Luis de Haro. Director general de iSanidad
El Capítulo 1 de los presupuestos en el contexto de las administraciones públicas en España, que se refiere a los Gastos de Personal. Es uno de los componentes más significativos y críticos en la planificación financiera del país. Según informes del Ministerio y diversas fuentes autonómicas, el gasto en profesionales sanitarios representa alrededor del 50% del gasto total en sanidad. Además, la mayoría de las comunidades autónomas destinan aproximadamente el 40% de su presupuesto total a sanidad. Estas cifras ponen de manifiesto la crucial importancia de los profesionales sanitarios en el funcionamiento y la eficiencia del sistema de salud.
Los profesionales sanitarios representan el 50% del gasto total en sanidad, y la mayoría de las comunidades autónomas destinan el 40% de su presupuesto a sanidad
Con este contexto, lo primero que el Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas deben abordar es todo lo relacionado con los profesionales sanitarios. Es fundamental centrarse en ellos porque constituyen la partida más alta de los presupuestos públicos. Sin una gestión adecuada de los recursos humanos, cualquier otro esfuerzo para mejorar el sistema de salud será insuficiente y probablemente ineficaz.
La gestión privada de los centros públicos o cualquier otra reforma estructural deben estar supeditadas a la creación de un registro exhaustivo de profesionales sanitarios. Este registro, que actualmente está pendiente, debe incluir información detallada sobre jubilaciones, plazas vacantes y necesidades específicas en todas las áreas y especialidades. Sin datos concretos y actualizados sobre las necesidades de profesionales en todos los centros, no se podrán resolver problemas críticos como las listas de espera ni se podrán afinar adecuadamente los presupuestos.
Es obligatorio un registro con información detallada sobre jubilaciones, plazas vacantes y necesidades específicas en todas las áreas y especialidades
El Ministerio de Sanidad tiene demasiado trabajo urgente como para perderse en proyectos ideológicos. La prioridad debe ser asegurar que los profesionales sanitarios estén adecuadamente apoyados y que el sistema de salud funcione de manera óptima. Esto incluye garantizar salarios justos, condiciones laborales adecuadas y oportunidades para la formación continua. Además, se deben implementar sistemas eficientes para la planificación y la gestión de recursos humanos, basados en estadísticas y datos concretos.
Es esencial reconocer que los profesionales sanitarios son la columna vertebral del sistema de salud. Sin su compromiso y su capacidad no hay tecnología ni infraestructura que puedan compensar las deficiencias en la atención sanitaria. Por lo tanto, cualquier reforma o cambio en la gestión de la sanidad pública debe comenzar por asegurar que hay suficientes profesionales, que están bien formados y que trabajan en un entorno que les permite ofrecer la mejor atención posible a los pacientes. Esto implica no solo mejorar las condiciones laborales y salariales de los profesionales sanitarios, sino también asegurar una planificación adecuada basada en datos precisos.