Casi un 7% de jóvenes de entre 14 y 18 años vapea, según la Semfyc

Este hábito incrementa el riesgo de patologías como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el asma evolucionado

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09/09/2019 Persona usando un vapeador. SALUD MAR&GEN

Redacción
El 12,9% de jóvenes de entre 14 y 18 años consume tabaco convencional y el 6,6% vapea, según una encuesta de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC). Así, con motivo del Día Mundial Sin Tabaco y sirviéndose de estos datos, la Fundación Jiménez Díaz ha querido realizar un taller de prevención del tabaquismo.

La jornada se ha llevado a cabo en el Colegio Santa María del Yermo y se ha dirigido a estudiantes de 1º y 2º de la ESO, ya que la edad de inicio del consumo de vapeadores está entre los 12 y 14 años. Con esta iniciativa se pretende concienciar a la población juvenil sobre los efectos nocivos del tabaco sobre su salud, incluyendo todas las formas de consumo.

“Se ha relacionado con un mal desarrollo del sistema respiratorio que continúa hasta los 18 años, lo que incrementa el riesgo de patologías como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el asma evolucionado; además, también se asocia con mayor dependencia a la nicotina en general”, ha explicado el Dr. Marcel José Rodríguez Guzmán, especialista del Servicio de Neumología del hospital madrileño.

Dr. Rodríguez: “Está demostrado que los adolescentes que usan cigarrillos electrónicos tienen, al menos, el doble de posibilidades de fumar cigarrillos más tarde”

El impacto de este temprano consumo puede provocar graves consecuencias para la salud. Es más, el uso de vapeadores y de tabaco calentado podría causar daño endotelial, lo que puede derivar en ateroesclerosis, un infarto o un ictus, ha advertido el Dr. Rodríguez.

Asimismo, existe la creencia social de que los vapeadores son inocuos o menos nocivos que el tabaco condicional. Esto, junto a las campañas publicitarias y su fácil accesibilidad, los convierte en una puerta de acceso al consumo de cigarrillos. “Está demostrado que los adolescentes que usan cigarrillos electrónicos tienen, al menos, el doble de posibilidades de fumar cigarrillos más tarde”, ha señalado el neumólogo. Además, ha resaltado que cada vez hay más evidencia acerca de los perjuicios que pueden provocar, pues exponen a los usuarios a un riesgo cardiovascular, pulmonar y de desarrollo de tumores cancerígenos.

Ante los alarmantes datos, los profesionales de la salud cuentan con un papel informativo fundamental con el que concienciar a la población sobre los peligros de esta práctica ya normalizada.

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