Redacción
Cuando una rodilla está muy deteriorada por desgaste articular o por traumatismos, cirugías previas o enfermedades reumáticas es necesario plantearle al paciente la colocación de una prótesis de rodilla. En la cirugía de colocación de estas prótesis se elimina el cartílago y el hueso dañado de fémur y tibia y se reemplaza por piezas metálicas que los cirujanos denominan femoral y tibial. Entre ambas piezas se coloca un área plástica de polietileno que permite el deslizamiento entre las dos piezas metálicas.
Elegir adecuadamente el tamaño de la prótesis adaptado al paciente y sobre todo colocarla correctamente permitiendo que los ligamentos del paciente se adapten a la prótesis es muy importante para que el paciente note la nueva rodilla como verdaderamente suya. El Servicio de Traumatología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid ha comenzado a utilizar el robot ROSA que ayuda a los cirujanos a ser mucho más precisos en la colocación de prótesis de rodilla. “Nos permite una mejor planificación previa a la cirugía; por otro lado, durante la intervención el robot calcula el tipo y el tamaño de la prótesis más adecuada para el paciente y la mejor posición de colocación dependiendo del movimiento de la rodilla y de la tensión de los ligamentos”, explica el Dr. José Tabuenca Dumortier, jefe del Servicio de Traumatología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.
“Se adapta a las características propias de la rodilla de cada paciente. Esta personalización se traduce en que los cortes en la tibia y en el fémur son mucho más precisos, permitiendo modificaciones de 0,5 mm en cualquiera de los planos del espacio para buscar una mejor adaptación posible y conseguir una correcta tensión de los ligamentos”, añade.
El robot Rosa ayuda al cirujano a realizar cortes más precisos, reduciendo el dolor postoperatorio y el tiempo de recuperación del paciente
El robot consta de una pantalla con navegador y un brazo que realiza la guía de corte. Con el navegador “mapeamos la rodilla y con esa información anatómica se genera una reconstrucción tridimensional virtual sobre la que se planifica la cirugía”, explica el Dr. Tabuenca. Según lo planificado, el robot coloca la guía de corte, ayudando al cirujano a realizar cortes más precisos, que ayuda a “colocar correctamente los componentes de la prótesis y un adecuado equilibrio de los ligamentos y una menos agresión de tejidos blandos, lo que va unido a menor dolor postoperatorio y menor tiempo de recuperación en alcanzar la movilidad de la rodilla”.
De hecho, en las cirugías de colocación de prótesis de rodilla tradicionales hay un porcentaje de pacientes que, aunque pueden moverse bien, no notan su rodilla como “natural”, tienen algún dolor o molestia residual. “El alineamiento de la prótesis es una causa modificable de estas molestias. Así, para mejorar la satisfacción de los pacientes estamos utilizando la robótica para adaptar las prótesis a la anatomía individual. Con una mejor alineación de los componentes, el equilibrio de los ligamentos, una menos agresión a los tejidos blandos, buscamos conseguir que la calidad de vida de los pacientes y su satisfacción sean lo más elevadas posibles”, concluye.