Victoria Gálvez
Después de cinco meses de conflicto armado, la situación en Gaza se ha vuelto sumamente complicada. Más de 31.000 personas han perdido la vida y 71.000 han resultado heridas. El sistema sanitario está saturado, la demanda de atención médica no hace más que crecer y la escasez de recursos imposibilita el trabajo de los médicos. Merçè Rocaspana, responsable médica de la Unidad de Emergencias de Médicos Sin Fronteras cuenta en una entrevista con Isanidad, cómo está la situación en Gaza y las necesidades y prioridades actuales.
Si hablamos de los nuevos casos de desnutrición, sumado a las heridas de guerra y los problemas de la infraestructura sanitaria por los bombardeos, ¿Cómo conseguís afrontar la saturación de los hospitales y atender a todos los pacientes?
Estamos trabajando en tres centros de salud y hemos formado un centro de posparto en un hospital. Hay más organizaciones apoyando otras estructuras sanitarias, pero en general, son insuficientes, el número de camas, de estructuras funcionales no son suficientes para atender a toda la población. Atendemos unas 5.000 consultas semanales que incluyen desde adultos por situaciones agudas o enfermedades crónicas, salud mental, atención prenatal y posnatal.
A pesar de que hay varias organizaciones apoyando las estructuras sanitarias, siguen siendo insuficientes
También tenemos consultas de pediatría y una sala de curas, donde realizamos curas de seguimiento, la mayoría relacionadas con el conflicto pero también por otros motivos. Como consecuencia de la guerra, hay gente viviendo en tiendas de campaña en una situación de precariedad absoluta, no tienen cocina, cocinan en el suelo con fuego, lo que produce accidentes como quemaduras.
Los hospitales son pequeños, están muy colapsados y no tienen suficientes camas. A las mujeres cuando dan a luz, les dan de alta en una o dos horas. Por eso, hemos montado una unidad de postparto para intentar darles más tiempo, 12 o 24 horas, para sí asegurar que la salud del neonato y de la madre no están en riesgo.
Los hospitales son pequeños, están muy colapsados y no tienen suficientes camas
¿Cuáles son las principales prioridades sanitarias en Gaza ahora mismo?
Las prioridades cambian, entonces los servicios se adaptan a las necesidades más acuciantes. Por esto, intentamos que no solo haya asistencia a lo que llama más atención o lo más prioritario como las heridas provocadas por la violencia, sino que también se atienda a todo lo demás. Defendemos que hay que apoyar a la atención primaria, pues si esta es robusta, evitará que algunas personas necesiten ingresar en el hospital. Si un cardiópata o un hipertenso deja de tomar su medicación, su enfermedad se complicaría, acabaría yendo al hospital y no tendría ninguna cama. Intentamos que los hospitales se centren en cubrir los casos de violencia, manteniendo lo mejor y más estables posibles los casos de atención primaria y el resto de patologías que no tienen relación directa con el conflicto.
Además, por supuesto, otra de las prioridades sanitarias es que la gente tenga acceso a alimentos, a una vivienda en condiciones, al agua y al saneamiento. Pero sobre todo, conseguir que haya un alto al fuego, un cese de las hostilidades para que todos los servicios puedan funcionar, porque si no las enfermedades transmitidas por el agua como la diarrea crecen.
Hay que apoyar a la atención primaria, pues si esta es robusta, evitará que algunas personas necesiten ingresar en el hospital
Respecto a las enfermedades respiratorias, ahora han bajado un poco porque ya ha pasado la época de gripe. No obstante, sigue siendo preocupante porque conviven muchas personas en un espacio muy pequeño, lo que provoca que las enfermedades respiratorias se transmitan muy fácilmente y de manera muy rápida.
Y por último, un área que se está viendo muy afectada por el conflicto es la salud mental, la población está sufriendo mucho. Tenemos atención psicológica, psicosocial, además, contamos ahora con un psiquiatra para intentar adaptar los tratamientos porque ahora mismo no están disponibles todos los medicamentos. Se está intentando que no haya interrupción en los tratamientos crónicos a largo plazo y que se pueda hacer alguna alternativa terapéutica para que puedan seguir un tratamiento. Además, algunas personas necesitan iniciar tratamiento porque se están viendo muchos casos de ansiedad y depresión como consecuencia del conflicto.
La salud mental se está viendo muy afectada por el conflicto
¿Qué recursos se necesitan para poder sobrellevar esta situación? ¿Hace falta más personal?
El personal sanitario está sufriendo muchísimo, no solo porque forman parte de la población y están viviendo allí, también por el estrés que sufren como profesionales que carecen de recursos para ejercer su profesión. Desde médicos sin fronteras, intentamos apoyar al máximo a los trabajadores con apoyo psicosocial, nos esforzamos todo lo que podemos pero claro es bastante complejo poder hacerlo.
El personal sanitario está sufriendo muchísimo, no solo porque forman parte de la población y están viviendo allí, también por el estrés que sufren como profesionales que carecen de recursos para ejercer su profesión
No obstante, contamos con personal cualificado, médicos, enfermeros, psicólogos. No nos faltan profesionales, nos faltan recursos, no tenemos ni materiales, ni espacio, ni equipamiento, y el que hay, se ha estropeado y no funciona. Los centros sanitarios se están quedando muy pequeños.
¿Cómo vive esta situación un sanitario? ¿Cómo consigue mantener la fuerza para seguir adelante con la misión?
Lo que hace que un médico quiera seguir trabajando ante una situación así, es ver los resultados que consigue en sus pacientes, notar su mejoría gracias a su trabajo, saber que las personas están recibiendo un tratamiento adecuado y que van a consulta cada 15 días a hacer su seguimiento.
Esto es lo que da la satisfacción y las ganas de seguir, un trabajo bien hecho. Lo que hace que no pierdan la esperanza es ver los resultados en la salud de las personas.
Lo que hace que los sanitarios no pierdan la esperanza es ver los resultados en la salud de las personas
¿Cómo se puede apoyar al sistema médico?
Lo más importante que se puede hacer para apoyar al sistema médico es solicitar que haya un alto al fuego y que cesen las hostilidades. Mientras siga habiendo enfrentamientos, explosiones o bombardeos, es muy difícil poder trabajar.
Eso es lo primero, y una vez pasado esto, lo que se pide son unas vías de suministro adecuadas, que permitan el paso del material necesario y los medicamentos que sean precisos. De esta manera, los sanitarios podrían desarrollar su trabajo de manera más eficiente. Esta es la mejor manera de apoyar su trabajo.