Talleres y cursos de pseudoterapias inundan las redes sociales

WhatsApp o Telegram se han convertido en el receptáculo ideal para compartir y difundir toda clase de pseudoterapias

Ricardo A. Mariscal López. Responsable RRII #SaludsinBulos
Soy miembro de más de 10 grupos de WhatsApp o Telegram de vecinos de la población en la que vivo, Rivas Vaciamadrid. Esta ciudad del sureste de Madrid es una de las localidades que más ha crecido de toda España en los últimos años y ello se nota también en la actividad en redes sociales. Estos grupos, algunos con miles de miembros, son para hacer quedadas, anunciar servicios, hablar de política, publicar noticias del municipio o comentar intereses y preocupaciones que comparten los vecinos. Eso en teoría porque, en los últimos meses, se han convertido en el receptáculo ideal para compartir y difundir toda clase de pseudoterapias.

Los estafadores han encontrado en estos grupos un lugar perfecto para tratar de captar víctimas con el reclamo de charlas o talleres iniciales gratuitos. Desde constelaciones familiares hasta Gestalt, hay todo tipo de pseudoterapias dañinas allí y muchas de ellas forman parte del listado del Ministerio de Sanidad.

Hay todo tipo de pseudoterapias dañinas y muchas de ellas forman parte del listado del Ministerio de Sanidad

Siempre que he detectado la promoción de estos grupos he tratado de avisar a los usuarios y de reportar el contenido. ¿Qué he encontrado? En muchas ocasiones, silencio o complicidad con los estafadores.

Las pseudoterapias nunca se fueron
En la última etapa de la pandemia los practicantes de pseudoterapias, antivacunas y negacionistas varios estaban en retirada. Pero nunca se fueron del todo y su nueva estrategia incluye copar los canales de mensajería instantánea de promoción de sus prácticas. Estos canales no tienen ningún control y quienes los crean, en la mayor parte de los casos, no tienen ninguna formación relacionada con la salud ni sobre bulos. Los estafadores se sirven de la ignorancia o de la complicidad de los administradores de los grupos para difundir sin cortapisas y captar adeptos de forma sencilla.

Los estafadores se sirven de la ignorancia o de la complicidad de los administradores de los grupos para difundir sin cortapisas y captar adeptos de forma sencilla

El ”a mí me funciona”
Para lograr mayor alcance en la difusión de sus talleres cuentan con la colaboración de cómplices, pactados previamente o no, quienes aseguran que esas técnicas peligrosas para la salud les han ido muy bien e, incluso, que son muy recomendables. Hablo por experiencia propia y, aunque les muestres la evidencia científica contraria a esas terapias, no leen ni escuchan.

Otra baza extra con la que cuentan los impulsores de estas pseudoterapias es que el número de profesionales sanitarios que luchan contra los bulos en redes sociales se ha reducido significativamente. Mientras, los partidarios de estas prácticas cada vez son más activos. Algunos sanitarios han dejado de alertar y denunciar bulos por cansancio o falta de tiempo. Otros, porque se han convertido en influencers profesionales y solo desmontan bulos previo pago. Además, las redes sociales, tras algunas acciones de control tomadas durante la pandemia, también han relajado sus medidas y, en casos como X, su nuevo propietario no tiene ningún problema en que los propagadores de bulos campen a sus anchas.

El número de profesionales sanitarios que luchan contra los bulos en redes sociales se ha reducido significativamente

¿Qué podemos hacer?
Ante este panorama poco alentador solo queda seguir tratando de fomentar el espíritu crítico entre los conciudadanos, con mayor o menor éxito, intentar llevar a cabo campañas de colaboración entre profesionales e instituciones para concienciar en redes y no cesar en alertar y denunciar bulos y pseudoterapias. Aunque a veces parezca no servir de nada. Y, quizá lo más importante para frenar la escalada de talleres-timo, hay que demandar medidas de control en los grupos de WhatsApp y Telegram. ¡Ojo, esto no es censura! Es prevención y cuidar por la salud de todos.

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