“Los quelantes de potasio controlan el riesgo de hiperpotasemia sin renunciar a los beneficios del tratamiento bloqueador del sistema renina-angiotensina-aldosterona”

Dr. Julio Núñez, jefe de Sección Cardiología del Hospital Clínico de Valencia y presidente de la Sociedad Valenciana de Cardiología

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Anuario iSanidad 2023
Redacción
La hiperpotasemia es un trastorno electrolítico frecuente en pacientes con insuficiencia cardiaca. Tradicionalmente, su tratamiento consistía en la desescalada o retirada de los fármacos inhibidores del sistema renina-angiotensina-aldosterona para controlar el riesgo a corto plazo. El Dr. Julio Núñez, jefe de Sección Cardiología del Hospital Clínico de Valencia, profesor titular de la Universidad de Valencia y presidente de la Sociedad Valenciana de Cardiología, subraya que en los últimos años han aparecido los quelantes del potasio, que disminuyen la absorción de potasio y controlan el riesgo de hiperpotasemia sin renunciar a los beneficios del tratamiento bloqueador del sistema renina-angiotensina-aldosterona.

¿Cuáles son los principales riesgos de la hiperpotasemia en pacientes con afecciones cardiacas?
La hiperpotasemia es un trastorno hidroelectrolítico frecuente en pacientes con patología cardiovascular, especialmente en insuficiencia cardiaca. El principal riesgo que conlleva la hiperpotasemia es la aparición de arritmias cardiacas, sobre todo taquiarritmias ventriculares, y mayor riesgo de muerte súbita. Por tanto, hay una relación causal entre la hiperpotasemia y el trastorno del ritmo cardiaco que acarrea mayores consecuencias.

“El principal riesgo que conlleva la hiperpotasemia es la aparición de arritmias cardiacas, sobre todo taquiarritmias ventriculares, y mayor riesgo de muerte súbita”

El miedo a esta hiperpotasemia provoca que los cardiólogos o médicos que atienden estos pacientes no traten adecuadamente a los pacientes con patologías cardiacas por miedo a que estos tratamientos aumenten el riesgo de hiperpotasemia. Estamos consiguiendo, en cierto modo, el control de la hiperpotasemia, pero privando al paciente de todos los beneficios reconocidos del tratamiento bloqueador del sistema renina-angiotensina-aldosterona, que son fármacos que han reducido morbimortalidad pero que, desafortunadamente, aumentan el riesgo de hiperpotasemia.

¿Qué opciones de tratamiento hay disponibles actualmente para el control de la hiperpotasemia? ¿Cuáles son los más efectivos, según su experiencia clínica? Tradicionalmente, el tratamiento de la hiperpotasemia había sido el desescalaje del tratamiento de la patología cardiovascular, concretamente insuficiencia cardiaca, con la desescalada o retirada de los fármacos inhibidores del sistema renina-angiotensina-aldosterona. Así, controlábamos el riesgo de hiperpotasemia a corto plazo, pero privábamos al enfermo de todos los efectos beneficiosos a medio y largo plazo qué proporcionan estos fármacos.

Hasta hace poco tiempo esta era la única estrategia, aunque en algunos casos podíamos sugerir el control con la dieta, algo que es bastante polémico. Afortunadamente, en los últimos años han aparecido los quelantes del potasio. Se trata de fármacos que son administrados por vía oral, disminuyen la absorción de potasio y controlan el riesgo de hiperpotasemia sin privar al enfermo de la titulación a la baja o la retirada de los bloqueantes del eje renina-angiotensina-aldosterona.

“Estamos consiguiendo controlar la hiperpotasemia, pero privando al paciente de los beneficios del tratamiento bloqueador del sistema renina-angiotensina-aldosterona”

En el caso del tratamiento con patiromer para personas con insuficiencia cardiaca, ¿qué resultados ofrece en cuanto a eficacia y seguridad?
El patiromer es uno de los quelantes del potasio que tenemos disponible hoy en nuestro país. Es un fármaco que claramente ha demostrado en estudios aleatorizados que reduce el riesgo de hiperpotasemia, disminuye los valores de potasio y permite seguir con el tratamiento modificador de la enfermedad en insuficiencia cardiaca, los inhibidores del sistema renina-angiotensina-aldosterona, que se asocian a mejores resultados clínicos.

¿Qué beneficios presenta para el paciente un control adecuado de la hiperpotasemia? ¿Es fácil lograrlo?
El control de la hiperpotasemia a corto plazo se traduce en menos complicaciones arrítmicas. Este efecto es secundario al hecho de no retirar o no titular a la baja el tratamiento del inhibidor del sistema renina-angiotensina-aldosterona, que evitamos quitar cuando controlamos el potasio mediante este fármaco.

¿Cuáles son los principales desafíos en el abordaje de la hiperpotasemia?
Desde el punto de vista científico necesitamos tener más resultados a largo plazo. Es un fármaco seguro, bien tolerado y con un perfil de eficacia en cuanto al control de las cifras de potasio a corto y medio plazo. Sin embargo, nos faltan más datos sobre qué pasa a largo plazo, no solamente en cuanto al control del potasio, sino a cómo la adición de este fármaco al arsenal terapéutico tradicional nos permite seguir mejorando ese tratamiento farmacológico.

“El patiromer reduce el riesgo de hiperpotasemia, disminuye los valores de potasio y permite seguir con el tratamiento modificador de la enfermedad en insuficiencia cardiaca”

Por último, más a largo plazo nos falta también conocer en cuánta reducción de eventos adversos clínicos se traduce la adición de este fármaco. Uno de los principales desafíos a corto plazo está en la financiación del fármaco. Hoy en día el informe de posicionamiento terapéutico (IPT) y las condiciones para su financiación por el sistema público son bastante restrictivas. Por ello, pensamos que hay un porcentaje importante de enfermos con patología cardiaca, especialmente de alto riesgo con insuficiencia cardiaca, que se ven privados de la posibilidad de recibir este fármaco y ser subsidiarios de una optimización con el tratamiento inhibidor del sistema renina-angiotensina-aldosterona de una manera más agresiva.

Esperamos que la situación pueda cambiar a corto plazo. Es una labor del profesional transmitir nuestro sentir en este tema. A medida que vaya apareciendo más evidencia científica respaldando el uso de quelantes del potasio como patiromer, probablemente podamos encontrar una mayor sensibilidad de la administración para permitir mejorar el tratamiento del paciente con insuficiencia cardiaca.

¿Qué importancia tiene la colaboración y comunicación entre los diferentes especialistas, incluidos los profesionales de atención primaria, en el abordaje del paciente cardio-renal?
La hiperpotasemia no es un trastorno hidroelectrolítico único del paciente con cardiopatías. También es muy frecuente en patologías como la enfermedad renal crónica o la diabetes mellitus. Hay un gran número de enfermos que podrían beneficiarse de un control más exhaustivo del potasio. La colaboración multidisciplinar, junto con internistas, cardiólogos, nefrólogos y atención primaria, es absolutamente fundamental para abordar el problema de la hiperpotasemia y la optimización del tratamiento que muchas veces es esquivado tras la aparición de este trastorno.

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