Redacción
El rechazo del órgano recibido es el gran problema en los pacientes trasplantados, que tienen que recibir tratamiento con inmunosupresores de por vida, con los efectos adversos que conlleva este tipo de medicación.
Una nueva herramienta presentada durante el Congreso de la Sociedad Española de Trasplante (SET), celebrado en Bilbao entre el 9 y el 11 de mayo, ofrece información personalizada para ajustar la terapia inmunosupresora a cada paciente, de forma que se pueda minimizar el riesgo de efectos adversos como infecciones o cáncer, al tiempo que mantiene las posibilidades de éxito del trasplante.
Ofrece información personalizada para ajustar la terapia con inmunosupresores a cada paciente con trasplante de riñón
Se trata de una herramienta de diagnóstico in vitro patentada y presentada por la compañía Biohope. Combina un bioensayo único con software de análisis de bases de datos que permite a los especialistas en nefrología y trasplantes optimizar la terapia inmunosupresora, de manera individualizada, en pacientes con trasplante renal. Con una única muestra de sangre se puede analizar la respuesta del paciente a los diferentes tratamientos.
Immunobiogram mide el efecto inmunosupresor de los fármacos sobre las células inmunitarias de un paciente, lo que se correlaciona con los resultados clínicos. Estos resultados se entregan al profesional médico para mejorar la personalización del tratamiento.
Mide el efecto inmunosupresor de los fármacos sobre las células inmunitarias del paciente con trasplante de riñón, lo que se correlaciona con los resultados clínicos
Hasta la fecha, en la práctica clínica no se disponía de herramientas efectivas para la personalización del tratamiento inmunosupresor en el trasplante renal. “El reto fundamental que nos encontramos en los trasplantes renales es establecer el balance adecuado entre la inmunosupresión con fármacos para evitar el rechazo y evitar también que, por un exceso de medicamentos, el paciente sufra las complicaciones derivadas de esta inmunosupresión”, explicó el Dr. Julio Pascual, director médico del Hospital 12 de octubre de Madrid.
“Si bien es cierto que, tras años de investigación, contamos con buenos inmunosupresores, la personalización del tratamiento solo se conseguía en base a los conocimientos clínicos, la intuición y la evaluación del paciente, pero hasta ahora, a diferencia de los oncólogos o los hematólogos, que cuentan con biomarcadores o medicina de precisión hace ya algunos años, no teníamos información personalizada acerca de la sensibilidad de cada paciente a los inmunosupresores”, añadió.
Dr. Pascual: “Hasta ahora no teníamos información personalizada acerca de la sensibilidad de cada paciente con trasplante de riñón a los inmunosupresores”
El Immunobiogram ya se ha realizado en más de mil pacientes en siete países y en la actualidad ya se está utilizando en hospitales de referencia de España y Portugal. De acuerdo con datos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), en España, durante el año 2023, se realizaron 5.861 trasplantes de órganos.
Los trasplantes renales lideran las cifras en nuestro país con 3.688 pacientes trasplantados, un 8% más que el año anterior, seguidos de los trasplantes pulmonares y cardíacos. Sin embargo, el 50% de los trasplantes se pierden en un periodo de 10 años y la causa principal del fracaso del injerto es el rechazo.
El 50% de los trasplantes se pierden en un periodo de 10 años y la causa principal del fracaso del injerto es el rechazo
“Creemos que nuestra tecnología, ya disponible para los profesionales, tiene el potencial de mejorar significativamente los resultados clínicos para los pacientes con un trasplante renal, y esperamos que tras nuestra participación en este congreso cada vez más pacientes puedan beneficiarse de esta tecnología”, señaló Isabel Portero, CEO y fundadora de Biohope.
