Fátima Del Reino
A lo largo de este año se prevé que se diagnostiquen en nuestro país más de 3.700 nuevos casos de cáncer de ovario, una enfermedad cuya prevalencia total se estima en los 27.585 casos y que sólo en 2022 provocó la muerte de más de 2.000 pacientes, según el último informe Las cifras del cáncer en España 2024, elaborado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Sin embargo, y pese a estas cifras, la supervivencia ha aumentado alrededor de un 9% desde el año 2002, gracias a los avances que se han producido en el conocimiento del tumor, así como en la cirugía y tratamiento.
“La supervivencia en cáncer de ovario ha cambiado gracias a la mejora en el tratamiento y diagnóstico de la enfermedad. En los últimos 10 años hemos asistido a una evolución vertiginosa en la terapia del cáncer de ovario, el cual no es una única enfermedad, sino que ya sabemos que, al menos, son cinco tipos de enfermedades diferentes”, ha explicado el Dr. Antonio González, presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer Ginecológico (Geico) y director del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra, durante la presentación de la campaña Tiempo para cumplir ilusiones.
“En los últimos 10 años hemos asistido a una evolución vertiginosa en la terapia del cáncer de ovario, el cual no es una única enfermedad, sino que ya sabemos que, al menos, son cinco tipos de enfermedades diferentes”
La diversidad de subtipos de cáncer de ovario genera la necesidad de que las pacientes con este tipo de tumor sean atendidas por un equipo multidisciplinar de expertos. Esto es especialmente importante considerando que, aunque la supervivencia está mejorando, hasta un 80% de las afectadas son diagnosticadas con la enfermedad extendida fuera de los ovarios y, en muchos casos, diseminada por la cavidad peritoneal.
“Esto no impide que una cirugía pueda eliminar toda la enfermedad, pero es necesario para ello un abordaje multidisciplinar, y esa cirugía es esencial para aumentar las posibilidades de supervivencia”, ha explicado el Dr. Antonio González. Además, ha afirmado que se ha descubierto que el principal factor de riesgo para desarrollar cáncer de ovario es genético.
“El trabajo conjunto con otras especialidades para abordar el cáncer de ovario es clave“
“Principalmente, el más frecuente, es el subtipo seroso de alto grado. Esto ocurre al tener una herencia de unos genes que son BRCA1 y BRCA2, los cuales se asocian al desarrollo de esta enfermedad, y que ocurre en aproximadamente en el 20% de las pacientes“, ha subrayado.
En este sentido, ha comentado que el tratamiento a día de hoy tiene tres pilares: la importancia de la cirugía, el tratamiento de quimioterapia y la terapia posterior de mantenimiento. “Esto ha mejorado mucho la vida de las mujeres. Por ello, el trabajo conjunto con otras especialidades para abordar la patología es clave“, ha subrayado.
Diagnóstico precoz para tener Tiempo para cumplir ilusiones
A nivel mundial esta enfermedad es la principal causa de muerte por cáncer ginecológico y supone el 3% de los tumores en la mujer y es, además, la cuarta causa de muerte por cáncer en mujeres tras el cáncer de pulmón, mama y colon. El diagnóstico tardío es uno de los principales problemas en el abordaje de esta enfermedad, ya que en torno al 70-80% de las pacientes son diagnosticadas en una etapa avanzada.
Entre los principales retos del futuro de la enfermedad son conseguir una mayor profundidad en el diagnóstico molecular, seguir descifrando grupos de pacientes con tratamientos específicos y aumentar la concienciación e información para conseguir que las pacientes puedan tener un diagnóstico preventivo lo antes posible.
“Cuando la paciente ya tiene el primer síntoma de la enfermedad ya está diseminada”
Los síntomas que pueden llegar a experimentar la as pacientes con cáncer de ovario son bastante inespecíficos: sensación de plenitud precoz al comer, digestiones lentas, molestias abdominales, falta de apetito, estreñimiento, molestias al orinar, entre otras. “Cuando la paciente ya tiene el primer síntoma de la enfermedad ya está diseminada. Esto síntomas mantenidos en el tiempo, sin una mejora manteniendo el tratamiento indicado y sin causa que los explique tiene que hacer sospechar“, ha destacado el Dr. González.
Pedro Ferrer, responsable médico de Área de tumores ginecológicos de MSD ha resaltado la necesidad de dar respuesta a los problemas que tienen actualmente las pacientes. “Si no hay colaboración no hay resultados en salud. Con esta iniciativa queremos transmitir a las pacientes que estamos a su lado y que seguiremos trabajando para ofrecerles soluciones que mejoren la evolución de la enfermedad y su calidad de vida”, ha insistido.
Con el objetivo de concienciar sobre la importancia del abordaje multidisciplinar, la importancia que tiene la medicina de precisión y el conocimiento de la biología molecular, la Asociación de Afectados por Cáncer de Ovario y otros Tumores Ginecológicos (Asaco) y la Alianza MSD-AstraZeneca, han lanzado esta campaña.
Charo Hierro, presidenta de Asaco, ha apuntado que una nutrición adecuada y el ejercicio físico adaptado a cada etapa de la enfermedad, unido a la atención psicológica, juegan un papel “importantísimo” en la salud mental de las pacientes y en su recuperación. También ha destacado que “es imprescindible mantener el estado emocional alto, no sólo por las pacientes, sino también por el entorno familiar, que también sufre mucho“, ha afirmado.
“Es imprescindible mantener el estado emocional alto, no sólo por las pacientes, sino también por el entorno familiar, que también sufre mucho”
Asimismo, ha denunciado que “el pronóstico en el cáncer de ovario no puede depender de la suerte. Actualmente en España esto sí que ocurre. Es necesario identificar aquellos centros que realizan más de 20 cirugías anualmente y que cuentan con el expertise necesario para tratar a estos pacientes con mejores expectativas de éxito“.
Finalmente, la presentación ha concluido con el testimonio de Pepa Montenegro, representante de Asaco y protagonista de la campaña. Durante su intervención ha contado su historia explicando que su abuela, su madre, su tía y su hermana fallecieron por este tumor y como ella, actualmente, está luchando contra esta enfermedad para superarla y seguir adelante.
“Los pacientes tenemos que estar formados e informados. Lo que no se conoce no se investiga. Estoy aquí por eso y por todas las mujeres. El cáncer no es que se te caiga el pelo, es un dolor intenso en el corazón y necesitamos ayuda psicológica“, ha concluido.