Redacción
Los cirujanos torácicos llevan años aplicando la cirugía robótica en sus intervenciones, sin embargo, en el programa formativo MIR de la especialidad, aún no hay ni rastro de esta y de otras tecnologías, ya que no se actualiza desde hace casi tres décadas.
“Está absolutamente obsoleto, hace más de 28 años que se redactó y no se ha vuelto a actualizar”, afirma el Dr. Santiago Figueroa, cirujano torácico y coordinador del Comité de Docencia y de Formación Continuada de la Sociedad Española de Cirugía Torácica (SECT).
Dr. Figueroa: “El programa MIR de cirugía torácica Está absolutamente obsoleto, hace más de 28 años que se redactó y no se ha vuelto a actualizar”
Los miembros de la sociedad científica reclaman al Ministerio de Sanidad que incluya la formación de nuevas tecnologías dentro del programa MIR de la especialidad, y que su formación se asocie a un sistema de evaluación por competencias. Además, piden dotación presupuestaria para que todos los centros acreditados para la docencia de la especialidad tengan los recursos necesarios para formar en estas tecnologías. Así lo han expuesto en el XIV Congreso de la SECT, que se celebra hasta este mismo viernes en Málaga.
“Una de nuestras grandes reivindicaciones desde la SECT al Ministerio es la implementación estandarizada de las nuevas tecnologías quirúrgicas en el proceso de formación MIR. Aunque se están desarrollando iniciativas particulares en diversos servicios de cirugía torácica acreditados para la docencia, no existe una regulación a nivel central y esto entra en conflicto con el principio de equidad en la formación de los residentes”, explica el Dr. Figueroa.
El programa formativo MIR del Ministerio debe reflejar unas competencias mínimas exigibles en nuevas tecnologías a los nuevos especialistas en cirugía torácica
El especialista señala que el programa del Ministerio debe reflejar unas competencias mínimas exigibles en nuevas tecnologías que los futuros especialistas tienen que adquirir durante su periodo de residencia. Y para eso, estas tecnologías tienen que estar disponibles en todo el territorio nacional. “Más que un mínimo de procedimientos o de horas entrenando una u otra técnica, se precisa un sistema de formación por competencias, de modo que cada residente pueda adquirirlas siguiendo su propio ritmo, pero siendo evaluado mediante unos criterios específicos y homogéneos. El tiempo necesario para conseguir cada objetivo puede variar significativamente de uno a otro”, explica el Dr. Figueroa.
La formación debería incluir el conocimiento integral y avanzado en videotoracoscopia (VATS) y en cirugía robótica. Desde la sociedad advierten que, en un futuro muy cercano, las nuevas generaciones deberán dominar también disciplinas como la navegación electromagnética, broncoscopia robótica e inteligencia artificial (IA), que llegará “de forma arrolladora” a la práctica clínica en breve, así como la planificación 3D preoperatoria e intraoperatoria, ya disponible en algunos centros de forma
sistemática.
La formación MIR debería incluir el conocimiento integral y avanzado en videotoracoscopia (VATS) y en cirugía robótica
El Dr. Figueroa explica que el nivel de recursos de la cirugía torácica en la sanidad española está a la altura de países como Estados Unidos, Japón o del entorno europeo, pero no hay equidad en la disponibilidad de nuevas tecnologías en la red sanitaria. “Por ejemplo, el principal freno en España para implantar la formación en cirugía robótica de los residentes de forma estandarizada sigue siendo la gran variabilidad en el acceso al propio equipo”.
“Debemos garantizar dicho acceso a la tecnología, así como una formación de excelencia en su manejo. Y esto implica no perder la perspectiva: conocer tanto las ventajas como las limitaciones de los avances tecnológicos, sus riesgos y los nuevos desafíos que plantean. Tampoco podemos permitir que se abandonen los valores éticos inherentes a la práctica de la medicina y dejarnos arrastrar por la marea de un sistema sanitario cada vez más impersonal y alejado de nuestra máxima prioridad: mejorar la salud de nuestros pacientes. Hemos de encontrar un equilibrio, donde convivan en armonía los principios médicos tradicionales con las tecnologías de vanguardia”, reflexiona el especialista.