Convencer a los 2.033 residentes que eligieron medicina de familia

Las sociedades científicas huyen de lecturas catastrofistas, lejos de la postura del Ministerio de Sanidad

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Foto: Jesús Hellín / Europa Press

periodistaJuan Pablo Ramírez. Director de iSanidad.
Celebramos el Día Mundial del Médico de Familia ante la disyuntiva de ver el vaso medio vacío o medio lleno. Por segundo año consecutivo ha dejado de cubrise la totalidad de las plazas ofertadas en medicina de familia. De las 2.492 plazas dispuestas para formación en medicina de familia, han quedado sin cubrir 459. Los datos pueden interpretarse de diferentes manera. A priori puede parecer un desastre. La otra lectura es que 2.033 nuevos médicos para comenzar a formarse en centros de salid de toda España.

En solo un año el mensaje de las sociedades científicas ha evolucionado. Si en 2023, los mensajes rebosaban pesimismo, este año se han lanzado mensajes constructivos. La cifra de médicos de familia en formación en esta convocatoria es 18 veces superior al promedio de plazas de otras especialidades. Es la interpretación que han escogido las sociedades de primaria, sin dejar de pensar que se trata de una situación anómala que debe corregirse.

Estos 2.033 residentes que han escogido medicina de familia son los primeros a los que hay que empezar a convencer de que están en lugar adecuado

Precisamente los mensajes más catastrofistas han venido de la esfera política. Resulta paradójico que aquellos con mayor capacidad de decisión sean los más pesimistas. La realidad hoy es que la mayoría de las competencias sanitarias están transferidas a las comunidades autónomas, pero la ordenación profesional corresponde al Ministerio de Sanidad. Por tanto, tiene margen de maniobra para adoptar medidas. Si este Ministerio no lidera aquellas materias (quizás pocas) donde tiene verdadera capacidad de decisión, se convertirá en un triste instrumento de propaganda. Si no lo es ya.

Estos 2.033 médicos que han escogido medicina de familia son los primeros a los que hay que empezar a convencer para que el año que viene no se vuelven a presentar al examen MIR con el fin de escoger otra especialidad, para que no se vayan a urgencias o para que no emigren a otro país. En la última década han proliferado los planes para fortalecer la atención primaria. Le corresponde al Ministerio de Sanidad y a las comunidades autónomas sentarse junto a los profesionales para escoger el camino más adecuado y hacer del primer nivel asistencial el verdadero motor del Sistema Nacional de Salud. Decía Mónica García recientemente en una entrevista en el diario El Mundo que cuando los consejeros de Sanidad se quitaban la gorra del PP se podía trabajar con ellos. Quizás haya llegado el momento de que haga lo mismo que sus colegas autonómicos y se quite la gorra de Más Madrid para empezar a trabajar por la atención primaria.

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