El jazz y la medicina, una sintonía terapéutica

Ambos campos demandan una gran dosis de creatividad e improvisación

jazz-medicina

Inés Perea, Directora General de Jazz Pharmaceuticals España
Este martes, 30 de abril, se celebra el Día Internacional del Jazz, una ocasión especial para compartir las claves del mundo de la salud y la fuente de inspiración que da nombre a nuestra compañía.

A finales del siglo XIX surgió el jazz, un nuevo género de música basado en la improvisación y la libre interpretación, y que no se apegaba de manera estructurada a una partitura.

Los músicos ejecutan un tema conocido dentro de un cierto marco armónico, y dejan volar su imaginación para adornarlo y modificarlo según su inspiración. El jazz supuso una revolución al permitir la improvisación de sus músicos para crear algo radicalmente nuevo.

Aunque a priori parezcan disciplinas muy diferentes el jazz y la medicina en su más amplio concepto comparten similitudes sorprendentes. Ambas requieren de habilidades técnicas, creatividad, improvisación y un profundo conocimiento de la teoría y la práctica. Además, comparten una fuerte conexión en términos de innovación y su impacto en el bienestar de las personas.

Aunque a priori parezcan disciplinas muy diferentes el jazz y la medicina en su más amplio concepto comparten similitudes sorprendentes

El jazz y la medicina precisan de una base sólida de conocimientos teóricos. Tanto los músicos de jazz como los profesionales de la salud deben dominar la teoría de sus respectivas disciplinas para crear nuevas melodías o tratamientos que impactan positivamente en la vida del público en un caso y de los pacientes y su entorno en el otro.

Además, ambos campos demandan una gran dosis de creatividad e improvisación. En la música y en las ciencias de la salud, es crucial ser capaz de pensar de forma innovadora y encontrar soluciones originales a problemas complejos. En el jazz, los músicos improvisan sobre una progresión de acordes, mientras que en la medicina los profesionales deben ser capaces de adaptarse a situaciones imprevistas y tomar decisiones rápidas y acertadas en el momento.

La práctica y la experiencia en la búsqueda de la excelencia es otro punto de conexión, así como la constante evolución en el tiempo. Los músicos de jazz pasan horas practicando sus instrumentos y tocando en conciertos en vivo, mientras que los profesionales de la salud dedican años al estudio, profundizan continuamente en el conocimiento y perfeccionan permanentemente sus habilidades.

El jazz y la medicina precisan de una base sólida de conocimientos teóricos

En la medicina, los continuos avances científicos y tecnológicos han permitido la creación de nuevos tratamientos y terapias que han revolucionado la forma en que se abordan las enfermedades y se cuida la salud de las personas. De manera similar, en el jazz, los músicos han explorado desde sus comienzos nuevas técnicas, fusiones de estilos y enfoques creativos que han llevado a la expansión y diversificación del género.

Estas profundas e increíbles similitudes son precisamente la fuente de inspiración de Jazz Pharmaceuticals, una compañía biofarmacéutica en la que hemos ido dando voz a los pacientes con enfermedades complejas, poco frecuentes y que cuentan con limitadas opciones de tratamiento, para que ellos también tengan su propio ritmo dentro de nuestra música. En la actualidad contamos con su valiosísima aportación y participación en todos nuestros desarrollos. Porque, ante todo, lo que pretendemos es transformar las vidas de los pacientes y sus familias redefiniendo sus posibilidades.

Para atender y dar respuesta a sus necesidades, en Jazz mejoramos continuamente nuestra capacidad de I+D, innovando y explorando alternativas que nos permitan avanzar hacia una nueva frontera de la ciencia y diseñar soluciones novedosas frente a patologías con necesidades no cubiertas.

En Jazz buscamos aunar voces e instrumentos, pacientes, administración y representantes institucionales, investigadores, gestores y profesionales sanitarios bajo un mismo ritmo, e ir más allá. Conscientes de que el pentagrama es la estructura que nos permite avanzar en la melodía, para incorporar el conocimiento de nuevas perspectivas en el ámbito de la investigación y ampliar los límites del cuidado de la salud, contribuyendo a mejorar la salud y el bienestar de las personas.

¡Feliz día del jazz!

Opinión

Multimedia

Economía

Accede a iSanidad

Síguenos en