Lo sustituible y lo insustituible en la relación médico-paciente

Dra. Carolina de Miguel Benadiba, presidenta de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (Sermef)

relación médico
CAROLINA DE MIGUEL, SERVICIO DE RUMATOLOGIA DEL HOSPITAL RAMON Y CAJAL

Anuario iSanidad 2023
Dra. Carolina de Miguel Benadiba, presidenta de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (Sermef)
Con la llegada de la inteligencia artificial se abre un nuevo mundo de posibilidades en cuanto al diagnóstico y tratamiento de los pacientes, que pueden sustituir el modelo actual de consulta y de relación entre el médico y el paciente.

La adquisición y memorización de conocimientos médicos para diagnosticar y tratar no sería ya tan relevante, pudiendo ser sustituido con menor margen de error y en menor tiempo. Se nos plantea, ¿qué ocurrirá con la relación médico paciente? ¿Qué va a cambiar y cuáles serán las competencias para valorar para los futuros médicos?

Hoy en día la consulta médica es un aspecto fundamental de la atención médica, pero aspectos como la historia clínica, que incluye antecedentes médicos, resultados de pruebas y registros de visitas anteriores, puede ser registrada electrónicamente y compartida entre profesionales de la salud. Esto facilita la continuidad asistencial y permite que otros médicos accedan a la información necesaria para brindar atención médica.

En ciertos casos, especialmente para consultas de seguimiento, el uso de la telemedicina o las consultas en línea pueden ser sustitutivas de las visitas presenciales. La tecnología permite a los pacientes y médicos comunicarse a distancia y abordar consultas médicas rutinarias. También los resultados de laboratorio y de imagen se pueden compartir electrónicamente entre profesionales de la salud. Esto significa que un médico puede revisar los resultados sin necesidad de estar físicamente presente en la consulta.

“Lo verdaderamente insustituible es la relación entre el médico y el paciente, que es fundamental para comprender sus síntomas, preocupaciones y necesidades”

Incluso con una video consulta con un tutorial preparatorio, se puede ver el paciente y realizar cierta sistemática exploratoria a distancia. Aun así y de momento, a pesar de los avances tecnológicos, el examen físico realizado por el médico sigue siendo insustituible en muchos casos. La capacidad de un médico para evaluar visualmente, palpar y auscultar al paciente es esencial para el diagnóstico y la evaluación de su estado de salud.

La toma de decisiones clínicas complejas y la evaluación de múltiples factores que afectan la salud de un paciente a menudo requieren la experiencia y el juicio clínico de un médico. Y de todo ello, lo verdaderamente insustituible es la relación entre el médico y el paciente, que es fundamental para comprender sus síntomas, preocupaciones y necesidades. Esta interacción es muy valiosa para proporcionar un tratamiento integral y personalizado.

Sin embargo, esta competencia nunca ha sido evaluada ni valorada en nuestra profesión, ni en el pregrado, ni a lo largo del desempeño profesional del médico, de forma que el currículum sumatorio sigue siendo el modelo de valoración de las competencias profesionales, en el mejor de los casos.

La formación en habilidades de comunicación y empatía deberían incorporarse en los currículos de educación médica

La empatía es la habilidad de comprender y compartir los sentimientos de otra persona, lo que en el contexto médico se traduce en la capacidad del médico para identificar con lo que el paciente está lidiando, tanto física como emocionalmente, y responder de una manera que se sienta entendido y apoyado. La empatía permite una mejor comunicación entre el médico y el paciente, ya que facilita un ambiente de confianza. Cuando los pacientes se sienten comprendidos, tienden a ser más abiertos en compartir información relevante sobre su salud, lo que puede llevar a diagnósticos más precisos y tratamientos más efectivos.

Un médico empático puede ayudar a aliviar parte de este estrés al ofrecer apoyo emocional y asegurar al paciente que sus preocupaciones son entendidas y tratadas con respeto, lo cual mejora también la satisfacción del paciente. Diversos estudios han encontrado una correlación entre la empatía médica y mejores resultados de salud. Esto podría ser debido a que los pacientes que sienten que su médico se preocupa por ellos, son más propensos a seguir sus recomendaciones y tratamientos. Esto puede incluir tomar medicamentos correctamente, seguir planes de dieta o ejercicio, y asistir a citas de seguimiento. La formación en habilidades de comunicación y empatía deberían incorporarse en los currículos de educación médica. Habría que hacer una profunda reflexión sobre el cambio de paradigma en la relación médico paciente.

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