Redacción
Más del 67% de las pacientes con cáncer de mama HER2-positivo metastásico o no operable, que han sido pretratadas de este subtipo tumoral, uno de los más
agresivos de mama, siguen vivas después de tres años en tratamiento con trastuzumab deruxtecán, un fármaco que funciona como un caballo de troya. Se ha registrado una supervivencia global de 52 meses en pacientes tratadas con este fármaco, la más larga reportada hasta ahora en este subtipo de cáncer de mama en fase metastásica pretratado.
Se ha registrado una supervivencia global de 52 meses en pacientes tratadas con trastuzumab deruxtecán, la más larga reporta hasta ahora en este subtipo de cáncer
Son datos del estudio Destiny-Breast03 que ha publicado este domingo Nature Medicine, cuyo primer autor es el Dr. Javier Cortés Castán, director del IBCC International Breast Cancer Center-Pangaea Oncology, en Barcelona, y director científico del IOB Madrid en el Hospital Beata María Ana, de Madrid.
“Hemos mejorado de forma muy llamativa la supervivencia de las pacientes con cáncer de mama HER2+ metastásico, no operable. Ya anticipamos que, con este fármaco, podríamos conseguir un gran control de la enfermedad, lo que se ha traducido en un aumento muy significativo de la supervivencia global”, destaca el Dr. Cortés. El investigador ocupa por tercer año consecutivo ocupa la primera posición del mundo en expertise en el cáncer de mama HER2+ y la cuarta posición del mundo en expertise en el cáncer de mama en general, según el ranking internacional Expertscape.
Dr. Cortés: “Hemos mejorado de forma muy llamativa la supervivencia de las pacientes con cáncer de mama HER2+ metastásico, no operable”
El estudio Destiny-Breast03 es un ensayo clínico de fase III, multicéntrico y randomizado que ha contado con 524 pacientes con cáncer de mama HER2+ metastásico o no operable, tratadas previamente con dos líneas de tratamiento en este contexto de enfermedad avanzada. Las pacientes incluidas han sido asignadas aleatoriamente (1:1) a una de las dos ramas del estudio: 261 a la rama de trastuzumab deruxtecán o T-Dxd y 263, a la del tratamiento con T-DM1, una medicación que han recibido por vía intravenosa (a dosis de 5,4 mg/Kg de T-Dxd y 3,6 mg/kg de T-DM1) una vez cada tres semanas. La mediana de seguimiento del estudio ha sido de 43 meses para las pacientes tratadas con T-Dxd y de 35,4 en el grupo de T-DM1.
La mediana de supervivencia libre de progresión (SLP), objetivo primario del estudio, ha sido de 29 meses en el grupo de T-Dxd versus los 7,2 meses en el de T-DM1, por tanto, aproximadamente cuatro veces más larga en el primer grupo de pacientes que en el segundo, en la fecha de corte del estudio, el 20 de noviembre de 2023. Asimismo, se ha visto que casi la mitad de las pacientes, el 45,7% de las pacientes del grupo T-Dxd, y el 12,4% de las pacientes del grupo de T-DM1 siguen vivas a los 36 meses sin que la enfermedad progrese (tasa de SLP).
La mediana de supervivencia libre de progresión ha sido de 29 meses en el grupo de pacientes tratadas con trastuzumab deruxtecán versus los 7,2 meses en el de T-DM1
La mediana de supervivencia global (SG), segundo objetivo del estudio, ha sido de 52,6 meses en el grupo de T-Dxd frente a los 42,7 meses en el de T-DM1, por lo tanto, de 10 meses más frente al tratamiento con T-DM1 y, con una reducción el riesgo de muerte de aproximadamente un 27%, lo que no se había observado previamente en pacientes con cáncer de mama en esta fase avanzada. En cuanto a la tasa de supervivencia global, el 67,6% de las pacientes del grupo de T-Dxd seguían vivas a los 36 meses, frente al 55,7% de las pacientes incluidas en el grupo de T-DM1.
“En este nuevo análisis a largo plazo de los resultados del estudio Destiny-Breast03 hemos confirmado la alta eficacia de trastuzumab deruxtecán (T-Dxd) en pacientes con cáncer de mama HER2+ previamente tratadas con el estándar de tratamiento, taxano y trastuzumab (T-DM1), hasta donde sabemos, con la mediana de supervivencia global más larga reportada en este contexto de enfermedad y en más de dos tercios (67,6%) de las pacientes, que siguen vivas a los tres años”, destaca el Dr. Cortés.
La mediana de supervivencia global (SG), segundo objetivo del estudio, ha sido de 52,6 meses en el grupo de trastuzumab deruxtecán
Además, con este seguimiento más prolongado, el perfil de seguridad de T-DXd sigue siendo manejable y no se han observado toxicidades acumulativas. De hecho, no se han registrado nuevos casos de enfermedad pulmonar intersticial o de neumonitis, dos de las complicaciones que pueden surgir durante el tratamiento.
Trastuzumab deruxtecán (T-Dxd) es un anticuerpo conjugado (ADC, por sus siglas en inglés) que funciona como un “caballo de Troya”, ya que está diseñado para engañar a las “defensas enemigas”, cruzar las “murallas celulares” y, una vez dentro de estas, soltar a sus “soldados” para combatir el tumor desde dentro. Así, este medicamento está compuesto por un anticuerpo o proteína (trastuzumab) que lleva en “la mochila” un tipo de quimioterapia oculta (deruxtecán), que las células tumorales no detectan. El anticuerpo se une a una especie de antena, el receptor HER2, que se encuentra en la membrana de las células tumorales, entra en su interior y, una vez dentro, libera la quimioterapia para atacar y destruir a las células tumorales.
Trastuzumab deruxtecán es un anticuerpo conjugado (ADC, por sus siglas en inglés) que funciona como un “caballo de Troya”
Trastuzumab deruxtecán ya había demostrado una actividad antitumoral sin precedentes, en pacientes con cáncer de mama metastásico HER2+, según los resultados del ensayo clínico Destiny-Breast03, multicéntrico, randomizado, de fase III, tras 12 meses de seguimiento, en los que se comparó trastuzumab deruxtecán a trastuzumab emtansina (T-DM1), hasta entonces el estándar de tratamiento.
El cáncer de mama metastásico HER2+ representa alrededor del 15% del total de los casos de cáncer mamario diagnosticados y se caracteriza por una elevada agresividad y alta capacidad de proliferación. Actualmente, las terapias dirigidas contra dianas, como el receptor HER2 de las células tumorales, permiten tratar este cáncer de forma más eficaz. Entre ellas, en la práctica clínica figuran trastuzumab, pertuzumab y trastuzumab emtansina (T-DM1).