La sanidad no es de derechas ni de izquierdas

Un enfoque balanceado, basado en evidencia científica y en las necesidades reales de la población, es esencial para garantizar un sistema de salud eficiente y equitativo

Rafael Belmonte Gómez, diputado a Cortes Generales por Sevilla del Grupo Parlamentario Popular y secretario Segundo de la Comisión de Sanidad del Congreso
La sanidad es un tema central en la política española y las diferencias en su enfoque suelen depender del partido político que está al frente del Gobierno. Sin embargo, no hay una sanidad de derechas y una de izquierdas, por mucho que se empeñen algunos. Lo importante es no perder de vista a los pacientes. Los pacientes buscan un sistema de salud que sea accesible, eficiente, de alta calidad, y centrado en sus necesidades. La empatía, la comunicación clara, la participación en decisiones y la coordinación del cuidado son fundamentales para satisfacer sus expectativas.

No hay una sanidad de derechas y una de izquierdas, por mucho que se empeñen algunos

Los partidos de izquierdas aseguran que una sanidad de derechas apuesta por un mayor papel del sector privado en la provisión de servicios. Sin embargo, lo más razonable es la apuesta por la competencia para mejorar la eficiencia y la calidad. La propuesta es minimizar la intervención estatal para reducir el gasto público buscando bajar impuestos y tamaño del gobierno sin menoscabar el servicio al paciente. Una sanidad de derechas propone un mayor énfasis en la responsabilidad individual para la elección y el financiamiento de los servicios de salud. El paciente debe tener la libertad de elegir entre los servicios que mejor se adapten a sus necesidades y su presupuesto. También es esencial en las políticas conservadoras que todos los ciudadanos tengan derecho a la mejor sanidad posible.

En contrapartida, la sanidad de izquierdas quiere una mayor intervención del estado en la gestión y provisión de los servicios de salud. En su caso, quieren que la administración pública de hospitales y clínicas predomine, con una cobertura equitativa, incluso por encima de la calidad. Los partidos de izquierda están dispuestos a aumentar los impuestos y el gasto público para financiar el sistema sanitario. Para ellos todo se basa en la responsabilidad colectiva y la solidaridad social. La idea es que todos los miembros de la sociedad deben contribuir para asegurar el acceso universal a los servicios de salud.

Ideologizar el sistema sanitario afecta negativamente a la calidad, equidad y sostenibilidad del sistema

Sin embargo, ideologizar el sistema sanitario afecta negativamente a la calidad, equidad y sostenibilidad del sistema. Un enfoque balanceado, basado en evidencia científica y en las necesidades de la población, es esencial para garantizar un sistema de salud eficiente y equitativo. El objetivo básico para derechas e izquierdas es que todos los ciudadanos, independientemente de su capacidad económica, tengan el mejor servicio posible.

En la sanidad de izquierdas y en la de derechas, el médico, el profesional, es el eje sobre el que pivota el sistema. Sin embargo, cada vez tiene menor poder de decisión, tanto laboral como clínica. Si seguimos encajonando a los profesionales imponiendo una sanidad pública o limitando la colaboración público-privada no tendremos libertad. Dejemos que los mejores profesionales destaquen y se conviertan en líderes. No los enterremos en la burocracia inútil de la ideología política.

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