Luis de Haro. Director general de iSanidad
Una vez más los partidos mayoritarios, Partido Popular (PP) y Partido Socialista Obrero Español (PSOE), emergen como protagonistas del panorama político. El motivo no es otro que la imperiosa necesidad de alcanzar un acuerdo que garantice la estabilidad del sistema sanitario español, un pilar fundamental de nuestra sociedad. Todos los recientes comicios (elecciones catalanas, gallegas y generales) han destacado la demanda de estabilidad y soluciones efectivas en la materia. Los votantes han depositado su confianza en los partidos que tradicionalmente tienen posibilidad de gobernar y, además, han mostrado un crecimiento notable. Esta tendencia refleja la búsqueda de una gestión sólida y continuista en un ámbito tan vital como es la salud pública.
Los recientes comicios reflejan la necesidad de una gestión sólida y continuista en un ámbito tan vital como es la salud pública
El sistema sanitario español tiene que enfrentarse a desafíos significativos que demandan acciones concretas y a largo plazo. La escasez de personal médico y de enfermería, la financiación insuficiente, las listas de espera interminables, el envejecimiento y la cronicidad, el papel de la farmacia, la salud bucocental son solo algunas de las problemáticas que requieren cambios y una atención inmediata y sostenida en el tiempo.
La estabilidad, clave para implementar cambios y mejoras, solo puede alcanzarse mediante un acuerdo entre PP y PSOE, los dos actores políticos llamados a gobernar. Aunque puedan existir diferencias ideológicas, la visión del sistema sanitario compartida por ambos partidos es similar. Las diferencias las aportan los partidos a ambos extremos que les sostienen. Incluso hay unas recientes declaraciones de la ministra de Sanidad, Mónica García, sobre la necesidad de impulsar sinergias entre lo público y lo privado. Ha subrayado la importancia de buscar soluciones pragmáticas que trasciendan las barreras partidistas.
La estabilidad, clave para implementar cambios y mejoras, solo puede alcanzarse mediante un acuerdo entre PP y PSOE
Es fundamental reconocer que en tiempos de alta polarización política, los grandes cambios estructurales en el sistema sanitario pueden generar más incertidumbre que soluciones. En lugar de ello, se requiere un enfoque pragmático que priorice la estabilidad y la continuidad de las políticas públicas. La falta de financiación se erige como uno de los principales obstáculos para la mejora del sistema sanitario. Es imperativo que los partidos reconozcan esta realidad y se comprometan a asignar los recursos necesarios para garantizar una atención de calidad.
Además, es esencial promover la colaboración entre el gobierno central y las comunidades autónomas en la elaboración de leyes y políticas sanitarias. La coordinación y el consenso entre todas las partes interesadas son fundamentales para garantizar una implementación efectiva y una respuesta ágil a las necesidades cambiantes de la sociedad. Si no hay entendimiento habrá guerra, es decir, continuos cambios.
En tiempos de alta polarización política, los grandes cambios estructurales en el sistema sanitario pueden generar más incertidumbre que soluciones
En última instancia, la defensa de un sistema sanitario público y de calidad debe basarse en números, ideas y proyectos concretos. No se va a salvar a base de soflamas, eslóganes e implementación de ideologías partidistas. Los ciudadanos merecen una atención sanitaria que sea económicamente sostenible y que mejore constantemente para satisfacer sus necesidades y expectativas. La estabilidad y la mejora del sistema sanitario son objetivos que trascienden las diferencias políticas. Exigen un compromiso conjunto de todos los actores involucrados. Es hora de que PP y PSOE respondan al llamamiento de la sociedad española y trabajen juntos para ofrecer la mejor atención sanitaria posible. Es lo que nos merecemos como ciudadanos y lo que debemos exigir como sociedad.