Investigadores descubren una nueva causa genética de inmunodeficiencia

Las inmunodeficiencias primarias son un grupo de más de 500 enfermedades genéticas que causan defectos cuantitativos o funcionales de distintos componentes del sistema inmunitario

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Redacción
Investigadores del grupo de Enfermedades Inflamatorias del Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau) han liderado un estudio multicéntrico que ha permitido identificar una nueva casusa genética de inmunodeficiencia primaria o error innato de la inmunidad.

El trabajo, publicado en la revista Journal of Allergy and Clinical Immunology, detalla el caso de una paciente con inmunodeficiencia primaria de origen genético desconocido. A través de la secuenciación completa del exoma, los investigadores identificaron una mutación homocigota en el gen EZR, que codifica la proteína conocida como ezrina. Esta mutación, llamada A129T, implica la sustitución del aminoácido treonina por alanina en la posición 129.

Las inmunodeficiencias primarias son un grupo de más de 500 enfermedades genéticas que causan defectos cuantitativos o funcionales de distintos componentes del sistema inmunitario, incrementando la susceptibilidad a infecciones, autoinmunidad y cáncer. En concreto, esta nueva enfermedad causa una deficiencia de células B y altera la arquitectura del sistema inmunitario, afectando tanto a la inmunidad celular como a la humoral.

Los investigadores han identificado una mutación homocigota llamada A129T en el gen EZR, que codifica la proteína conocida como ezrina

La ezrina y su impacto en el sistema inmunitario

La ezrina es una proteína asociada a la actina F y que se encuentra formando parte del complejo ERM junto a la radichina y la moesina. Este complejo actúa como enlace entre la membrana plasmática y el citoesqueleto, desempeñando un papel crucial para una respuesta inmune eficiente, pero con un papel trascendente en otros muchos tipos celulares y tejidos. La mutación A129T descubierta en la paciente impide la fosforilación basal de ezrina y disminuye la señalización intracelular de calcio, causando una alteración de su función. Por ello, la presencia de esta mutación tiene impacto en múltiples agentes del sistema inmunitario, comprometiendo su capacidad para defender el cuerpo contra infecciones y enfermedades.

Los resultados indican que la deficiencia autosómica recesiva de la ezrina en humanos es una nueva causa genética reconocida de deficiencia de linfocitos que afecta tanto a la inmunidad celular como a la humoral. Estos nuevos descubrimientos brindan nuevas perspectivas para comprender y abordar las deficiencias inmunológicas, pero que también ilustra las dificultades en la respuesta vacunal en pacientes oncológicos después de tratamientos inmunomoduladores y tras el trasplante de progenitores hematopoyéticos”, explica el Dr. Óscar de la Calle, del grupo de Enfermedades Inflamatorias del IR Sant Pau e investigador principal del estudio.

Además, subraya la importancia de estudiar a los pacientes con inmunodeficiencia para poder comprender mejor tanto estas enfermedades minoritarias como las situaciones mucho más frecuentes de inmunofragilidad. También explica que durante la pandemia de Covid-19 se puso de manifiesto la fragilidad de ciertas poblaciones, como ancianos, mujeres embarazadas y pacientes crónicos, en particular los oncológicos. Estas personas tienen en común la presencia de un sistema inmunitario más vulnerable.

“La deficiencia autosómica recesiva de la ezrina en humanos es una nueva causa genética reconocida de deficiencia de linfocitos que afecta tanto a la inmunidad celular como a la humoral”, señala el investigador principal

El investigador señala que lasinmunodeficiencias primarias son enfermedades muy establecidas, con unos criterios diagnósticos muy claros. “La mayoría tiene una causa genética conocida. De hecho, actualmente están descritas mutaciones en más de 500 genes, con la particularidad de que muchas de ellas son de las pocas enfermedades genéticas curables actualmente. Por hacernos una idea de la dimensión son responsables de una de cada 13 o 14 enfermedades hepáticas”, expone.

A partir de los 50 o 60 años existe un proceso que se llama inmunosenescencia, que es la disminución de la respuesta inmune que ocurre durante el envejecimiento. La investigación de las mutaciones que causan inmunodeficiencia primaria nos ayuda a mejorar el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes frágiles y también a entender mejor los mecanismos que existen detrás del proceso fisiológico de senescencia“, concluye.

En el estudio también han participado expertos de diversos centros de investigación de España como el Instituto de Investigación en Salud IdiPAZ, del Hospital Universitario La Paz, y miembros del Grupo Interdepartamental de Inmunodeficiencias de Madrid, y el Centro de Investigación Biomédica en la Red de Enfermedades Raras (Ciberer), así como un grupo de Estados Unidos.

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