en este trabajo. Por lo que, aun sin fecha concreta, se prevé que se produzca una reunión para empezar a trabajar en alguna de las líneas que plasma el texto.
El documento, de carácter multidisciplinar y que ha contado con la colaboración no condicionada de Pfizer, ha sido elaborado por expertos en salud pública; vacunólogos; infectólogos; profesionales de la atención primaria; economistas y pacientes
Desde la estructura del legislativo también se sigue con atención una problemática que puso sobre la mesa la pandemia de Covid. “No sabemos cuándo ocurrirá la próxima infección respiratoria, pero sabemos que ocurrirá”, ha advertido Agustín Santos, presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados. De entre las herramientas para anticipar otra posible crisis sanitaria, ha ahondado en el reto de las patentes: “Si tuviéramos una situación similar a la de la Covid, encontraríamos problemas para el acceso a patentes de vacunas”.
En este sentido, la portavoz de la Comisión de Sanidad del Congreso por parte del Grupo Parlamentario Socialista (GS), María Carmen Castilla Álvarez, ha expresado que desde su grupo apostarán por este documento: “Para nosotros es fundamental intervenir para mejorar la calidad de vida de estos pacientes”. Entre la multiplicidad de causas relacionadas con la aparición a incidencia de enfermedades respiratorias (ambientales o socioeconómicas), una de las que preocupa a los ponentes reunidos en este evento ha sido la de concienciar al conjunto de la sociedad. Y, en concreto, el conseguir una mayor cobertura de vacunación entre los profesionales sanitarios. Arellano la ha cifrado en torno al 50% o 60%, un motivo de preocupación para Castilla, ya que estos son “vectores a la hora de tratar a los pacientes”.
Y, al igual que ha ocurrido con el reciente acuerdo unánime del Plan Antitabaco logrado en el último interterritorial, la diputada socialista ha deseado que el “ejemplo de unión” que fue la pandemia se aplique también a lograr unas mayores tasas de coberturas vacunales. “De nada sirven las medidas del Consejo Interterritorial si luego en las comunidades autónomas no se aplican”, ha deslizado.
Reforzar la salud pública, uno de los principales ejes
Uno de los firmantes de este trabajo, Jaime Jesús Pérez, médico Especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), ha reiterado como ha hecho en anteriores ocasiones que es fundamental “reforzar la salud pública”. Las evaluaciones tienen que ir “más allá” de solo medir las coberturas vacunales y abarcar, ha agregado, los componentes sociosanitarios. Y llegar, ha sugerido, a conocer en detalle cuántas hospitalizaciones o actividades asistenciales se evitan con la vacunación. “Y para eso hace falta recursos, para visibilizar la prevención”.
Una medida coste-económica si se hace caso a lo expuesto por Ángel Gil de Miguel, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), quien ha señalado que el presupuesto destinado a vacunas “apenas llega al 1%” del que se destina al conjunto de fármacos. Y, en cambio, “ese 1% está evitando muchas enfermedades en el conjunto de la población”. Por eso, ha abogado por derivar más recursos a las direcciones generales de salud pública. Si se hiciese, ha explicado, permitiría tener “un cuerpo muy potente” de personas que podrían actuar ante situaciones de pandemia o de emergencia sanitaria y vigilar las enfermedades transmisibles y las no transmisibles.
El refuerzo de las políticas y los equipos de salud pública; la equidad; la inclusión de variables para evaluar el impacto de los planes vacunales y una mayor difusión y concienciación de la sociedad, entre las principales propuestas señaladas
El trabajo más estrecho con atención primaria ha sido otro de los focos que ha resaltado Maria Antònia Font, enfermera, especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria y exdirectora general de Salud Pública y Participación del Govern Illes Balears. Algo que se hizo durante la pandemia y ahora, ha asegurado, se ha dejado de hacer. “Salud pública no planifica con primaria”, ha lamentado.
Además, ha mencionado la importancia de potenciar la utilización de vacunas combinadas que requieren de una colaboración entre “ciencia, industria e instituciones”.
Un aspecto transversal al éxito en estas propuestas pasa por materializar la equidad en la cobertura de estas vacunas. Lo que requerirá de iniciativas como las que impulsa la AEV, a través de la difusión y concienciación de distintos colectivos, desde la ciudadanía a los pacientes y los profesionales. Al respecto, ha concluido Pérez, la sociedad ha elaborado un manifiesto específico en vacunología social, que incide en la importancia de que estas lleguen “de manera igual a toda la población”.